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Cambio climático

No, los pingüinos no se originaron en la Antártida: fue en Australia y Nueva Zelandia, revela nuevo estudio

Por Jessie Yeung

(CNN) –– Cuando piensas en pingüinos, la primera imagen que te viene a la mente suele ser la del ave caminando por la nieve o nadando en las gélidas aguas de la Antártida.

Pero los pingüinos no se originaron en la Antártida, como los científicos han creído durante años: evolucionaron por primera vez en Australia y Nueva Zelandia, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley.

Dos pingüinos juegan antes de aparearse en la isla King George, en la Antártida, en marzo de 2014.

La investigación, que se realizó en colaboración con museos y universidades de todo el mundo, analizó muestras de sangre y de tejido de 18 especies diferentes de pingüinos. Esta información genómica fue utilizada para remontarse en el tiempo y poder rastrear el movimiento y la diversificación de los pingüinos durante milenios.

"Nuestros resultados indican que el grupo de la corona de pingüinos se originó durante el Mioceno (período geológico) en Nueva Zelandia y Australia, no en la Antártida como se pensaba anteriormente", señaló el estudio, publicado este lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. "Los pingüinos primero ocuparon ambientes templados y luego se extendieron a las frías aguas antárticas".

Los pingüinos se originaron en Australia y Nueva Zelandia hace 22 millones de años, sugieren los investigadores. Después, los antepasados ​​del pingüino rey y el pingüino emperador se separaron y se trasladaron a las aguas antárticas, probablemente atraídos por el abundante suministro de alimentos allí.

Un pingüino se zambulle desde un bloque de hielo en la Antártida en marzo de 2014.

Estos hallazgos también apoyan la teoría de que los pingüinos rey y emperador son el "grupo hermano" de todos los demás linajes de pingüinos, lo que agrega una pieza al acertijo debatido durante mucho tiempo sobre dónde se encuentran exactamente estas dos especies en el árbol genealógico.

Luego, hace unos 12 millones de años, el Pasaje de Drake ––el cuerpo de agua entre la Antártida y el extremo sur de América del Sur–– se abrió por completo. Esto permitió a los pingüinos nadar por todo el Océano Antártico y extenderse más hacia las islas subantárticas, así como a las regiones costeras más cálidas de América del Sur y África.

Hoy en día, estas aves no voladoras todavía se encuentran en Australia y Nueva Zelandia, así como en la Antártida, América del Sur, el Atlántico sur, África meridional, las islas subantárticas, del Océano Índico y las regiones subtropicales.

Durante el estudio, los investigadores también descubrieron un nuevo linaje de pingüinos que aún no ha recibido una descripción científica.

Los pingüinos pueden adaptarse, pero no lo suficiente para el cambio climático

El estudio también arrojó información sobre la adaptabilidad de los pingüinos a los climas cambiantes, y sobre el peligro que enfrentan ahora en la crisis climática moderna.

"Podemos mostrar cómo los pingüinos han podido diversificarse para ocupar los ambientes térmicos increíblemente diferentes en los que viven hoy, pasando de los 9 grados centígrados en las aguas de Australia y Nueva Zelandia, hasta las temperaturas bajo cero en la Antártida y hasta 26 grados centígrados en las Islas Galápagos", explicó Rauri Bowie, uno de los investigadores principales y profesor de biología integrativa en UC Berkeley, en un comunicado de prensa la universidad.

Pingüinos barbijo disminuyen en un 77% 0:32

"Pero queremos dejar claro que se han necesitado millones de años para que los pingüinos puedan ocupar hábitats tan diversos, y al ritmo al que los océanos se calientan, los pingüinos no podrán adaptarse lo suficientemente rápido para enfrentar el clima cambiante", añadió.

El equipo pudo identificar adaptaciones genéticas que les permitieron a los pingüinos prosperar en entornos desafiantes. Por ejemplo, sus genes evolucionaron para regular mejor la temperatura corporal, lo que les hizo posible vivir tanto en temperaturas bajo cero en la Antártida como en climas tropicales más cálidos.

Pero estos pasos de evolución tomaron millones de años, tiempo que los pingüinos no tienen ahora, ya que sus poblaciones están disminuyendo.

"En este momento, los cambios del clima y del medio ambiente van demasiado rápido para que algunas especies respondan al cambio climático", dijo Juliana Vianna, profesora asociada de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en el comunicado de UC Berkeley.

Los diferentes elementos del cambio climático llevan a una tormenta perfecta. La desaparición del hielo marino significa menos áreas de reproducción y descanso para los pingüinos emperador. La reducción del hielo y el calentamiento de los océanos también significan menos eufausiáceos, el componente principal de la dieta de los pingüinos.

La segunda colonia de pingüinos emperador más grande del mundo ha casi desaparecido; miles de polluelos de esta especie en la Antártida se ahogaron cuando el hielo marino fue destruido por tormentas en 2016. Las tormentas recurrentes en 2017 y 2018 provocaron la muerte de casi todos los polluelos en el lugar cada temporada.

Algunas colonias de pingüinos en la Antártida han disminuido en más del 75% durante los últimos 50 años, lo que se debe en gran parte al cambio climático.

En Galápagos, las poblaciones de pingüinos se están reduciendo a medida que los eventos cálidos de El Niño ––un fenómeno climático en el que ocurre el calentamiento del Océano Pacífico oriental–– suceden con mayor frecuencia y con más gravedad. En África, el calentamiento de las aguas de la costa sur también ha provocado que las poblaciones de pingüinos disminuyan drásticamente.