La comunidad de Waldsolms heredó la fortuna de Renate y Alfred Wedel.

(CNN) – Los residentes de una comunidad en el centro de Alemania heredaron de manera inesperada propiedades y una cartera de acciones con un valor de 6,2 millones de euros (US$ 7,5 millones) tras la muerte de una vecina anciana.

Renate Wedel vivió en el distrito Weiperfelden de Waldsolms en Hesse, en el centro de Alemania, con su esposo, Alfred Wedel, desde 1975, según un comunicado del distrito de Waldsolms, que se compone de seis poblados.

Alfred, que era “exitoso” y “activo” en la bolsa de valores, murió en 2014. Y Renate, quien recibía atención en un asilo de ancianos en Frankfurt desde 2016, murió en diciembre de 2019 a la edad de 81 años.

En abril de este año, dijo el distrito, se le informó que Renate le había legado un saldo bancario, acciones y objetos de valor.

La hermana de Renate, que era su heredera original, ya había fallecido, informó el medio de comunicación local Hessenschau.

La noticia fue un shock para las autoridades. “Al principio pensé ‘esto simplemente no es posible’, pensé que se había corrido una coma, que algo no está del todo bien”, dijo el alcalde local, Bernd Heine, a Hessenschau.

La municipalidad también heredó una propiedad en Weiperfelden. Esta inicialmente se dejó como herencia, pero el heredero inicial la rechazó debido al costo de mantenimiento de la casa y las dependencias y porque las contribuciones de los residentes debían ir destinadas a obras en una carretera local.

¿En qué usarán lo heredado?

La comunidad está obligada a utilizar la herencia, valorada en 6,2 millones de euros, para “instalaciones e infraestructura comunitarias”.

“La comunidad de Waldsolms agradece póstumamente a la pareja Wedel por esta importante herencia”, dijo la comunidad en un comunicado.

“Lo trataremos de manera muy responsable, desarrollaremos nuestra comunidad para el bien de todos y guardaremos un recuerdo honorable de ambos”, agregó.

Los residentes locales tienen algunas ideas sobre en qué se debe gastar el dinero. Heine le dijo a Hessenschau que se necesitaba dinero para bicisendas o ciclorrutas, edificios y un jardín de infantes. Mientras tanto, residentes sugirieron que el dinero debería gastarse en una piscina al aire libre, transporte público e instalaciones para los niños del lugar.