CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Macroeconomía

Así afectaron la pandemia y la guerra a las grandes economías del mundo. Y aún no hemos visto todas las consecuencias

Por CNN Español

(CNN Español) -- No hay país que pueda escapar al costo económico de los dos acontecimientos que han modelado el mundo tal como lo conocemos en 2022: la pandemia de covid-19 y la guerra de Rusia en Ucrania. Desde una inflación que bate récords a una desaceleración prevista del crecimiento económico cuando el recuerdo del 2020 todavía está demasiado fresco, así es como se han visto afectadas las mayores economías del mundo.

La inflación en Estados Unidos aumenta al mayor ritmo desde 1981, empujada por el precio récord de la gasolina. Y no son solo los costos de la energía: los ciudadanos sienten en los bolsillos el aumento del costo de alimentos y vivienda, entre otros. La secretaria del Tesoro incluso llegó a admitir que se equivocó en su análisis del rumbo que tomaría el aumento de precios, al que calificó en 2021 como un "pequeño riesgo".

La inflación, un problema sin tregua a la vista

Antes de que Rusia invadiera Ucrania, la inflación ya estaba subiendo en muchos países por factores como la existencia de un desequilibrio entre la oferta y la demanda, el aumento de las materias primas y las políticas de apoyos financieros durante la pandemia que desembocó en endurecimientos de la política monetaria, recuerda Pierre-Olivier Gourinchas, consejero económico y director del Departamento de Estudios del FMI, en un análisis de las perspectivas económicas del fondo. Se sumaba, además, la crisis en la cadena de suministros.

La guerra dio lugar a un aumento de los precios de las materias primas y el organismo espera que "la inflación se mantenga elevada por más tiempo" de lo que había previsto anteriormente, según su informe de abril. De hecho, en tres meses aumentó su previsión de crecimiento de la inflación de las economías avanzadas en 2022 un 1,8, a 5,7%.

"El empeoramiento de los desequilibrios entre la oferta y la demanda, incluyendo los derivados de la guerra, y más aumentos de los precios de las materias primas podrían llevar a una inflación persistentemente alta, aumentando las expectativas de inflación y un mayor crecimiento salarial", dice el fondo.

publicidad

Otro factor mencionado en el reporte de abril se volvió patente en mayo: el impacto de los confinamientos de China en la cadena de suministros. Los datos de Project44, que hace un seguimiento de las cadenas de suministro mundiales, mostraron que los retrasos en los envíos entre China y los principales puertos estadounidenses y europeos se han cuadruplicado desde finales de marzo, cuando China confinó la ciudad de Shanghái, que tiene el puerto de contenedores más activo del mundo.

Estados Unidos, por ejemplo, pasó de un nivel de inflación inferior al 2% en 2019, antes de la pandemia, a más de 7% este 2022. El Reino Unido y Alemania también muestran variaciones considerables.

Un caso notable es el de Japón que, contrario a la tendencia de otras grandes economías, ha tenido durante años una inflación baja, llegando en 2021 incluso a cifras negativas que marcan un descenso general de los precios (es decir, deflación). Este es un fenómeno particular que responde, según dijo el gobernador del Banco de Japón en declaraciones recogidas por Efe, a que "la deflación todavía marca la mentalidad de la gente". El país, de hecho, implementa medidas para intentar revertir la tendencia.

La pandemia hundió el crecimiento y la guerra ralentiza la recuperación

El año 2020 fue nefasto para el crecimiento de las grandes economías, que salvo China registraron cifras negativas —en el caso del Reino Unido incluso acercándose a los dos dígitos, según los datos del FMI—.

El 2021 llegó con una fuerte recuperación que ahora se estanca por la guerra: el conflicto, además de aumentar la inflación, reduce el crecimiento de la economía. Para abril de 2022, el FMI proyectaba que el crecimiento mundial se redujera de un estimado del 6,1% en 2021 a 3,6% en 2022 y 2023. Esta cifra, además, representaba una baja con respecto a su previsión correspondiente a enero. Para luego de 2023, la perspectiva no mejora: se espera un crecimiento del 3,3% en el corto plazo.

Por supuesto que la baja no impacta igual en todas las economías del mundo, y las emergentes y en desarrollo pagarán más caro en términos de crecimiento, pero en el caso de las avanzadas también hay una afectación: tardarán más en volver a las tendencias previo a la pandemia, según Gourinchas.

El factor desempleo

El indicador de desempleo es, según un análisis primario, el que arroja mejores resultados para las mayores economías del mundo.

Todos los países contemplados tienen un desempleo menor al del año álgido de la pandemia. En Estados Unidos, que fue al que golpeó más duro este indicador, la diferencia supera los cuatro puntos porcentuales. Las cifras de desempleo actuales están, de todas maneras, por encima del tres por ciento en términos generales e incluso supera los cuatro en el caso del Reino Unido.