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ANÁLISIS | La nueva anexión de tierras de Putin es peligrosa para Ucrania y para el mundo

(CNN) -- La nueva anexión de tierras por parte de Rusia en Ucrania es un acto de piratería geopolítica que hará que la guerra sea más peligrosa; además agregará un nuevo riesgo a los cálculos estratégicos de Occidente y representará un desafío a largo plazo para el estado de derecho internacional.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, presidirá una ceremonia en el Kremlin este viernes para formalizar un proceso de anexión de cuatro regiones ocupadas que eliminará miles de kilómetros de la gran riqueza industrial y agrícola de Ucrania.

En efecto, la medida equivale a robar territorio de un poder soberano y declararlo parte de Rusia después de una invasión no provocada, una clara violación del derecho internacional y una de las razones por las que gran parte del mundo no lo aceptará.

La anexión de las regiones ucranianas, que recuerda lo que hizo Rusia con Crimea en 2014, no cambiará la realidad de una guerra que ha salido mal para Putin, inflingiendo un costo sangriento a sus fuerzas y que está avivando una disidencia inusual dentro de Rusia.

Pero esta artimaña —producida a través de lo que Occidente dice que son referendos falsos— que crea una realidad alternativa sobre el conflicto, tendrá varias consecuencias importantes para los estadounidenses, para el futuro poder global de Estados Unidos y la causa de la democracia, incluso si la guerra, siete meses después, puede parecer para muchos estadounidenses una disputa lejana surgida de antiguas enemistades en las afueras de Europa.

  • En primer lugar, en el mundo de fantasía política inventado por Putin, las anexiones convierten la guerra de una operación ofensiva en una de autodefensa. Eso se debe a que Moscú ahora definirá estas nuevas posesiones como parte de un territorio ruso más grande, lo que ha generado temores de una escalada de la guerra porque Putin advirtió que podría usar todos los sistemas de armas (código de armas nucleares) para defender el estado ruso.
  • Esta nueva dimensión del conflicto puede significar que el firme apoyo de Occidente a Ucrania, que ha logrado grandes avances en el este y el sur en las últimas semanas, viene con una prima de riesgo más alta dado que no hay señales de que las fuerzas de Kyiv dejen de luchar para restaurar control sobre los distritos anexados utilizando miles de millones de dólares en armamento y material estadounidense.
  • A más largo plazo, las anexiones cristalizarán la razón por la cual Estados Unidos y sus aliados han sido tan inflexibles en ayudar al esfuerzo bélico de Ucrania. La guerra amenaza con consagrar un precedente de una nación más grande y poderosa que simplemente avanza hacia una más pequeña y se apodera de su territorio con una razón espuria. Ese escenario no es solo una amenaza en los márgenes de Europa; es uno que podría surgir en todo el mundo y ser replicado por otros regímenes autocráticos. Representa un desafío fundamental para el estado de derecho internacional si se permite que se mantenga. Y pone a prueba el principio del mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial liderado por Occidente de que los pueblos libres tienen derecho a elegir sus propios destinos nacionales y políticos.

El presidente Joe Biden señaló exactamente este punto durante su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas este mes cuando argumentó que no se debe permitir que las naciones persigan ambiciones imperiales sin consecuencias.

“Esta guerra se trata de extinguir el derecho de Ucrania a existir como Estado, simple y llanamente, y el derecho de Ucrania a existir como pueblo”, dijo Biden. “Quienquiera que seas, donde sea que vivas, lo que sea que creas, eso no debería, eso debería hacer que tu sangre se hiele”.

El plan de Putin

Las anexiones cubren cuatro regiones: Donetsk y Luhansk, que se autodenominan repúblicas separatistas, y Jérson y Zaporizhzhia, que han estado controladas por tropas rusas desde poco después de la invasión a fines de febrero.

El gobierno ucraniano, Estados Unidos y sus aliados europeos han rechazado la noción de que esas regiones de ahora en adelante sean parte de Rusia.

“Estados Unidos nunca, nunca, nunca reconocerá los reclamos de Rusia sobre el territorio soberano de Ucrania”, advirtió Biden en una cumbre de las islas del Pacífico en Washington este jueves. “Este llamado referéndum fue una farsa, una farsa absoluta, y los resultados fueron fabricados en Moscú”, dijo el presidente, prometiendo una nueva gama de castigos rápidos y severos para Rusia.

El secretario de Estado, Antony Blinken, ya ha dejado claro que EE.UU. no establecerá límites sobre dónde las fuerzas ucranianas pueden usar armas fabricadas en EE.UU., lo que de hecho desmintió la idea de Moscú sobre las implicaciones de atacar lo que ahora consideran parte de una Rusia más amplia.

“Ucrania tiene el derecho absoluto de defenderse en todo su territorio, incluso de recuperar el territorio que Rusia ha incautado ilegalmente de una forma u otra”, dijo Blinken en una conferencia de prensa el martes.

“Debido a que no hay ningún cambio en el territorio que está siendo anexado por los rusos como un asunto para nosotros o para los ucranianos, los ucranianos continuarán haciendo lo que sea necesario para recuperar la tierra que les ha sido usurpada. Continuaremos apoyándolos en ese esfuerzo”, dijo Blinken.

Putin advirtió cuando anunció una "movilización parcial" la semana pasada, que provocó la huida del país de miles de aspirantes a reclutas, que utilizaría todos los medios a su alcance para defender la integridad territorial de la patria. Eso fue ampliamente visto como una amenaza para usar armas nucleares tácticas si las regiones recién anexadas son atacadas. Tal escenario podría poner a prueba la línea roja recientemente establecida por Putin. Pero la amenaza de perder cualquier área recientemente anexada también podría aumentar su propia vergüenza por una guerra que necesita ganar para continuar con su gobierno de hombre fuerte.

Estados Unidos dice que hasta ahora no ha detectado ningún movimiento de armas nucleares rusas. Esto incluye dispositivos tácticos de campo de batalla que podrían tener una huella más pequeña que las ojivas estratégicas de largo alcance y mayor rendimiento que constituyen los elementos de disuasión nuclear de Estados Unidos, Rusia y otras potencias nucleares declaradas. Aún así, los funcionarios de inteligencia de EE.UU. le dijeron a CNN que, si bien el uso potencial de armas nucleares por parte de Rusia todavía se considera poco probable, no se puede descartar definitivamente.

El 'huracán Putin'

Desde el extranjero, los referéndums organizados apresuradamente en las áreas ocupadas de Ucrania parecen ridículamente amateurs y apresurados. En cierto sentido, son un ejemplo de cómo Putin trolea a Occidente en otra muestra más de desprecio por el derecho internacional y la idea de democracia. Putin no dejó ninguna duda el jueves de que considera la guerra en Ucrania como parte de un esfuerzo más amplio para controlar el poder y la influencia de Occidente, y les dijo a los jefes de inteligencia de las ex repúblicas soviéticas que “estamos presenciando un proceso difícil de formación de un orden mundial más justo”, y lamentando la caída de la antigua Unión Soviética.

Pero la naturaleza obviamente ilegítima de los referéndums también apunta a su verdadero propósito: crear una impresión de progreso para los rusos en casa y también una justificación para la movilización de miles de reservistas a quienes ahora se les puede decir que están siendo enviados a Ucrania para defender el territorio ruso.

En otras circunstancias, las anexiones de Putin pueden haber sido vistas como una forma potencial de salvar las apariencias del conflicto y una forma de que él declare una medida de victoria. Pero Ucrania ha dicho que tales movimientos significan que no hay motivos para negociar con Moscú. Y el éxito reciente en el campo de batalla y el flujo de armas occidentales (Estados Unidos anunció otro paquete de mil millones de dólares el miércoles) significa que no hay una razón estratégica para dejar de luchar ahora.

Es probable que las nuevas anexiones de tierras también refuercen el apoyo a Ucrania en el Congreso de EE.UU. en un momento en que hay algunos indicios de que una posible mayoría republicana en la Cámara después de las elecciones intermedias de este otoño podría estar menos interesada en enviar miles de millones de dólares en ayuda a Kyiv: un factor que puede influir en la estrategia a largo plazo de Putin.

El senador republicano Lindsey Graham de Carolina del Sur y el senador demócrata Richard Blumenthal de Connecticut dieron a conocer el jueves un proyecto de resolución que requeriría que Biden cortara inmediatamente la ayuda económica y militar a cualquier nación que reconociera las anexiones rusas.

Graham señaló que las anexiones estaban ocurriendo mientras gran parte de Estados Unidos está obsesionado con la devastación en Florida a raíz del huracán Ian. Es probable que se solicite al Congreso que financie un esfuerzo masivo de limpieza y reconstrucción en los próximos días. Pero Graham, al tiempo que señaló que la tormenta ahora estaba azotando su estado, advirtió que los legisladores debían “hacer dos cosas a la vez”.

“Tenemos que ayudar a nuestros amigos y vecinos aquí en casa, pero también tenemos que defender lo que es correcto en el extranjero. Así que estamos lidiando con el huracán Putin, a falta de una palabra mejor”, dijo Graham.

“Está tratando de reescribir el mapa de Europa, está tratando de hacer por la fuerza de las armas lo que no puede hacer con el proceso político”.