(CNN) – El calor de la superficie del océano está batiendo récords. Las temperaturas empezaron a subir a mediados de marzo y se dispararon en el transcurso de varias semanas, dejando a los científicos tratando de averiguar exactamente por qué.
Las temperaturas han descendido desde su punto máximo, en abril, como suele ocurrir durante la primavera boreal, pero siguen siendo más altas de lo que se ha registrado en esta época del año.
“Es extraordinario”, afirma Gregory C. Johnson, oceanógrafo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés), que calcula la temperatura de la superficie del océano mediante una red de barcos, boyas, satélites y flotadores.
Aunque aún son datos preliminares, si se mantienen, dijo, “es otro hito”.
El récord puede no parecer enorme, es casi dos décimas de grado más alto que el récord anterior de 2016, pero teniendo en cuenta cuánto calor se necesita para calentar esta enorme masa de agua, “es una cantidad inmensa de energía”, dijo a CNN Matthew England, profesor de Dinámica Oceánica y Climática en la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia.
Aún no está del todo claro a qué se debe este rápido aumento. “Estas temperaturas acaban de dispararse, la gente no ha tenido la oportunidad de descifrarlo todo”, dijo Johnson.
A algunos científicos les preocupa que la magnitud de estos nuevos récords pueda marcar el inicio de una tendencia alarmante. Otros afirman que estas temperaturas récord son siempre preocupantes, pero esperables dada la crisis climática causada por el ser humano.
Todos coinciden en que las consecuencias pueden ser importantes. Los océanos más cálidos blanquean los corales, matan la vida marina, aumentan el nivel del mar y hacen que el océano sea menos eficiente a la hora de absorber la contaminación que calienta el planeta: cuanto más se calienten los océanos, más se calentará el planeta.
El regreso de El Niño
Se cree que uno de los principales impulsores del calentamiento es El Niño, una fluctuación climática natural asociada al calentamiento del océano Pacífico tropical central y oriental, que tiene un efecto de calentamiento global.
El mundo acaba de salir de un periodo de tres años de La Niña, la contrapartida más fría de El Niño, que ha contribuido a enmascarar todo el impacto del calentamiento global. Según los científicos, desde que La Niña terminó, en marzo, las temperaturas oceánicas parecen estar repuntando.
“Es un poco como si hubiéramos tenido la puerta del congelador abierta durante un tiempo y eso hubiera ayudado a enfriar el planeta”, dijo Johnson. Pero incluso mientras ese congelador ha estado abierto, las temperaturas de fondo han seguido aumentando. Ahora que el congelador está cerrado, todo está más caliente que antes.
La Organización Meteorológica Mundial dijo el miércoles que hay alrededor de un 80 % de probabilidades de que El Niño se desarrolle entre julio y septiembre. Pero parte de lo que desconcerta a los científicos es que las temperaturas hayan subido tanto antes de su llegada.
A algunos les preocupa que esto sugiera que el cambio climático podría estar avanzando por caminos que los modelos climáticos no habían previsto.
“Se está gestando un fenómeno de El Niño, pero probablemente sea demasiado pronto para atribuirle la causa”, declaró a CNN el profesor Mike Meredith, director científico del British Antarctic Survey. “Sin embargo, es vital que averigüemos qué está causando [el pico en la temperatura de la superficie del océano], y entender si se trata de un alto extremo aislado o el comienzo de una tendencia aún más preocupante”.
Calor oceánico más profundo
Las temperaturas superficiales cuentan una historia sobre lo que está ocurriendo en los océanos del mundo.
Pero para entender hacia dónde se dirige el mundo a largo plazo, es importante observar también las temperaturas oceánicas más profundas, dijo Sarah Purkey, profesora asistente en la Institución Scripps de Oceanografía.
Miles de flotadores situados en los océanos del mundo miden su contenido de calor, analizando la temperatura desde la superficie hasta las aguas profundas y transmitiendo datos.
“El contenido de calor de los océanos ha experimentado un aumento muy constante, a veces acelerado”, explica Purkey a CNN, debido al calentamiento global generado por el ser humano. Los océanos absorben alrededor del 90 % del exceso de calor que produce el mundo, así como alrededor del 25 % de la contaminación por carbono.
En 2022, la temperatura de los océanos fue la más alta registrada por cuarto año consecutivo.
Según un estudio publicado en abril, el calentamiento del sistema climático se está acelerando, lo que supone malas noticias para los océanos.
En las dos últimas décadas el ritmo de cambio en la cantidad de calor acumulado por la Tierra ha aumentado en más del doble, y la mayor parte va a parar a los océanos.
“Es realmente urgente comprenderlo, porque si forma parte de una tendencia a largo plazo, es muy preocupante”, afirma Karina von Schuckmann, oceanógrafa de Mercator Ocean International, Francia y coautora del estudio.
Una razón sorprendente podría ser la reducción de los aerosoles en la atmósfera. En 2020 se introdujeron normas para limitar la cantidad de azufre en el combustible que utilizan los buques, una política destinada a hacer frente a la contaminación atmosférica.
Aunque la contaminación atmosférica tiene un impacto significativo en la salud humana, también actúa como un protector solar artificial y refleja la luz solar lejos de la Tierra. Una teoría es que la ausencia de aerosoles puede haber aumentado el calor, dijo Von Schuckmann.
Consecuencias alarmantes del calentamiento de los océanos
Cualesquiera que sean las razones del aumento del calor oceánico, las consecuencias pueden ser catastróficas si las temperaturas siguen subiendo.
Los océanos nos protegen de todos los efectos de la crisis climática. “Deberíamos dar las gracias al océano por absorber la mayor parte de lo que hemos hecho al sistema climático; de lo contrario, los efectos serían cien veces superiores a los actuales”, afirma Purkey.
Pero este papel amortiguador tiene un alto costo.
Los océanos más cálidos causan el blanqueamiento de los arrecifes de coral y están relacionados con la proliferación de algas tóxicas, que pueden absorber el oxígeno del agua y asfixiar la vida marina, obligando a veces a cerrar pesquerías. Las aguas más cálidas también son menos eficaces a la hora de absorber carbono, lo que significa que queda más en la atmósfera, que a su vez alimenta más el calentamiento global.
El nivel del mar aumenta a medida que el agua se calienta, no solo por el deshielo de las capas de hielo, sino que el agua también se expande al calentarse.
El calentamiento de la superficie potencia los ciclones y huracanes.
Los científicos están especialmente preocupados por el impacto del calentamiento en las corrientes meridionales de retorno, unas “cintas transportadoras” de los océanos que empujan el agua superficial hacia las profundidades oceánicas y desempeñan un papel clave en la regulación del equilibrio energético del planeta. “Es probablemente lo más importante que hay que vigilar”, afirma Purkey.
La fuerza de las corrientes determinará la eficacia del océano para absorber el exceso de calor producido por el hombre. Y, por ejemplo, si la corriente de retorno del océano Atlántico se debilita, o incluso desaparece, las consecuencias podrían ser nefastas: inviernos muy fríos en Europa occidental, rápido aumento del nivel del mar y alteración de los monzones tropicales.
De momento, las temperaturas de la superficie del océano han empezado a descender, aunque siguen siendo altas para esta época del año.
Mientras los científicos siguen analizando las razones del calentamiento récord de los océanos, tienen claro que se seguirán batiendo récords a medida que se intensifique la crisis climática.
“Espero que esto sirva para que todo el mundo se dé cuenta de que la trayectoria de calentamiento en la que nos encontramos no se detendrá hasta que reduzcamos nuestras emisiones a cero”, declaró England.