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China

Medios chinos ponen el foco en una influencer que murió tras tratar de perder más de 100 kg en un campamento de adelgazamiento

Por Ángela Reyes Haczek

(CNN) -- Una influencer que intentaba perder más de la mitad de su peso corporal como inspiración para sus seguidores murió, según reportes, mientras asistía a un campamento intensivo de adelgazamiento en el noroeste de China, lo que ha avivado el debate sobre cómo regular el sector de los influencers.

La muerte de esta influencer de 21 años, que publicaba bajo el nombre de Cuihua, ha llevado a los medios de comunicación estatales a alertar sobre los riesgos de seguridad que entrañan los campamentos de adelgazamiento y ha renovado la preocupación por la presión a la que se ven sometidas las mujeres para ajustarse a los cánones de belleza dominantes.

Imagen del medio estatal CNR News, que cubrió la muerte de la influencer Cuihua. (Crédito: Noticias de la Radio Nacional China/Weibo)

Imagen del medio estatal CNR News, que cubrió la muerte de la influencer Cuihua. (Crédito: Noticias de la Radio Nacional China/Weibo)

También ha intensificado el escrutinio a la industria de los influencers, que se produce apenas unas semanas después de que un joven muriera en el país tras retransmitir en directo cómo se bebía varias botellas de alcohol de alta graduación.

Cuihua había estado documentando su proceso de pérdida de peso a sus decenas de miles de seguidores en Douyin, la versión china de TikTok, en un intento de animarles en sus propias luchas contra la obesidad, informaron los medios de comunicación estatales del país.

Recientemente había publicado varios videos en los que se veía cómo se sometía a intensos ejercicios de entrenamiento y contaba que pesaba 156 kilos y que estaba intentando perder 100 kilos.

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Videos publicados en la cuenta de la joven influencer en los que aparecía corriendo y levantando pesas fueron muy compartidos en las redes sociales chinas y también aparecieron en varios medios de comunicación estatales tras su muerte a finales del mes pasado.

La Radio Nacional China informó que Cuihua —identificada por su apellido, Zhou— se había apuntado a varios campamentos de adelgazamiento en varias ciudades en un intento de alcanzar su objetivo y había perdido más de 27 kilos en los dos meses previos a su muerte.

Según la radio, Cuihua había asistido a su último campamento en la provincia de Shaanxi solo dos días antes de su muerte.

Aunque ese campamento promovía "comidas nutritivas, descanso y ejercicio saludable", dijeron que ella había optado por limitar su dieta al tiempo que se sometía a ejercicio intenso.

Desde entonces, los videos del entrenamiento de Cuihua han sido eliminados de la cuenta y también se han borrado las fotos.

Medios de comunicación estatales dijeron que la familia de la influencer había recibido una "compensación" del campamento de adelgazamiento de Shaanxi, pero no dijeron de cuánto.

Las autoridades locales han dicho que están investigando la muerte y si el campamento de adelgazamiento estaba llevando a cabo un entrenamiento excesivo o inadecuado. CNN se ha puesto en contacto con el gobierno de Huayin, en la provincia de Shaanxi, para solicitarle comentarios.

Informe de EE.UU. alerta de los peligros de las redes sociales en jóvenes 2:40

Preocupación creciente

La muerte de Zhou ha dado lugar a un renovado escrutinio tanto en la industria de la pérdida de peso como en la de los influencers.

En China, como en gran parte de Asia y el resto del mundo, las redes sociales están inundadas de tendencias poco saludables y poco realistas que promueven la pérdida de peso extrema.

Expertos en trastornos alimentarios y nutrición deportiva advierten de que incluso comportamientos aparentemente saludables, como el aumento de los niveles de ejercicio y las dietas, pueden ser perjudiciales cuando están motivados por una imagen corporal negativa y se llevan al extremo. En casos extremos, los problemas resultantes pueden ir más allá de la salud mental y provocar graves complicaciones médicas que afectan al corazón, el cerebro, el hígado, los riñones y otros órganos.

Una moda reciente en las redes sociales en China consistía en que las mujeres posaran detrás de hojas verticales de papel de impresora para demostrar que sus cinturas eran tan delgadas que no podían verse a ambos lados. También se ha visto a influencers subiendo selfies para mostrar cuántas monedas pueden sostener en sus clavículas para demostrar lo delgadas que están, o probándose ropa de niños para resaltar sus físicos menudos.

Al mismo tiempo, los crecientes niveles de obesidad en el país han aumentado la presión sobre muchas mujeres.

Según datos de una reciente encuesta nacional, más de la mitad de los adultos chinos tienen sobrepeso o son obesos, y se prevé que las tasas de obesidad aumenten.

Mientras tanto, también preocupa que algunos campamentos de adelgazamiento comercialicen regímenes cada vez más extremos como soluciones rápidas poco realistas.

"Los campamentos de adelgazamiento están creciendo salvajemente, y hay muchas denuncias sobre afirmaciones de salud y publicidades falsas. Es habitual que los participantes sufran lesiones durante el proceso de entrenamiento no regulado", advirtió la agencia estatal de noticias China News Service.

La muerte de Zhou también ha aumentado el escrutinio sobre el sector de los influencers en las redes sociales en general. En los últimos años, este sector ha sido objeto de críticas por parte de las autoridades debido a los lujosos estilos de vida que exhiben algunos influencers y a los desafíos cada vez más extremos en los que participan para atraer a su público.

El debate se reavivó el mes pasado, cuando un influencer conocido como "Hermano Tres Mil" fue hallado muerto pocas horas después de retransmitirse a sí mismo bebiendo varias botellas de Baijiu, un licor chino con una graduación alcohólica típica de entre el 30% y el 60%, como parte de un concurso online.

El año pasado, las autoridades de radiodifusión del país prohibieron a los menores de 16 años dar propinas a los livestreamers y restringieron su acceso después de las 10 p.m.

La Administración Nacional de Video y Televisión de China y el Ministerio de Cultura y Turismo también han tomado medidas para prohibir "31 comportamientos indebidos de los livestreamers".

Entre esas conductas indebidas se encuentra "animar a los usuarios a interactuar de forma vulgar", según el medio de comunicación estatal Global Times.

En Weibo, una plataforma similar a Twitter, un comentario reciente que había ganado popularidad decía que la de Zhou era "otra vida inocente azotada por el marketing y la cultura de los influencers".