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ANÁLISIS | Esta semana fue una instantánea perfecta del desorden político de Estados Unidos
(CNN) -- La visión agotadora de esta extraña semana –con el primer debate de las primarias presidenciales del Partido Republicano un día, seguido por el cuarto arresto este año del expresidente Trump al día siguiente– es que todos deberían prepararse para mucho más de este espectáculo político exclusivamente estadounidense y continuamente increíble.
Será imposible apartar la mirada.
La atmósfera distrae
La foto de recluso del expresidente Donald Trump y la caravana televisada de su viaje a la corte pintaron su arresto este jueves en la cárcel del condado de Fulton en Atlanta con una teatralidad televisiva. También insistieron en que Trump, como cualquier otro estadounidense, en última instancia debe someterse a la ley, en este caso, en relación con los cargos en su contra por sus esfuerzos por interferir en las elecciones de 2020.
Su regreso a la plataforma de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter, para compartir desafiantemente la fotografía policial sugiere que está recuperando las armas de desinformación que utilizó durante su última campaña fallida, que terminó en pérdidas e inspiró una insurrección.
Las preguntas sobre si su peso fue tergiversado en los documentos de registro (97,5 kilos para su estructura de 1,90 metros) son un recordatorio de que los pequeños detalles en disputa adquieren una sensación de importancia cuando Trump está involucrado.
La competencia no encuentra su equilibrio
El control de Trump sobre el partido que rehizo a su alrededor continúa manteniéndose.
Si hay alguna duda de que 2024 podría, en última instancia, enfrentar a Trump con el presidente Joe Biden, cabe señalar que el debate republicano que podría haber elegido a un rival legítimo del Partido Republicano para Trump puede haber elevado a Vivek Ramaswamy, el outsider y advenedizo que se está modelando como el heredero político de Trump.
La otra figura destacada reconocida en el debate, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, aún no ha superado los dos dígitos en las encuestas. Estén atentos para ver si surge un sentimiento anti-Trump en torno a ella o a alguien más.
Las preguntas más profundas son esenciales
La fotografía de recluso es una imagen de portada de los cuatro juicios, que se desarrollarán en los tribunales de toda la costa este, en los que se juzgará a Trump por:
- Lo que hizo para ser elegido en 2016 (los cargos del fiscal de distrito de Manhattan estaban relacionados con un plan para mantener silencio).
- Su tratamiento de los secretos de la nación (el caso de documentos clasificados del fiscal especial Jack Smith en Florida).
- Y lo más importante, si intentó subvertir la democracia que juró proteger en 2020 (el caso de la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, en Georgia y el de Smith en Washington).
Esto es feo, pero la alternativa es peor
Si el mundo está realmente atrapado en una lucha entre democracias y autocracias, como suele afirmar Biden, entonces es difícil no comparar los próximos juicios a Trump y las próximas elecciones estadounidenses con la otra historia mundial más sensacionalista de la semana:
En Estados Unidos, el expresidente y líder del mundo libre se entregó ante un fiscal del condado para responder a los cargos de haber planeado una conspiración para anular las elecciones de 2020.
En Rusia, un antiguo amotinado contra el líder -hombre fuerte- del país, cayó a la tierra en un misterioso y ardiente accidente aéreo.
A diferencia de Rusia, donde los rivales políticos del presidente Vladimir Putin son rutinariamente despojados de sus derechos y enviados a campos de prisioneros, en Estados Unidos podemos esperar que los jurados juzguen a Trump y sus presuntos cómplices.
Seguirá siendo agotador
Habrá numerosas subtramas y minidramas en los próximos meses.
Cómo encontrar jurados imparciales si el caso de Trump en Georgia debería trasladarse a un tribunal federal o separarse de sus presuntos cómplices y con qué rapidez deberían realizarse cualquiera de estos juicios son temas garantizados.
Pero en última instancia, así como se vio obligado a someterse a una fotografía policial, Trump tendrá que someterse al hecho de que jurados formados por sus pares, ciudadanos estadounidenses, decidirán estos juicios del siglo.
Trump argumentará persecución, como siempre
También está en todo su derecho de repetir su mantra de años de que todo esto es parte de una “cacería de brujas”.
Suponiendo que pueda seguir motivando a los votantes republicanos con su campaña de represalia y conservar su primer puesto en el Partido Republicano para convertirse en el candidato presidencial del partido por tercera vez consecutiva, entonces un jurado mucho más grande (todos los votantes estadounidenses) obtendrá su opinión sobre esa afirmación.
Y eso trae a colación otra visión, quizá más inspiradora, de esta semana tan extraña: la de que un sistema democrático que ha durado y evolucionado durante más de 200 años se defenderá por sí mismo.
La retórica está empeorando
“¿Quieres que estemos en una guerra civil? Porque eso es lo que va a pasar”, dijo la exgobernadora de Alaska Sarah Palin durante una aparición el jueves en Newsmax.
Está lejos de ser una visión generalizada, y los múltiples arrestos de Trump hasta ahora han producido poco en términos de protestas masivas. Pero es evidente que hay una nueva apertura por parte de la derecha a utilizar el lenguaje de la guerra en términos de “recuperar el país”.
El hecho es que ninguna de estas cosas está establecida
Trump sigue siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario. Podría obtener la absolución en cualquiera o en los cuatro juicios en los que está acusado.
Los votantes republicanos bien podrían elegir a otra persona. Las primarias no comenzarán hasta principios del próximo año, momento en el que la mayoría de los republicanos que preferirían ver a alguien que no sea Trump como su candidato tal vez hayan encontrado una alternativa.
Es competitivo contra Biden. Muchos republicanos temen que Trump sería más fácil de vencer para Biden que un candidato sin el bagaje de Trump, pero las encuestas actuales sugieren que las próximas elecciones presidenciales serán tan reñidas como las anteriores.
