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Análisis

ANÁLISIS | Netanyahu se enfrenta a presiones mientras crece la esperanza de un acuerdo sobre los rehenes

Por Elliott Gotkine

(CNN) -- El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y Hamas no están de acuerdo en muchas cosas. Pero hay dos aspectos en los que sí lo están: en primer lugar, ambos rechazan una solución de dos Estados; y en segundo lugar, cuando se trata de un acuerdo para recuperar a los más de 100 rehenes secuestrados por Hamas el 7 de octubre, ambas partes quieren conseguir todo lo que desean.

Hamas exige que Israel retire todos sus efectivos de Gaza y libere a un gran número de prisioneros palestinos retenidos en cárceles israelíes. Netanyahu respondió el martes: "No retiraremos las FDI de Gaza ni liberaremos a miles de terroristas. Nada de esto ocurrirá. ¿Qué ocurrirá? Una victoria total".

Es probable que ambos se sientan decepcionados. Al parecer, los negociadores han acordado un "marco" para un acuerdo. En la primera fase se produciría una pausa de seis semanas en los combates, durante la cual se liberarían rehenes civiles; por cada uno de ellos se liberarían tres prisioneros palestinos. En fases posteriores se aplicaría una proporción mayor, cuando se liberarían soldados de las FDI y cadáveres de rehenes muertos, quizá junto con una tregua más larga.

Sin embargo, sean cuales sean los contornos de un acuerdo final, no hay buenas opciones para Netanyahu. Por un lado, las familias de los rehenes, especialmente las de las mujeres que pueden haber sufrido abusos sexuales durante su cautiverio, lo presionan para que haga lo que sea necesario para traerlos a todos a casa.

Por otro, sus socios de coalición ultraderechistas; Itamar Ben Gvir, el incendiario ministro de Seguridad Nacional, dijo el martes que derrocaría al gobierno si aceptaba un acuerdo "insensato" con Hamas.

Para Netanyahu, esto es un problema. Según las últimas encuestas del Canal 12 de Israel, su popularidad sigue cayendo en picado; es muy probable que las elecciones le expulsen del cargo. Para no perjudicar aún más sus perspectivas, el primer ministro israelí se habrá dado cuenta de que la misma encuesta revela que el 50% de los israelíes se opone a un acuerdo sobre los rehenes que supondría una tregua de 45 días y la liberación de miles de prisioneros palestinos, mientras que el 38% está a favor.

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Sin embargo, incluso sin Ben Gvir y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, Netanyahu seguiría contando con el número suficiente de miembros en el gabinete para sacar adelante un acuerdo sobre los rehenes. E incluso si no lo tuviera, el líder de la oposición, Yair Lapid, dice que intervendría para apoyar al primer ministro en esta cuestión.

Podrían ocurrir muchas cosas que echaran por tierra un acuerdo sobre los rehenes. La represalia estadounidense a un ataque mortal con drones por parte de milicias respaldadas por Irán es una de ellas (Irán es también el patrocinador de Hamas). Pero el optimismo de que se pueda llegar a un acuerdo nunca ha sido tan grande. ¿Quizás Hamas e Israel encuentren algo más en lo que ponerse de acuerdo?