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Análisis

ANÁLISIS | La economía es la principal preocupación de los salvadoreños mientras el país crece a ritmo lento

Por Melissa Velásquez Loaiza

(CNN Español) -- Hace cinco años cuando Nayib Buekele llegó a la presidencia de El Salvador la preocupación más grande para los salvadoreños era la delincuencia y la inseguridad por las pandillas. Ahora, la principal preocupación es la economía, el desempleo y el alto costo de vida. En El Salvador el dinero no alcanza.

Esas cifras provienen de dos encuestas publicadas en enero de 2024. La primera del ellas es la del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Esta encuesta muestra que el principal problema que enfrenta El Salvador es la economía (69,9%). La delincuencia (4,6) y el régimen de excepción (1%) para controlar la violencia en el país son problemas secundarios. Entre lo que más preocupa a los salvadoreños está la economía misma, el desempleo, el alto costo de vida y de la canasta básica y la pobreza, según esta encuesta.

Otro sondeo del Centro de Estudios de Opinión Pública del centro de pensamiento Fundaungo, con sede en San Salvador, también tiene el mismo hallazgo: al cierre de 2023, 7 de cada 10 personas (69,9 %) señalaron que la economía es el problema más grave que enfrenta el país y solo el 4,4% de los encuestados identifica problemas asociados con la inseguridad y la violencia.

"Los precios siguen creciendo", le dijo a CNN Lourdes Molina, economista senior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales Icefi, un centro que investiga y analiza temas en materia fiscal en América Central.

"Sabemos que esto es una tendencia que se observa en el mundo y que en los últimos años fue muchísimo más grande, en 2021 y 2022", agregó Molina. Ella dice que si bien en 2023 el aumento de los precios fue menor, siguieron con una tendencia al alza.

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"Esto es como cuando tú vas acelerando en el carro y vas a 200 kilómetros por hora y luego bajaste la velocidad a 50 kilómetros por hora o a 20 kilómetros por hora, tú sigues avanzando, solo que lo haces más lento. Lo mismo sucede con los precios", dijo.

La realidad económica de El Salvador

La inflación de El Salvador en 2021 fue de 6,11%, de 7,32% en 2022 y de 1,23% en 2023, según datos oficiales. Los dos años anteriores a la pandemia la inflación fue de 2,04% en 2019 y 0,43% en 2019.

Un vendedor de helados cuenta monedas de dólares en el centro histórico de San Salvador, el 29 de enero de 2023. (Crédito:

El PIB de El Salvador se contrajo en 2020 por la pandemia (un -7,9%). En 2021 tuvo una expansión de 11,2%, pero el crecimiento se moderó hasta llegar a un modesto 2,6% en 2022, según cifras del Banco Central de El Salvador.

"Se ve como un salto enorme pero en realidad ni siquiera nos permite regresar a los niveles que veíamos de crecimiento en 2019", dijo Molina sobre el comportamiento del PIB.

"El Salvador es un país muy caro", dijo a CNN Zaira Navas, analista sénior de Cristosal, una organización no gubernamental patrocinada por obispos anglicanos estadounidenses que promueve los derechos humanos y la democracia en Centroamérica.

"Con un salario mínimo, un poco más de US$ 300, y una canasta básica superior a los US$ 450, con comercio informal esencialmente para ingresos", el dinero apenas alcanza, dijo Navas. Agrega que si bien el presidente Nayib Bukele goza de una gran popularidad, el tema económico le podrá salir caro al mandatario en un posible segundo gobierno, de ser elegido este 4 de febrero. Su reelección es polémica. Para muchos, inconstitucional.

CNN se comunicó con la Presidencia de El Salvador para obtener un comentario pero no obtuvo respuesta.

Ese impacto en las condiciones de vida de la población se ve reflejado directamente en el aumento de la pobreza y la pobreza extrema, concuerdan las analistas.

Un informe de 2021 de las Naciones Unidas reportó que en el país cerca del 70% de las personas trabajadoras son informales, lo cual implica que buena parte de la población "no está cubierta por los sistemas de seguridad social ni previsional". Ese informe dice que el 68% de los hogares de El Salvador no cuenta con seguridad social y que el 62% de los hogares están en condición de "subempleo e inestabilidad", haciéndolos vulnerables al desempleo, la pérdida de ingresos y medios para subsistir.

El Banco Mundial dice que si bien entre 2009 y 2019 el porcentaje de población por debajo de la línea de pobreza se redujo en un 17%, en 2021 esa cifra alcanzó un 28,4%. De una población de 6,6 millones de personas, 1,8 millones de salvadoreños estaban en pobreza extrema y no podían acceder a necesidades básicas de alimentación, según el BM.

Bitcoin

Un estudiante pasa junto a un muro pintado con un símbolo de protesta anti-bitcoin en San Salvador el 6 de septiembre de 2023. El bitcoin, la apuesta del presidente Nayib Bukele para dinamizar la economía salvadoreña, cumple dos años como moneda de curso legal en El Salvador, con uso muy restringido , sin generar confianza en la población. (Crédito: MARVIN RECINOS/AFP vía Getty Images)

Bukele, contra indicadores macroeconómicos internacionales

Bukele, un presidente altamente popular en su nación, dijo que no confía en los indicadores que miden "la salud de un país" como lo hacen el Banco Mundial o el FMI. En una entrevista con Tucker Carlson de FoxNews en noviembre de 2022 dijo que esas cifras son "falsas", pero hay que "seguirles el juego".

"Ellos usan este tipo de medición que es totalmente falsa porque no miden si a un país le va bien o le está yendo mal. Son falsos", dijo Bukele en 2022.

"Tenemos que seguirle el juego. Todo el mundo lo hace... Nosotros usamos esas medidas. Lo tenemos que hacer porque las organizaciones internacionales usan esos indicadores para fundamentar sus pronósticos sobre el país", agregó.

Dijo que lo importante es la seguridad o la tasa delincuencial, una cifra que su Gobierno muestra con orgullo, pues en 2023 la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes fue de 2,4%, la más baja en la historia del país.

En un evento con empresarios en noviembre de 2023, Bukele habló de las economías ilegales de las pandillas que soportan la economía de El Salvador y cómo ha logrado sostener un posible golpe económico que vendría con la desestructuración de las pandillas.

Habló de cómo esos grupos mantienen una economía ilegal con tráfico de drogas, armas, extorsiones, homicidios, e ingresan ese dinero o la economía legal: comprando comida para sus familias, televisores, ropa, pagando facturas, etc.

Con ese panorama, dijo Bukele, sabía que al combatir la delincuencia también habría un riesgo de un golpe económico para el país.

"Íbamos a recibir el golpe económico de cortar la delincuencia, pero nos íbamos a sanar. Y luego vamos a poder recuperar lo perdido y aún más porque ya iban a haber los incentivos correctos puestos en la sociedad", dijo Bukele.

"Decidimos enfrentar la delincuencia directamente a pesar del costo económico que pudiera tener. Sorpresivamente terminó el año 2022 y no cayó el PIB, más bien subió. No lo que hubiéramos querido. No cayó. Subió. Y ahora vamos a terminar el 2023 y tampoco cayó el PIB, más bien subió", agregó.

La moneda en curso de El Salvador es el dólare estadounidense. Desde 2021 también lo es el bitcin. (Crédito: MARVIN RECINOS/AFP via Getty Images)

Las preocupaciones por el bitcoin

El Salvador oficializó en septiembre de 2021 el bitcoin como moneda de curso legal, junto al dólar. Desde esa fecha, el Gobierno de Bukele ha invertido más de US$ 119 millones para comprar 2.821 bitcoins en diferentes momentos, de acuerdo con el sitio Nayibtracker.com, un portal de seguimiento que mide y registra las compras anunciadas por Bukele en su cuenta de Twitter.

Desde que el bitcoin se volvió moneda de curso legal junto al dólar en septiembre de 2021, la confianza de entidades como el Banco Mundial y el FMI se ha visto minada.

El Banco Mundial dice que "persisten los riesgos subyacentes a la integridad y estabilidad financieras, la sostenibilidad fiscal y la protección del consumidor".

El FMI instó a El Salvador en 2022 a eliminar al bitcoin como moneda legal debido a "grandes riesgos asociados" a su uso "para la estabilidad financiera, la integridad financiera y la protección del consumidor, así como las posibles contingencias fiscales".

En junio, durante otra caída del valor del bitcoin, el presidente Bukele dijo que “la paciencia es la clave” y recomendó a quienes estaban preocupados o ansiosos que “dejen de ver la gráfica y disfruten la vida. Si invirtieron en #BTC su inversión está segura y su valor crecerá muchísimo después del bear market”.

Una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana divulgada en octubre pasado señala que el 75,6% de los consultados dijo no haber hecho compras con bitcoin, mientras que un 77,1% afirmó que el Gobierno no debería seguir invirtiendo fondos públicos para comprar esa criptomoneda.

¿El milagro Bukele?

Algunas compañías internacionales han destacado el trabajo de Bukele en lo económico. JPMorgan habló de "signos de un impulso sincronizado" en la economía salvadoreña en 2022, con la industria manufacturera y la construcción "en fuerte auge y otros indicadores relacionados con la demanda interna están funcionando bien". Standard & Poor's mejoró la nota crediticia de El Salvador dos veces en 2023, poniéndolo en ‘B-/B’. Y el turismo es una de las principales apuestas del Gobierno para atraer inversiones.

Pero las cifras muestran que El Salvador es el país que menos aumento tuvo del PIB en Centroamérica (Panamá y Costa Rica lideraron este rubro). Y en cuestiones de inversión extranjera directa, mientras que Costa Rica tuvo US$ 3.673 millones en 2022 y Panamá US$ 2.513 millones en inversión, El Salvador tuvo una cifra negativa de US$ 101 millones menos, que se explican en "desinversiones en el sector de manufacturas (US$ 294 millones menos), que no pudieron compensarse con las inversiones en servicios, que también se redujeron con relación a 2021 (-35%)", según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Y el panorama puede no mejorar en 2024: la unidad investigativa de The Economist estimó que para este año "la actividad económica seguirá enfriándose a medida que el aumento brusco y sincronizado de las tasas de interés mundiales surtan mayor efecto". The Economist no confía en que se materialice un acuerdo entre San Salvador y el FMI "dado el historial de heterodoxia macroeconómica del Gobierno, como lo ilustra el uso oficial de bitcoin como moneda de curso legal". Sin eso, son pocas las probabilidades de impulsar un mayor desarrollo de infraestructura.

"En la narrativa gubernamental sí hay un discurso de que somos un paraíso para atraer inversiones, y que todo el mundo está peleando por invertir en El Salvador. Pero lo que las cifras oficiales del Banco Central de Reserva dicen es que no estamos atrayendo inversión extranjera directa", sostiene el análisis.

"Se llega a mencionar incluso el milagro salvadoreño. ¿El milagro de qué? De acuerdo con las cifras oficiales, este milagro no existe. Los indicadores macroeconómicos del país nos dicen que ese milagro económico no existe".