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El FBI dice a los pasajeros de Alaska Airlines que pueden ser "víctimas de un delito"

(CNN) -- Los pasajeros a bordo del Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines que sufrió una aterradora explosión en el aire en enero recibieron una carta del FBI diciendo que pueden ser víctimas “de un delito”.

El abogado Mark Lindquist, quien representa a varios pasajeros que viajaban en el vuelo 1282 de Alaska Airlines, compartió con CNN la carta que la oficina del FBI en Seattle envió a los pasajeros este martes.

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“Me comunico con usted porque lo hemos identificado como una posible víctima de un delito”, se lee en parte de la carta. También señala que el FBI está investigando el caso actualmente.

“Mis clientes y yo damos la bienvenida a la investigación del Departamento de Justicia [de EE.UU.]”, dijo Lindquist a CNN. “Queremos rendición de cuentas. Queremos respuestas. Queremos aviones Boeing más seguros. Y una investigación del Departamento de Justicia ayuda a avanzar en nuestros objetivos”.

El abogado Robert Clifford, quien representa a muchos familiares de las víctimas del accidente de 2019 de un avión Boeing 737 Max operado por Etopian Air, así como a algunos de los pasajeros recientes de Alaska Air, dijo que algunos de sus clientes en Alaska Air también recibieron la carta notificándoles que podrían ser víctimas de un delito.

"Estoy seguro de que todos los que viajan en el avión recibirán esta carta", dijo a CNN. "Las familias de las víctimas de Etopian Air también deberían haber sido consideradas víctimas del crimen".

Además de las cartas enviadas a los pasajeros, los asistentes de vuelo a bordo del vuelo 1282 de Alaska Air fueron entrevistados por investigadores del Departamento de Justicia, según personas familiarizadas con la situación.

Las cartas fueron reportadas por primera vez por The Wall Street Journal a principios de este mes.

"El FBI no confirma ni niega la existencia de una investigación", escribió la Oficina de Asuntos Públicos del FBI en Seattle, en un correo electrónico a CNN, citando la política del Departamento de Justicia.

La posible responsabilidad penal de Boeing

Pero la Justicia abrió una investigación sobre el incidente y sobre Boeing en febrero, informó anteriormente CNN. Esa investigación tiene el potencial de alterar un controvertido acuerdo de procesamiento diferido que Boeing alcanzó con el Departamento de Justicia en el último mes de la administración Trump.

El acuerdo, que fue criticado por familiares de víctimas del accidente y miembros del Congreso, se debió a acusaciones de que Boeing defraudó a la Administración Federal de Aviación durante el proceso de certificación original de los aviones 737 Max. Boeing acordó pagar US$ 2.500 millones como parte de ese acuerdo, pero la mayor parte era dinero que Boeing ya había acordado pagar a las aerolíneas que habían comprado los aviones Max que estuvieron en tierra durante 20 meses después del accidente de Etopian Air y un accidente anterior en Indonesia.

El acuerdo de enjuiciamiento diferido podría haber puesto fin a la amenaza de que Boeing enfrentara responsabilidad penal por esos cargos de fraude anteriores. Pero el incidente de Alaska Air se produjo pocos días antes de que finalizara un período de prueba de tres años, por lo que la investigación penal podría exponer a Boeing a cargos no solo por el incidente de Alaska Air sino también por las acusaciones anteriores de irregularidades criminales.

Boeing declinó hacer comentarios.

El 5 de enero, 171 pasajeros y seis miembros de la tripulación abordaron el vuelo en Portland, Oregon, con destino a Ontario, California. De repente, después del despegue, un panel del fuselaje llamado “tapón de puerta” explotó, lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia.

Una investigación preliminar realizada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE.UU. (NTSB, por sus siglas en inglés) encontró que el avión –que Boeing entregó a Alaska en octubre– había salido de la fábrica de Boeing sin los cuatro pernos necesarios para mantener el tapón de la puerta en su lugar.

Si bien la NTSB aún tiene que evaluar la culpa por los pernos faltantes, ha criticado a Boeing por no tener la documentación disponible que demuestre quién trabajó en el tapón de la puerta cuando el avión estaba en la fábrica de Boeing.

La Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) también encontró múltiples problemas con las prácticas de producción tanto de Boeing como de su principal proveedor, Spirit AeroSystems, luego de una auditoría de seis semanas de Boeing generada por la explosión del tapón de la puerta, el 5 de enero.

Recientemente, también se enviaron citaciones del Departamento de Justicia en busca de documentos e información que puedan estar relacionados con Boeing y Spirit AeroSystems y mencionen el “tapón de puerta” que se utiliza en los Boeing 737 Max 9, según un informe de Bloomberg.

El CEO de Boeing, Dave Calhoun, dijo a los inversores, el mes pasado, que “nosotros causamos el problema y lo entendemos. Cualesquiera que sean las conclusiones a las que se llegue, Boeing es responsable de lo sucedido”.

El acontecimiento se produce la misma semana que Boeing dijo que reportará grandes pérdidas en el primer trimestre de este año derivadas del incidente de Alaska Airlines.

Las pérdidas se deberán en parte a la compensación a las aerolíneas propietarias del Max 9, que estuvo en tierra durante tres semanas después del incidente. El CEO de Alaska Air, Ben Minicucci, dijo a los inversores el mes pasado que el incidente le costó a su aerolínea alrededor de US$ 150 millones y que esperaba que Boeing los compensara por esas pérdidas.

Los otros contribuyentes a las pérdidas serán "todas las cosas que estamos haciendo en la fábrica", dijo el miércoles el director financiero, Brian West, lo que llevó a una producción más lenta en su planta 737 Max, en Renton, Washington.