(CNN) – Cuando sale el sol a primera hora de la mañana sobre la Gran Barrera de Coral, su luz atraviesa las aguas turquesas de una laguna poco profunda, dando vida a más de una docena de tortugas.
Estas aguas que rodean la isla de Lady Elliot, frente a la costa oriental de Australia, ofrecen uno de los lugares más espectaculares del mundo para practicar esnórquel, pero también están en primera línea de la crisis climática, pues han sido uno de los primeros lugares en sufrir un blanqueamiento masivo de coral que ya se extendió por todo el mundo.
La Gran Barrera de Coral acaba de sufrir su peor verano desde que se tienen registros, y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) anunció el mes pasado que el mundo está sufriendo un blanqueamiento masivo de corales –el cuarto desde finales de la década de 1990– que afecta al menos a 53 países.
Los corales son víctimas del aumento de las temperaturas globales, que han batido récords históricos en el último año, causado principalmente por los combustibles fósiles que aumentan las emisiones de carbono y acelerado por el patrón climático de El Niño, que calienta las temperaturas oceánicas en esta parte del mundo.
CNN fue testigo de la decoloración de la Gran Barrera de Coral a mediados de febrero, en cinco arrecifes diferentes que abarcan las partes norte y sur del ecosistema de 2.300 kilómetros.
“Lo que está ocurriendo ahora en nuestros océanos es como incendios forestales bajo el agua”, afirmó Kate Quigley, investigadora científica principal de la Fundación Minderoo de Australia. “Vamos a tener tanto calentamiento que vamos a llegar a un punto de inflexión, y no vamos a ser capaces de volver de eso”.
Corales blanqueados por las altas temperaturas del agua en la Gran Barrera de Coral, Australia. (Video: CNN)
El blanqueamiento se produce cuando las olas de calor marinas someten a los corales a estrés, provocando que expulsen las algas de sus tejidos y pierdan su color. Los corales pueden recuperarse del blanqueamiento si las temperaturas vuelven a la normalidad, pero perecerán si el agua se mantiene más caliente de lo habitual.
“Es una mortandad”, dijo el profesor Ove Hoegh-Guldberg, climatólogo de la Universidad de Queensland (Australia) y científico jefe de la Fundación de la Gran Barrera de Coral. “Las temperaturas se han calentado tanto que se salen de lo normal… nunca antes se habían producido a este nivel”.
La destrucción de los ecosistemas marinos supondría una sentencia de muerte real para alrededor de una cuarta parte de las especies que dependen de los arrecifes para sobrevivir, y amenazaría a unos mil millones de personas que dependen de los peces de arrecife para su alimentación y sustento. Los arrecifes también proporcionan una protección vital para las costas, reduciendo el impacto de las inundaciones, los ciclones y el aumento del nivel del mar.
“La humanidad se ve amenazada a un ritmo que no estoy seguro de que comprendamos realmente”, afirmó Hoegh-Guldberg.
“Solo rezo para que vuelvan los corales”
Tras despegar de Brisbane justo después del amanecer, nuestro minúsculo avión de hélice bordea kilómetros de costa de Queensland antes de dirigirse hacia el norte sobre las cristalinas aguas del mar del Coral, revelando la belleza de este vasto sistema de arrecifes bajo su superficie.
Nuestro destino es la isla Lady Elliot, un remoto cayo de coral encaramado en el extremo sur de la Gran Barrera de Coral.
El piloto Peter Gash es el arrendatario de la isla, y su familia lleva casi 20 años organizando excursiones.
“Lo convertimos en el trabajo de nuestra vida”, dijo Gash. “Mi mujer y yo nos casamos, fui y aprendí a pilotar aviones para poder traer gente aquí”.
Gash sortea los vientos cruzados de su pequeña aeronave para aterrizar con seguridad en la corta pista cubierta de hierba.
Décadas atrás, la isla era un paisaje estéril desprovisto de vegetación tras años de extracción de residuos de aves marinas ricos en nutrientes -conocidos como guano- a finales del siglo XIX.
La familia Gash se propuso devolver la vida a la isla, plantando unas 10.000 especies autóctonas de árboles para crear un bosque artificial y una reserva natural, y utilizando energía solar, baterías y un sistema de desalinización de agua para mantener un pequeño complejo ecoturístico.
La isla alberga ahora hasta 200.000 aves marinas, que han ayudado a regenerar el arrecife de coral que la bordea.
“Si podemos recuperar este pequeño lugar, este pequeño círculo, podemos recuperar este gran lugar, todo el planeta”, comentó Gash. “Eso es lo que realmente me motiva, es intentar animar a la gente para que sepa que no es inútil, que se puede hacer”.
Peter Gash inspecciona el arrecife que rodea la isla Lady Elliot. (Video: CNN)
Gash lleva a CNN en una excursión de esnórquel y se sumerge para explorar la selva submarina de su patio trasero. Las vibrantes colonias de coral rebosan de color y están repletas de cientos de especies, como mantarrayas, tiburones de arrecife, peces payaso y tortugas.
Cuando el mayor entusiasta de la isla vuelve a la superficie para respirar, ni siquiera él puede ocultar su sorpresa ante la magnitud del blanqueamiento del coral.
“Es peor de lo que pensaba”, comentó Gash mientras caminaba por la superficie. “Solo rezo para que los corales vuelvan el año que viene”.
“Silencioso como un cementerio”
Más allá de la Gran Barrera de Coral, la ola de calor que azota el planeta ya afectó a algunos de los arrecifes de coral más famosos del mundo, como los del mar Rojo, Indonesia y las Seychelles.
El año pasado, el aumento de las temperaturas oceánicas también causó la destrucción generalizada de corales en el Caribe y Florida, y expertos estadounidenses predicen nuevos daños este verano.
“Cada vez estoy más preocupado por el verano de 2024 en el Gran Caribe y Florida”, declaró Derek Manzello, coordinador del programa de Vigilancia de Arrecifes de Coral de la NOAA.
“No hará falta mucho calentamiento estacional adicional para que las temperaturas superen el umbral del blanqueamiento”.
En febrero, la NOAA añadió tres nuevos niveles a sus mapas de alerta de blanqueamiento de corales, para permitir a los científicos evaluar la nueva escala del calentamiento submarino.
Los científicos esperan que las duras imágenes de blanqueamientos masivos y las sombrías predicciones sobre la supervivencia de los arrecifes de coral a largo plazo impulsen a los líderes mundiales a tomar medidas enérgicas para reducir las emisiones de carbono y abandonar los combustibles fósiles.
Los investigadores también intentan ganar tiempo para los arrecifes de coral hasta que el mundo pueda controlar las emisiones.
Durante los últimos seis años, Peter Harrison y su equipo de la Southern Cross University de Nueva Gales del Sur han estado desarrollando un programa de “fecundación in vitro de corales” para aumentar la reproducción del coral en el arrecife. Los investigadores utilizan redes de pesca para capturar el desove de corales sanos que se reproducen, luego cultivan las larvas en estanques flotantes antes de liberarlas en las zonas dañadas del arrecife para ayudar a estimular la recuperación.
“Tenemos que actuar ya para mantener vivos los corales en el mayor número posible de arrecifes de todo el planeta”, afirmó Harrison.
En el Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS por sus siglas en inglés) también se están llevando a cabo proyectos de investigación sobre la cría de corales resistentes al calor que puedan sobrevivir a temperaturas más altas, y sobre el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial para intentar que algunos de los procesos sean escalables para el enorme tamaño del arrecife.
El Gobierno de Australia ha sido criticado por destinar cientos de millones de dólares a una multitud de proyectos de investigación de los arrecifes, mientras que al mismo tiempo redobla el uso y la producción de los combustibles fósiles que impulsan el cambio climático, incluso aprobando la apertura de cuatro nuevas minas de carbón en 2023.
«Tenemos esta terrible disonancia de que Australia está realizando minería y vendiendo para ser quemada a gran escala y a gran velocidad la misma cosa, la misma contaminación que está impulsando la destrucción de este hermoso lugar”, dijo a CNN David Ritter, director general de Greenpeace Australia, en la cubierta superior de un barco cerca del arrecife Briggs, en el norte de la Gran Barrera de Coral.
Australia se comprometió a obtener el 82% de su electricidad de fuentes renovables para 2030 y legisló una ruta hacia las emisiones netas cero para 2050. Pero ese ritmo de transición es demasiado lento para muchos activistas, que señalan que al planeta aún le quedan años de calentamiento debido a la contaminación por carbono ya liberada a la atmósfera.
“La verdad es que el sistema ya provocó más desastres, sobrealimentados por el cambio climático”, afirmó Ritter.
Tortugas marinas y tiburones bajo el agua en la isla Lady Elliot, Australia. (Video: CNN)
Los científicos predicen que, al ritmo actual de calentamiento, la temperatura promedio mundial podría ser 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales en 2050. A ese nivel de calor, el 99% de los arrecifes de coral simplemente morirán.
Para los biólogos marinos testigos de esta mortandad, hay un verdadero sentimiento de luto.
David Wachenfeld, director del programa de investigación del AIMS, dijo que todos los que están relacionados con los arrecifes “luchan” con sentimientos de dolor e impotencia.
“Los arrecifes de coral son como mínimo un canario en la mina de carbón del cambio climático.”, comentó. “La trayectoria que llevamos ahora es realmente aterradora”.
Harrison, investigador de la Southern Cross University, lo describió como un “luto ecológico”.
“Si nadas sobre un sistema de arrecifes que unos meses antes era vibrante, colorido, los sonidos del arrecife eran increíbles”, dijo.
“Y cuando vuelves a nadar sobre él, todo parece un cementerio. Tan silencioso como un cementerio”.
El documental “Warning to the World: Australia’s Climate Disasters» se emitirá en The Whole Story with Anderson Cooper este domingo 5 de mayo a las 8 p.m. ET.