Resumen y resultados de las elecciones en Reino Unido 2024 que Keir Starmer ganó

El primer ministro saliente dijo haber escuchado la "ira" de los votantes británicos, que propinaron a su Partido Conservador la peor derrota de su historia, y pidió disculpas a los candidatos que perdieron sus escaños.

"Escuché su enfado, su decepción, y asumo la responsabilidad de esta derrota", dijo Sunak.

Sunak anunció que dimitirá como líder del partido en un futuro próximo. Al reflexionar sobre sus 21 meses de mandato, Sunak dijo que había "devuelto la estabilidad a nuestra economía" y reconstruido las relaciones de Gran Bretaña con sus aliados.

Destacó el importante acuerdo que alcanzó para normalizar las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea tras el Brexit -una política que él defendió- como otro de sus logros.

Sunak deseó éxito al líder laborista Keir Starmer cuando se convierta en primer ministro este viernes.

Sean cuales sean nuestros desacuerdos en esta campaña, es un hombre decente y de espíritu público al que respeto. Él y su familia merecen toda nuestra comprensión en la enorme transición a su nueva vida detrás de esta puerta, y mientras él se enfrenta a este trabajo tan exigente en un mundo cada vez más inestable", declaró Sunak.

Por último, Sunak -el primero en ser primer ministro británico de origen asiático- reflexionó sobre su trayectoria.

"Una de las cosas más destacables de Gran Bretaña es que dos generaciones después de que mis abuelos llegaran aquí con poco, yo pudiera convertirme en primer ministro, y que pudiera ver a mis dos hijas pequeñas encender velas de Diwali en las escaleras de Downing Street", dijo.

Tal vez en un guiño al aumento del apoyo al partido de extrema derecha Reform UK, Sunak dijo: "Debemos mantenernos fieles a esa idea de lo que somos: esa visión de la amabilidad, la decencia y la tolerancia que siempre ha sido el estilo británico".

El primer ministro, Rishi Sunak, declaró que dimitirá como líder del Partido Conservador tras perder las elecciones de forma aplastante.

"Tras este resultado, dimitiré como líder del partido", dijo, una decisión que desencadenará una competición para convertirse en el próximo líder conservador.

"Al país, me gustaría decirle ante todo: lo siento", dijo en un discurso ante el público británico a las puertas de Downing Street con motivo del fin de su mandato.

"Lo he dado todo por este trabajo, pero ustedes enviaron una señal clara de que el Gobierno del Reino Unido debe cambiar, y el suyo es el único juicio que importa", añadió Sunak.

Su partido fue derrotado por los laboristas de la oposición y presionado por el Partido Reformista, liderado por Nigel Farage, y los resurgentes liberaldemócratas centristas.

Varios ministros del gabinete conservador perdieron sus escaños y el partido debe decidir ahora cómo responder a los retos de la oposición.

En algún lugar de Londres, un camión de mudanzas pronto empezará a avanzar hacia Westminster. Se recogerán los escritorios, se retirarán las fotografías y se vaciarán los armarios. Esta tarde, el número 10 de Downing Street tendrá un nuevo residente.

En otros países, el intervalo entre unas elecciones y la formación de un nuevo gobierno puede durar meses. En el Reino Unido, el poder se transfiere con implacable eficacia.

En las próximas horas, se espera que Sunak pronuncie un discurso de dimisión; Starmer, uno de victoria; ambos visitarán el Palacio de Buckingham.

Por la tarde, la conversación se habrá trasladado a la composición del gobierno de Starmer. Hasta entonces les traeremos las últimas noticias.

Puede que el Partido Laborista haya obtenido una amplia mayoría en el Parlamento, pero, una vez terminadas las celebraciones, tendrá que plantearse una pregunta difícil: ¿por qué se han quedado en casa tantos votantes?

Los datos oficiales muestran que la participación electoral -la proporción de votantes con derecho a voto que realmente votaron- se situó justo por debajo del 60%, siendo sólo la segunda vez en el último siglo que más del 40% de los votantes decidieron quedarse en casa.

En 2001 se situó en el 59,4%, algo que los comentaristas políticos atribuyeron entonces al dominio del Partido Laborista de Tony Blair. Su victoria se daba por segura mucho antes de la votación.

Dadas las predicciones de una importante victoria laborista, es posible que algunos votantes decidieran saltarse la votación del jueves porque pensaban que las elecciones ya estaban decididas.

Pero hay otras explicaciones posibles.

Es posible que algunos votantes de Escocia no acudieran a votar debido a su horario. En Escocia, los colegios ya han cerrado por las vacaciones de verano, lo que significa que algunas familias podrían haber estado de vacaciones. Aunque el voto por correo es posible -y popular- en el Reino Unido, los medios de comunicación británicos informaron de retrasos en la entrega de algunas papeletas.

Y luego están los votantes que han decidido no votar porque están hartos de la política: no quieren que los conservadores sigan en el poder, pero no les inspiran las alternativas.

He aquí una selección de la participación electoral a lo largo del siglo pasado, según los datos electorales de la Biblioteca de la Cámara de los Comunes:

1924: 77.0%
1929: 76% (Las primeras elecciones en las que hombres y mujeres tuvieron el mismo derecho al voto)
1931: 76.4%
1935: 71.1%
1945: 72.8%
1950: 83.9%
1970: 72.0%
1979: 76.0%
1987: 75.3%
1992: 77.7%
1997: 71.4%
2001: 59.4%
2005: 61.4%
2010: 65.1%
2015: 66.2%
2017: 68.8%
2019: 67.3%
2024 (a viernes por la mañana): 59.9%

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha reconocido su derrota ante el Partido Laborista de la oposición en las elecciones generales del Reino Unido, en las que los votantes han emitido un veredicto devastador sobre 14 años de gobierno conservador.

Esto es lo que hay que saber:

El Partido Laborista gana a lo grande: Los laboristas de centro-izquierda ganaron las elecciones por goleada, asegurándose la mayor mayoría de su historia. El líder del partido, Keir Starmer, celebró la victoria ante sus simpatizantes en la galería de arte Tate Modern de Londres. "El cambio empieza ahora. Me siento bien, tengo que ser sincero", dijo.

Destacados conservadores pierden sus escaños: Los conservadores han tenido una noche difícil, sufriendo la mayor derrota desde que se formó el partido. Entre los conservadores de alto rango que pierden sus escaños: la ex Primera Ministra (aunque de corta duración) Liz Truss, la líder de la Cámara de los Comunes Penny Mordaunt, el Secretario de Defensa Grant Shapps y el Secretario de Justicia Alex Chalk.

Se espera el traspaso de poderes el viernes: Se espera que Sunak pronuncie un discurso de despedida ante el número 10 de Downing Street, la famosa residencia del Primer Ministro británico, antes de recorrer la corta distancia que le separa del Palacio de Buckingham para ver al Rey Carlos III y presentar formalmente su dimisión. Una vez fuera, Starmer tendrá su audiencia con el monarca, que le pedirá que forme gobierno. El recién acuñado Primer Ministro viajará entonces a Downing Street, donde se dirigirá a la nación.

Cambiar los oídos del Reino Unido en el voto de la derecha: Un insurgente partido populista de derechas liderado por Nigel Farage obtuvo cuatro escaños, y el propio Farage entró en el Parlamento por primera vez, tras haberse presentado siete veces en el pasado.

Los Liberales Demócratas renacen: Los demócratas liberales obtuvieron el mejor resultado de su historia y volverán a ser el tercer partido británico en Westminster. Desbancaron a varios conservadores de alto perfil.

Los Verdes cuadruplican sus escaños: El Partido Verde ganó cuatro puestos en el Parlamento, ganando tres escaños más en comparación con las últimas elecciones de 2019.

El SNP arrasa: El Partido Nacional Escocés ha sufrido grandes pérdidas en Escocia, lo que probablemente pone fin a la cuestión de una Escocia independiente por ahora. Los laboristas le arrebataron una gran cantidad de escaños.

Baja participación: La participación va camino de ser la más baja de los últimos 20 años. De los escaños declarados a primera hora de la mañana del viernes, la participación se sitúa justo por debajo del 60%, por debajo del 67,3% de las últimas elecciones de 2019.

Líderes de varias naciones han enviado sus felicitaciones al próximo Primer Ministro británico, Keir Starmer.

El Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, publicó una foto suya y de Starmer en X, escribiendo que tienen "mucho trabajo por delante".

Por su parte, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, envió "felicitaciones a mi amigo y nuevo primer ministro del Reino Unido @Keir_Starmer por su rotunda victoria electoral." Añadió en un post en X que estaba deseando "trabajar constructivamente" con el Gobierno laborista entrante.

El Primer Ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, felicitó en las redes sociales a Starmer por su "histórica victoria electoral".

El primer ministro de Malta, Robert Abela, se mostró "encantado por la rotunda victoria de @Keir_Starmer en las elecciones generales del Reino Unido" en un post en X.

"Enhorabuena a @UKLabour por impulsar una campaña progresista y atractiva que empoderó a los ciudadanos del Reino Unido. Espero fortalecer aún más las excelentes relaciones entre [Malta] y [el Reino Unido]", dijo Abela.

El presidente francés, Emmanuel Macron, felicitó a Starmer y aludió a que ya había hablado con el primer ministro entrante.

"Encantado de nuestra primera conversación. Continuaremos el trabajo iniciado con el Reino Unido por nuestra cooperación bilateral, por la paz y la seguridad en Europa, por el clima y por la IA", dijo Macron en un post en X.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, felicitó a Starmer por su "convincente victoria electoral" en un post en X.

"Ucrania y el Reino Unido han sido y seguirán siendo aliados de confianza en las buenas y en las malas", escribió.

"Seguiremos defendiendo y promoviendo nuestros valores comunes de vida, libertad y un orden internacional basado en normas".

Aunque sin duda fue una buena noche para los laboristas, su postura sobre la guerra en Gaza le ha costado votos al partido.

Candidatos independientes propalestinos han conseguido desbancar a los laboristas en tres circunscripciones que el partido ganó en 2019: Blackburn, Leicester Sur e Islington Norte.

Adnan Hussain, que prometió asegurarse de que se escuche la oposición a "la injusticia que se está infligiendo contra el pueblo de Gaza", ganó en Blackburn, una circunscripción que hasta ahora había votado laborista en todas las elecciones desde su creación en 1955.

Por su parte, el diputado laborista en la sombra Jonathan Ashworth, que había sido diputado por Leicester Sur desde 2011, fue desbancado por el candidato independiente Shockat Adam, que obtuvo un 35,2% frente al 32,9% de Ashworth.

"Mientras se comete un genocidio en Gaza, según todos los observadores de derechos humanos, muchos han expresado sentirse traicionados e ignorados en este asunto", dijo Adam en su campaña para ganar la circunscripción de Leicester Sur.

El ex líder laborista de izquierdas Jeremy Corbyn, expulsado del partido por antisemitismo, ganó la circunscripción de Islington Norte como independiente. Su victoria le da la oportunidad de desafiar en el Parlamento al actual líder laborista (y próximo primer ministro) Keir Starmer, que ha tratado de remodelar el laborismo de la era Corbyn.

Sin embargo, los laboristas han ganado la circunscripción de Rochdale al político pro palestino George Galloway.

Galloway ganó espectacularmente la circunscripción en unas elecciones parciales a principios de año, en las que acusó a la "clase política" de haber "fallado a Rochdale, fallado a Gran Bretaña y fallado a Gaza."

Liz Truss se dirige a los medios en Downing Street, en Londres, el 20 de octubre de 2022, el día en que dimitió como líder del Partido Conservador británico.

La ex primera ministra británica Liz Truss ha sufrido otra humillación sin precedentes, al perder su escaño y ser expulsada del Parlamento menos de dos años después de dirigir el país.

Truss fue primera ministra sólo seis semanas, el mandato más breve de la historia británica. Su mandato se vino abajo después de que un plan financiero desastroso asustara a los mercados y a los inversores e hiciera caer en picado el valor de la libra esterlina.

Truss se negó a hablar tras su derrota y abandonó el escenario con sus compañeros de candidatura, intentando mantener una expresión de firmeza en su rostro.

Truss perdió por 630 votos. Obtuvo 11.217 votos, frente a los 11.847 de los laboristas.

Su derrota es uno de los momentos más asombrosos de la larga historia de las elecciones británicas. Supera al famoso momento de 1997, cuando el Secretario de Defensa, Michael Portillo, perdió su escaño; incluso entre los peores pronósticos para los conservadores, pocos imaginaban que Truss pudiera ser derrotada en su antaño ultrasegura caja fuerte tory.

Rishi Sunak había intentado distanciar a los conservadores del mandato de Truss, pero aun así representó al partido en el escaño que ocupa desde 2010.

Ahora se convierte en el rostro del hundimiento de los conservadores, en una noche sin precedentes en la que el partido gobernante ha sido profundamente rechazado por el electorado.

La candidata laborista Catherine Fookes reacciona tras ganar la circunscripción de Monmouth en el Chepstow Leisure Centre de Chepstow, Gales, el 5 de julio de 2024. Fookes derrotó al diputado conservador David TC Davies.

Todavía no se han proclamado los escaños en lo que ha sido una apasionante noche electoral, pero ya es oficial: la nueva Cámara de los Comunes contará con un número récord de legisladoras.

Sigue la tendencia de las últimas elecciones en las que ha aumentado el número de mujeres en el Parlamento.

Hasta ahora, unas 242 diputadas han sido elegidas para el Parlamento. El récord anterior, establecido en 2019, era de 220. Antes, en 2017, fueron 207 y 196 en 2015.

El que pronto será nuevo Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, se dirigió a sus seguidores en un mitin de victoria del Partido Laborista en el centro de Londres, y ha prometido una "renovación nacional" tras 14 años de gobierno conservador.

"Hicieron campaña por él, lucharon  por él, votaron por él y ahora llegó. El cambio empieza ahora", dijo Starmer a los laboristas. "Está muy bien, tengo que ser sincero... Esto es para lo que sirve. Un Partido Laborista cambiado, listo para servir a nuestro país".

Sin embargo, Starmer advirtió que tener "un mandato como este conlleva una gran responsabilidad".

Hablando unos momentos después de que el Primer Ministro Rishi Sunak reconociera su derrota en las elecciones generales, Starmer dijo: "Nuestra tarea es nada menos que renovar las ideas que mantienen unido a este país. Renovación nacional. Si trabajas duro, si cumples las reglas, este país debería darte una oportunidad justa de salir adelante... Tenemos que restaurar eso".

Y continuó: "Tenemos que devolver la política al servicio público, demostrar que la política puede ser una fuerza para el bien. No nos equivoquemos, esa es la gran prueba para la política en esta época. La lucha por la confianza es la batalla que define nuestra era".

Con el cambio radical del mapa electoral del Reino Unido, que ha pasado de una amplia mayoría conservadora en 2019 a una amplia mayoría laborista en estas elecciones, numerosos políticos destacados han perdido ya sus escaños:

La líder de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt, fue desbancada por los laboristas en la circunscripción de Portsmouth Norte. Mordaunt, que fue secretaria de Defensa en 2019 y antes secretaria de Desarrollo Internacional, fue elegida por primera vez diputada conservadora por esta circunscripción en 2010.

El secretario de Defensa, Grant Shapps, perdió la circunscripción por la que era diputado desde 2005, Welwyn Hatfield, que ganaron los laboristas. Por su parte, el secretario de Justicia, Alex Chalk, perdió su escaño en Cheltenham en favor de los liberal-demócratas.

El destacado conservador de derechas Jacob Rees-Mogg dejará de ser diputado tras perder en la circunscripción de Somerset North East y Hanham. Mientras que el candidato laborista Dan Norris obtuvo el 40,6% de los votos, Rees-Mogg, un destacado brexiteer que llegó a ser secretario de Empresa bajo la presidencia de Liz Truss, quedó segundo con el 30,2% de los votos.

La secretaria de Educación, Gillian Keegan, ha sido desbancada por los liberaldemócratas en Chichester. Los conservadores habían ganado Chichester en todas las elecciones generales desde 1924, pero esta vez los liberaldemócratas recibieron el 49,2% de los votos y los conservadores sólo el 25,7%.

El conservador Robert Buckland, anteriormente secretario de Gales (de julio a octubre de 2022) y secretario de Justicia (de 2019 a 2021), perdió en Swindon Sur. Buckland recibió solo el 26,9% de los votos, mientras que la candidata laborista Heidi Alexander obtuvo el 48,4%. Alexander fue anteriormente diputada laborista por Lewisham Este de 2010 a 2018, antes de renunciar al Parlamento para convertirse en teniente de alcalde de Londres para el transporte, cargo que ocupó hasta 2021.

La conservadora Thérèse Coffey, que ha ocupado numerosos altos cargos en el Gobierno, incluido el de secretaria de Sanidad, fue desbancada por los laboristas en la circunscripción de Suffolk Coastal. Los conservadores habían ganado la circunscripción en todas las elecciones desde su creación en 1983, pero esta vez los laboristas obtuvieron el 31,7% de los votos, frente al 29,5% de los conservadores.

El Ministro de Veteranos, Johnny Mercer, también se ha quedado sin escaño en el nuevo Parlamento. Ha perdido en la circunscripción de Plymouth Moor View, donde los laboristas ganaron con el 41,2% de los votos frente al 28,1% de los conservadores. En 2019, Mercer obtuvo una amplia mayoría en el escaño, con el 60,7% de los votos.

El jefe de filas conservador y exsecretario para Gales, Simon Hart, tampoco seguirá siendo diputado. Perdió en Caerfyrddin, en Gales, quedando en tercer lugar por detrás tanto de los laboristas como de Plaid Cymru, que ganó el escaño.

El vicepresidente del Partido Conservador, Jonathan Gullis, perdió en Stoke-on-Trent Norte. Mientras que en 2019, Gullis obtuvo el 52,3% de los votos en la circunscripción, en esta ocasión solo recibió el 26,3%. El candidato laborista David Williams ganó la circunscripción, recibiendo el 40,3% de los votos.

Sin embargo, no sólo destacados diputados conservadores han perdido sus escaños: El laborista Thangam Debbonaire perdió la circunscripción de Bristol Central.

Debbonaire esperaba convertirse en Secretaria de Cultura bajo un gobierno laborista, pero sus esperanzas se desvanecieron después de que Carla Denyer, colíder del Partido Verde, obtuviera el 56,6% de los votos de la circunscripción, frente al 32,6% de Debbonaire.
Por su parte, el laborista Jonathan Ashworth, de quien se esperaba que se convirtiera en Director General de Pagos en un gobierno laborista, perdió la circunscripción de Leicester Sur frente a un candidato independiente, Shockat Adam.

Los laboristas obtuvieron 326 escaños, la cifra crucial que les asegura la mayoría parlamentaria y garantiza que Keir Starmer se convierta en Primer Ministro en las próximas horas.

Minutos antes, el primer ministro saliente y líder del Partido Conservador, Rishi Sunak, reconoció su derrota y dijo a los asistentes al recuento en su escaño: "Lo siento".

"El Partido Laborista ganó estas elecciones generales", dijo Sunak, añadiendo que había llamado a Starmer para felicitarle y reconocer la elección.

El hito marca el final de una era y el comienzo de otra; los conservadores gobernaron Gran Bretaña durante 14 años, pero los laboristas los desbancaron del poder por primera vez desde 1997.

Hace cinco años, cuando los conservadores obtuvieron una mayoría aplastante, este momento habría parecido impensable. Pero Starmer dio la vuelta a su partido mientras los conservadores se hundían, cayendo de escándalo en escándalo y cambiando de líder dos veces desde aquella votación.

Aún quedan muchos escaños por declarar, y los laboristas van camino de conseguir una enorme mayoría que convertirá a Starmer en un poderoso primer ministro. El viernes viajará al Palacio de Buckingham para tomar formalmente las riendas del país.

Mordaunt, diputada desde 2010, fue desbancada por la laborista Amanda Martin en Portsmouth Norte. Martin obtuvo 14.495 votos frente a los 13.715 de Mordaunt.

"Nuestra renovación como partido y como país no se logrará hablando a una porción cada vez más pequeña de nosotros mismos, sino guiándonos por la gente de este país", dijo Mordaunt tras perder su escaño.

Mordaunt venció a Martin en 2019 con una mayoría de más de 15.000 votos.

Su derrota será un golpe para los conservadores moderados que esperan arrebatar el control del partido a su ala populista; Mourdaunt se presentó contra Liz Truss y Rishi Sunak en la carrera para reemplazar a Boris Johnson como líder en 2022, y se habría esperado que se presentara de nuevo en otro concurso.

También se ganó la atención en todo el mundo como la "dama de azul" en la coronación del rey Carlos.

Nigel Farage, el líder populista de derechas del partido Reform UK, se convirtió en diputado al octavo intento, al ganar un escaño en la localidad de Clacton, fuertemente pro-Brexit.

El partido Reform UK de Farage atacó a los conservadores por su fracaso a la hora de reducir las tasas de inmigración legal e ilegal, y su mensaje se ganó a un número considerable de antiguos votantes tories socialmente conservadores.

El veterano euroescéptico desempeñó un papel destacado en la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, y desde entonces siguió siendo una figura divisiva y perturbadora en la política del país.

Sin embargo, nunca fue parlamentario, y perdió siete elecciones desde 1994 antes de esta victoria. Ganó en Clacton gracias a un amplio respaldo a los reformistas, con 21.225 votos frente a los 12.820 de los conservadores.

"No es solo decepción con el Partido Conservador. Hay un enorme vacío en el centro derecha de la política británica y mi trabajo es llenarlo. Y eso es exactamente lo que voy a hacer", dijo Farage tras ganar el escaño.

Prometió "disputar adecuadamente a las elecciones generales de 2029", y dirigir su retórica hacia los laboristas, que parecen dispuestos a entrar en el gobierno.

Farage afirmó que "el gobierno laborista tendrá problemas muy, muy pronto, y nos centraremos en los votos laboristas. Vamos a por los laboristas, no les quepa duda".

Su presencia durante la campaña electoral echó por tierra los esfuerzos de los tories por recuperar a los votantes socialmente conservadores y favorables al Brexit. Ahora, probablemente será una voz externa prominente mientras los conservadores deciden su próxima dirección como el nuevo partido de la oposición.

CNN visitó Clacton en el periodo previo a las elecciones, para tomar la temperatura de los votantes y evaluar cómo fue recibido el mensaje antiinmigración de Farage.

Jeremy Corbyn durante el recuento de votos en Islington. (Guy Smallman/Getty Images)

El exlíder laborista, el político de izquierda Jeremy Corbyn, derrotó a su antiguo partido en una batalla única en Islington North de Londres, asestando un golpe simbólico a su sucesor Keir Starmer.

Corbyn llevó al Partido Laborista a dos derrotas electorales en 2017 y 2019, y luego fue suspendido por el partido por su respuesta a un escándalo de antisemitismo que estalló dentro del Partido Laborista bajo su dirección.

Pero el veterano de izquierda planteó un desafío como candidato independiente en el distrito electoral del norte de Londres que representa desde 1983. Derrotó al laborista Praful Nargund, obteniendo 24.120 votos frente a 16.873 de Nargund.

Ganar este escaño fue una gran prioridad para los laboristas, tanto como marcador simbólico de cuán dramáticamente ha cambiado la ideología del partido desde el mandato de Corbyn, como para evitar la perspectiva de que el político encabezara una pequeña multitud de oponentes de izquierda a Starmer dentro del parlamento.

Ahora se espera que Corbyn lidere una multitud de oposición de la izquierda laborista mientras Starmer parece estar listo para gobernar en los próximos años.

Nigel Farage de Reform UK, habla con la prensa cuando llega a la declaración de resultados en Clacton-on-Sea, Inglaterra, el 5 de julio. (Henry Nicholls/AFP/Getty Images)

Nigel Farage, el líder populista de derecha del partido Reform UK, se ha convertido en miembro del parlamento al octavo intento, al obtener un escaño en la localidad de Clacton, contundentemente pro-Brexit.

El partido Reform UK de Farage ha atacado a los tories por su fracaso a la hora de reducir las tasas de inmigración legal e ilegal, y su mensaje se ganó a un número considerable de antiguos votantes tories socialmente conservadores.

El veterano euroescéptico desempeñó un papel destacado en la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, y desde entonces ha seguido siendo una figura divisiva y perturbadora en la política del país.

Pero nunca ha sido elegido parlamentario, y ha perdido siete elecciones desde 1994 antes de esta victoria.

Su presencia durante la campaña electoral echó por tierra los esfuerzos de los tories por recuperar a los votantes socialmente conservadores y favorables al Brexit. Ahora, probablemente será una voz externa prominente mientras los conservadores deciden su próxima dirección como nuevo partido de la oposición.

Grant Shapps y Alex Chalk. (Crédito: Getty Images)

Dos ministros del gabinete conservador han perdido sus escaños con apenas unos segundos de diferencia, mientras la escala de la miseria de los conservadores aumenta en una devastadora noche electoral.

El secretario de Defensa, Grant Shapps, perdió su escaño ante los laboristas en Welwyn Hatfield, la derrota más sonada de la noche hasta el momento.

Shapps ha ocupado varios puestos en el gabinete bajo diferentes primeros ministros, incluido el de secretario de seguridad energética y cero emisiones netas, secretario de estrategia comercial, energética e industrial y secretario del Interior. Fue elegido al parlamento en 2005.

Perdió su escaño ante el laborista Andrew Lewin, que ganó por 3.799 votos. Es una gran caída en desgracia después de que aseguró su escaño en 2019 con una mayoría de casi 11.000 votos.

"No es tanto que los laboristas hayan ganado estas elecciones, sino que los conservadores las han perdido", dijo Shapps en su discurso. Dijo que el partido ha “puesto a prueba la paciencia” de sus votantes tradicionales y se ha vuelto “cada vez más indulgente”.

Había sido uno de varios candidatos conservadores destacados que se esperaba que perdieran su escaño después de que se publicara la encuesta a pie de urna.

Casi al mismo tiempo, el secretario de Justicia, Alex Chalk, perdió su escaño ante los demócratas liberales.

Las derrotas gemelas pintaron el cuadro perfecto de una noche miserable para los conservadores, quienes han sido divididos por los laboristas y los demócratas liberales en todo el país.

Y podría empeorar (más ministros del gabinete están en riesgo, incluido el canciller Jeremy Hunt) en lo que podría ser una velada sin precedentes.

El Partido Laborista derrotó por un estrecho margen al populista de izquierdas George Galloway en una contienda clave en Rochdale, aliviando las preocupaciones en el seno del partido de que su postura sobre la guerra de Israel contra Hamas en Gaza había dañado su reputación entre los votantes musulmanes.

Galloway ganó este escaño hace meses en una elección parcial, presentándose con una plataforma fuertemente propalestina en la ciudad del noroeste del Reino Unido, que cuenta con una gran población musulmana.

Sin embargo, los laboristas volvieron al poder en la circunscripción, superando a Galloway por 33% a 29%.

En un principio, los laboristas apoyaron firmemente la guerra de Israel contra Hamas, pero se han vuelto cada vez más críticos con su conducta en Gaza y ahora apoyan un alto el fuego, junto con la devolución de los rehenes retenidos por el grupo extremista.

No obstante, su temprana respuesta ha mermado su apoyo entre los votantes musulmanes en las elecciones locales de mayo, una tendencia que ha preocupado a muchos en el partido.

Lee Anderson se dirige a los delegados durante un mitin en Stafford, Reino Unido, el 23 de junio. Crédito: Christopher Furlong/Getty Images

Lee Anderson, de Reform UK, ganó las elecciones en Ashfield, dando al partido populista de derechas su primera victoria de la noche.

Anderson fue vicepresidente del Partido Conservador, pero se pasó a Reform en enero, criticando el historial de Rishi Sunak en el control de la inmigración.

Llamó a Ashfield "capital del sentido común", y dijo a la gente: "Este maravilloso lugar, al que llamo mi hogar, va a tener mucho que decir en la configuración de este país en el futuro. Quiero recuperar mi país y Ashfield puede desempeñar su papel en ello".

Ganar este escaño era un objetivo clave para el partido de derechas, y espera sumar un segundo pronto, cuando se anuncien los resultados en Clacton, donde se presenta el líder del partido, Nigel Farage.

Según la encuesta de salida, los reformistas obtendrían 13 escaños. Sin embargo, el partido no logró obtener dos escaños en los que los sondeos a boca de urna le daban como ganador, lo que sugiere que podría no alcanzar la llamativa cifra total prevista.

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, habla durante una visita de campaña a Stoke, Inglaterra, el 1 de julio. Crédito: Dan Kitwood/Getty Images

Ha comenzado una airada reacción entre los conservadores, con altos cargos tories que arremetieron contra la dirección del partido bajo el mandato de Rishi Sunak.

Robert Buckland, el exministro de Justicia que fue derrocado por los laboristas en Swindon esta noche, lanzó un duro ataque contra sus excolegas tras convertirse en el primer conservador en perder su escaño esta noche.

"Estoy harto de la política de performance", dijo Buckland a la BBC. "He visto a colegas del Partido Conservador hacer poses, escribir artículos de opinión incendiarios y decir estupideces de las que no tienen pruebas, en lugar de concentrarse en hacer el trabajo para el que fueron elegidos".

"Creo que en estas elecciones hemos visto una asombrosa indisciplina en el partido", añadió.

El partido también fue atacado desde la derecha.

Andrea Leadsom, exsecretaria de Estado de Economía, declaró a la BBC que el partido ya no era "suficientemente conservador" y dijo que los votantes están "hartos de todo este rollo woke".

Es la personificación del problema al que se ha enfrentado Sunak durante todo su mandato: la incapacidad de apaciguar a los flancos izquierdo y derecho de su partido.

Sunak coqueteó con mensajes populistas —sobre todo en materia de inmigración— y ascendió a puestos de gobierno a colegas de derechas. Sin embargo, esas decisiones acabaron a menudo en escándalos, como en el caso de Lee Anderson y Suella Braverman, que abandonaron sus cargos en protesta por la incapacidad de Sunak para reducir la inmigración ilegal.

Mientras tanto, Sunak no logró tender puentes con el ala moderada de su partido, con muchos legisladores de centro-derecha alienados por su enfoque e implorando al partido que compita con los laboristas por los votos en el centro de la política británica.

El líder del Partido Laborista Keir Starmer en un acto en Southampton, Inglaterra, el 17 de junio. Crédito: Carl Court/Getty Images

A pesar de que se prevé una victoria aplastante del Partido Laborista de Reino Unido, su líder, Keir Starmer, podría tener que mejorar sus índices de favorabilidad, según el director de un centro de investigación.

"Vemos índices netos de desfavorabilidad para Keir Starmer, a pesar de que va a tener esta enorme, enorme mayoría", dijo a CNN Anand Menon, director del centro de expertos UK in a Changing Europe. "Bajo esta especie de historia feliz para los laboristas, hay algunas señales de advertencia sobre los niveles de insatisfacción con las tendencias políticas predominantes en este país".

Menon señaló que Starmer tiene la intención de "restablecer las relaciones con los Estados europeos y la Unión Europea" después de unos años tumultuosos entre el Reino Unido y la UE tras el Brexit.

La gente en el Reino Unido está "desilusionada", dijo Menon, que es profesor de Política Europea y Asuntos Exteriores en el King's College de Londres. "Si nos fijamos en las encuestas, hay una mayoría significativa de personas que dicen que el Brexit fue la decisión equivocada, no la decisión correcta".

"Si haces un focus group con los votantes, puede que digan que el Brexit ha sido malo, que el Brexit ha sido un fracaso. Pero si les dices, ¿qué tal si hacemos otro referéndum y lo volvemos a repetir? Obtendrás una mueca colectiva y un gruñido y dirán, en realidad, por favor, no pasemos por eso otra vez", dijo a CNN.

El Partido Laborista tuvo un importante problema al principio, cuando se convocaron las elecciones: ¿cómo hacer una campaña que absolutamente todo el mundo espera que ganes?

El partido de Keir Starmer había disfrutado de una ventaja de dos dígitos en las encuestas de opinión durante todo el mandato de Rishi Sunak, que comenzó en octubre de 2022, y tenía garantizada la victoria en las elecciones siempre y cuando no moviera el barco durante las seis semanas de campaña.

Los laboristas apelaron a un electorado cansado del caótico periodo de los tories en el Gobierno con un eslogan de una sola palabra: "Cambio". Sin embargo, Starmer siguió al mismo tiempo un camino que algunos estrategas del partido llegaron a llamar enfoque "jarrón de ming" (en referencia a los jarrones de porcelana de la dinastia Ming de China) cuidando metafóricamente una preciada y delicada ventaja en las encuestas de opinión. El partido repitió sus temas clave, evitó la tentación de desvelar ningún anuncio político importante y prometió una y otra vez que mantendría un estricto control de las finanzas públicas.

El manifiesto del partido fue modesto, prometiendo reactivar los debilitados servicios públicos británicos sin una gran inyección de dinero. Eso ha levantado ampollas entre los organismos de control independientes, como el Instituto de Estudios Fiscales (IFS, por sus siglas en inglés), que dijo que su oferta de gasto público era "minúscula, casi trivial".

Sin embargo, los laboristas se han ceñido a ese cálculo, en su intento de ganarse la reputación de partido sensato y moderado, capaz de atraer a antiguos votantes tories.

Starmer evitó las meteduras de pata y no interrumpió a su oponente, Rishi Sunak, cuando éste cometía sus propios errores.

Y se convirtió en un rival cada vez más difícil de atacar para los conservadores. Sunak se esforzó por convencer a los votantes de que aumentaría los impuestos, haría que Reino Unido fuera menos seguro y que no tenía la resistencia necesaria para el cargo de primer ministro, pero ninguna de estas acusaciones parece haber cuajado.

Un gobierno laborista colaboraría con Donald Trump si vuelve a ser elegido presidente de Estados Unidos, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores en la sombra del Reino Unido. Se prevé que el Partido Laborista gane 410 escaños en las elecciones generales británicas y obtenga una amplia mayoría parlamentaria de 170 escaños, según la encuesta de salida.

A la pregunta de si los laboristas trabajarían con Trump, David Lammy dijo a ITV que su partido trabajaría "con quien el pueblo estadounidense decida que ocupe la Casa Blanca".

Señaló que tanto Reino Unido como Estados Unidos son "países democráticos", y destacó que ambos países trabajan juntos con éxito en áreas como la inteligencia y las fuerzas armadas.

"Estoy deseando trabajar con Tony Blinken y Joe Biden en los próximos meses y luego ya veremos", dijo Lammy.

Altos cargos políticos del Partido Laborista elogiaron a Keir Starmer por llevar a su partido a la "cúspide del poder" tras su éxito en la encuesta de salida.

El secretario de Salud en la sombra del Partido Laborista, Wes Streeting, se mostró "encantado" por la encuesta de salida, que calificó de "notable".

"He visto muchos sondeos a boca de urna a lo largo de los años. No suelen parecerse a éstos, y si hemos ganado estas elecciones generales, es histórico para el Partido Laborista", declaró a la BBC.

En el primer discurso de victoria de la noche, la secretaria de Educación en la sombra del Partido Laborista, Bridget Phillipson, que ganó en Houghton y Sunderland Sur, dijo que el pueblo británico ha "elegido el liderazgo de Keir Starmer".

"Esta noche el pueblo británico ha hablado y si la encuesta de salida de esta noche vuelve a ser una guía de los resultados en todo nuestro país –como suele ser–, entonces después de 14 años el pueblo británico eligió el cambio", dijo.

El alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan, dijo que Starmer demostró "convicción y confianza".

"Ha sido difícil, ha habido algunos momentos de tambaleo... Ni en mis sueños más locos, hace cuatro años y medio, ¿pensaba que estaríamos aquí? No", dijo a la BBC. Añadió que el Partido Laborista bajo el liderazgo de Starmer ha sido llevado a "la cúspide del poder".

El líder del partido Reform UK, Nigel Farage, llega a Clacton-on-Sea, Reino Unido, para pronunciar un discurso ante sus simpatizantes el 3 de julio. Crédito: Dan Kitwood/Getty Images

El líder de Reform UK, Nigel Farage, calificó de "enorme" el éxito previsto de su partido en las elecciones generales del Reino Unido.

En un video publicado en X, Farage dijo: "Es medianoche. Hay dos resultados en el noreste del Reino Unido que ubican a Reform con un 30% de los votos. Es mucho más que cualquier predicción o proyección posible. Es casi increíble".

La encuesta de salida de las emisoras británicas predice que Reform –que no existía en su forma actual en las últimas elecciones generales del Reino Unido– obtendrá 13 escaños.

"¿Qué significa? Significa que vamos a ganar escaños. Muchos, muchos escaños, creo, ahora mismo en todo el país", añadió Farage.

"Van a ser más de seis millones de votos. Esto, amigos, es enorme".

Farage también atacó a los medios de comunicación al afirmar que ningún portavoz reformista apareció en la cobertura de la noche electoral. "No hay ni un solo representante de Reform UK", dijo, una afirmación manifiestamente falsa. La cadena británica Channel 4 emitió el video y luego pasó directamente a una representante del Reformismo en el estudio, Ann Widdecombe.

BBC y Sky News destacaron a David Bull, líder adjunto de Reform, en su cobertura en vivo.

La decisión del Reino Unido de otorgar la mayoría parlamentaria al Partido Laborista, de centro-izquierda, según la encuesta de salida, se produce al mismo tiempo que Europa se encuentra inmersa en lo que algunos denominan una oleada populista de derechas.

En las elecciones europeas del mes pasado resultó elegido un número histórico de diputados de partidos de extrema derecha. Los resultados provocaron tal caos que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, convocó unas elecciones parlamentarias anticipadas en su propio país, cuya primera vuelta ganó la ultraderechista Agrupación Nacional la semana pasada.

En Holanda se formó esta semana un gobierno compuesto por figuras de extrema derecha. Italia está dirigida por la líder más derechista desde el gobierno del líder fascista en tiempos de guerra Benito Mussolini. Estas victorias electorales y la perspectiva de derechas populistas en el poder ya no son una sorpresa en los países europeos.

Hay muchas razones para este auge del populismo, a menudo exclusivas de cada país. Sin embargo, en términos generales, varios países europeos están sufriendo la atonía de sus economías, la elevada inmigración y el encarecimiento de la energía, debido en parte a la campaña en favor de la emisión neta de carbono cero. Los políticos populistas culpan a menudo a la Unión Europea de los males nacionales e insuflan oxígeno a un discurso nacional cada vez más euroescéptico.

Entonces, ¿por qué el Reino Unido, el único país en el que el euroescepticismo llevó a un referéndum sobre la pertenencia a la UE, se proyecta a contracorriente de esta tendencia?

A pesar del recuento de escaños previsto, la derecha británica está lejos de estar muerta. El Partido Conservador, a pesar de su innegable decepción nocturna, está llamado a superar las expectativas de varios sondeos de opinión realizados durante la campaña, algunos de los cuales lo situaban con dos dígitos menos en el Parlamento.

Otro partido que superará las expectativas de las encuestas es el populista de derechas Reform UK, liderado por Nigel Farage, azote de los conservadores desde hace tiempo y más conocido estos días por su amistad con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Antes de eso, se le atribuyó el mérito de hacer posible el Brexit tras décadas de campaña contra la pertenencia del Reino Unido a la UE.

El éxito político de Farage hasta la fecha se ha producido sin que ocupara un escaño parlamentario. Ahora no solo se proyecta que él mismo tenga un escaño, sino también 12 colegas para lanzar granadas contra el líder laborista Keir Starmer. Aunque esto pueda parecer poca cosa comparado con la mayoría de tres cifras prevista para Starmer, Farage influirá sin duda en el debate sobre la futura dirección del Partido Conservador, arrastrándolo posiblemente más a la derecha.

Es posible que la división de la derecha por Farage haya ayudado en realidad a Starmer a aumentar su mayoría en el Parlamento. Una extraña peculiaridad de la política británica es que el porcentaje de votos que obtiene un partido no se traduce necesariamente en escaños. Y con los buenos resultados del Reformismo en muchos de los escaños que finalmente ganarán los laboristas, la derecha dura no sólo será imposible de ignorar en este parlamento, sino que fácilmente podría ver crecer aún más su influencia.

Reino Unido sufre muchos de los mismos problemas que otros países europeos. Si Starmer fracasa como primer ministro, hay muchas posibilidades de que la derecha popular siga cautivando al público, como ha hecho en otros lugares de Europa.

Una encuesta de salida que predice que el Partido Laborista de Keir Starmer ganará 410 escaños en las elecciones generales británicas se proyecta en la BBC Broadcasting House de Londres el 4 de julio de 2024. Crédito: Oli Scarff/AFP/Getty Images

La victoria prevista del Partido Laborista en las elecciones generales del Reino Unido marca un momento histórico en la política británica moderna y un enorme triunfo personal para Keir Starmer, el líder laborista que se convertirá en el próximo primer ministro del país.

La encuesta de salida realizada por la radiotelevisión británica otorga a los laboristas una mayoría parlamentaria de 170 escaños, lo que devuelve al partido al poder por primera vez desde que perdió las elecciones de 2010 frente a los conservadores.

La victoria de Starmer es aún más notable si se tiene en cuenta el camino que han recorrido los laboristas desde las últimas elecciones generales de 2019. Entonces, el partido sufrió su peor derrota en una generación bajo el anterior líder Jeremy Corbyn, que se presentó con una plataforma de ultraizquierda.

Un camino de regreso a la credibilidad e incluso a ser competitivos en unas elecciones generales parecía potencialmente a una década de distancia, ya que los conservadores emergieron triunfantes de la carnicería del brexit bajo el carismático liderazgo de Boris Johnson.

Johnson no solo derrotó a sus rivales políticos, sino que trastocó por completo las normas de la política británica. Bajo su liderazgo, su partido ganó escaños en zonas tradicionalmente laboristas de clase trabajadora que antes se consideraban fuera del alcance de los conservadores. Al menos durante un año, pareció intocable.

Fue en este contexto en el que Starmer tomó el control de un Partido Laborista roto el 4 de abril de 2020. Ese día, David Lammy, uno de sus colegas laboristas, le apartó y advirtió a Starmer: "Márcate un ciclo de 10 años. Puede que pierdas las próximas elecciones, y entonces podrás volver".

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Acaba de anunciarse la primera de muchas victorias del Partido Laborista: los laboristas le arrebataron Swindon South a los conservadores.

Robert Buckland, que fue ministro de Justicia en el Gobierno de Boris Johnson, fue desbancado por Heidi Alexander, exdiputada laborista que volvió a disputar este escaño.

El escaño, en el oeste de Inglaterra, lo ganaron los conservadores la última vez con un 11% de ventaja, según los resultados teóricos. Sin embargo, esta vez, los laboristas obtuvieron una mayoría aplastante: 21.676 votos frente a 12.070 de los conservadores.

El espectáculo fue lamentable, y podría haberse evitado fácilmente. Cuando Rishi Sunak convocó la votación anticipada frente al número 10 de Downing Street, fue ahogado, primero por la lluvia torrencial y luego por el sonido de la canción de D:Ream "Things Can Only Get Better", himno de la aplastante victoria de los laboristas en las elecciones de 1997, que sonaba a todo volumen en una radio cercana.

Las cosas no mejoraron para los conservadores. En una cervecería galesa, Sunak preguntó a los clientes si estaban entusiasmados con el fútbol, pero le recordaron que Gales no se había clasificado para la Eurocopa. En otra parada de la campaña en el astillero norirlandés que construyó el Titanic, a Sunak, aparentemente inconsciente de la ironía, se le preguntó si él también capitaneaba un barco que se hundía.

Sin embargo, esas meteduras de pata parecen menores si se comparan con la desastrosa decisión de Sunak de abandonar antes de tiempo las conmemoraciones del 80 aniversario del desembarco del Día D para conceder una entrevista rutinaria en televisión que no se emitiría hasta la semana siguiente. Los corazones patrióticos de los tories se indignaron: el primer ministro abandonó a los veteranos en las playas. Nigel Farage, líder del partido de extrema derecha Reform UK, estaba encantado, pues era la oportunidad de arrebatar más votos a los disépticos tories.

Mientras tanto, se estaba gestando un último escándalo de corrupción. Se supo que dos candidatos conservadores y su director de campaña estaban siendo investigados por el organismo de control de los juegos de azar por haber realizado supuestamente apuestas sobre la fecha de las elecciones generales.

El "Gamble-gate", como se le llamó, resumió lo que para muchos votantes puede ser su impresión duradera del gobierno conservador saliente: un primer ministro demasiado débil para controlar a muchos de su partido, y un partido más interesado en su propia suerte que en la del país.

El entonces recién elegido primer ministro del Reino Unido y líder del Partido Laborista, Tony Blair, es recibido por sus partidarios a su llegada al número 10 de Downing Street, el 2 de mayo de 1997, después de que el país volviera a tener un gobierno laborista en una histórica victoria aplastante. Crédito: PAUL VICENTE/AFP/Getty Images

La victoria de los laboristas es similar a la que llevó al entonces líder del partido, Tony Blair, a Downing Street en 1997, según Gideon Skinner, director de Política para el Reino Unido de la empresa de estudios de mercado Ipsos.

Skinner explicó a CNN que la victoria laborista prevista podría deberse, en parte, al voto táctico entre los votantes laboristas y liberal-demócratas típicos.

En 1997, el partido laborista de Blair obtuvo 418 escaños, la mayor mayoría de escaños desde 1945. El Partido Conservador obtuvo 165 escaños.

Según la encuesta de salida de este año, los laboristas obtendrán 410 escaños. Con ello, Keir Starmer obtendría una enorme mayoría parlamentaria de 170 escaños, justo por debajo del mejor resultado histórico del partido.

Los conservadores se quedan en 131 escaños, lo que, según el sondeo, supone una caída estrepitosa de un partido de gobierno.

La encuesta de salida de las elecciones generales se proyecta en la BBC Broadcasting House de Londres el 4 de julio. Crédito: Handout/Jeff Overs/BBC/Getty Images

Destacados políticos conservadores reaccionaron con estupor a la aplastante victoria prevista del Partido Laborista en las elecciones generales del Reino Unido.

Ruth Davidson, ex líder del Partido Conservador escocés, declaró a Sky News: "No se puede disfrazar, esto es una masacre".

El exsecretario de Justicia conservador Robert Buckland, que previsiblemente perderá su escaño, declaró a Sky News que está "acostumbrado a cómo es la derrota y estoy preparado para ello". Pero dijo que esperaba que su vida política continuara. "Dejaré el Parlamento para dedicar más tiempo a la política", bromeó.

Steve Baker, que fue Secretario de Estado para Irlanda del Norte de Rishi Sunak, dijo a la BBC que "es una noche bastante devastadora para el Partido Conservador". También se prevé que Baker pierda su escaño.

Baker dijo que siente "un gran respeto por Rishi Sunak". Luego añadió: "Creo que hará lo que crea que es de interés nacional".

Poco antes del cierre de las urnas a las 10 de la noche, hora local, Sunak agradeció a los votantes en una publicación en X: "A los cientos de candidatos conservadores, miles de voluntarios y millones de votantes: Gracias por su duro trabajo, gracias por su apoyo y gracias por su voto".

Aquí puedes consultar el desglose completo de escaños de la encuesta de salida que acaba de publicarse de las elecciones generales del Reino Unido.

El Partido Laborista obtiene un gran rendimiento, los Conservadores sufren un colapso monumental solo cinco años después de su aplastante victoria electoral, y los Demócratas Liberales, de centro, y el partido populista de derechas Reform UK obtienen resultados impresionantes.

Laboristas: 410 escaños
Conservadores: 131
Liberales Demócratas: 61
Reformistas británicos: 13
Partido Nacional Escocés: 10
Otros: 25

Una encuesta de salida se proyecta sobre la BBC Broadcasting House en Londres, el 4 de julio. Crédito: Oli Scarff/AFP/Getty Images

Keir Starmer agradeció a los militantes y a los colaboradores de su campaña, pero aún no ha comentado los resultados de la encuesta de salida que le pronostica una amplia mayoría.

"A todos los que han hecho campaña por los laboristas en estas elecciones, a todos los que nos votaron y han depositado su confianza en nuestro Partido Laborista, que ha cambiado: gracias", escribió Starmer en una publicación en X.

To everyone who has campaigned for Labour in this election, to everyone who voted for us and put their trust in our changed Labour Party - thank you. https://t.co/q6yDNPnAbo

— Keir Starmer (@Keir_Starmer) July 4, 2024

Angela Rayner, líder adjunta de los laboristas, dijo que las cifras a boca de urna eran "alentadoras".

"Keir Starmer ha hecho un trabajo tremendo transformando el Partido Laborista y presentando un programa de gobierno que tengo la esperanza de que la gente haya respaldado", declaró a la BBC inmediatamente después de que cayeran las cifras de las encuestas.

Rayner dijo que sería "un absoluto honor y un privilegio ser reelegida". Sin embargo, añadió: "No cuento mis gallinas hasta que tengamos esos resultados".

El Partido Laborista obtendrá 410 escaños, según la principal encuesta de salida que acaba de publicarse. Con ello, Keir Starmer obtendría una amplia mayoría parlamentaria, muy cerca del mejor resultado histórico del partido.

Los conservadores se quedan en 131 escaños, lo que, según el sondeo, supone una caída estrepitosa para un partido de gobierno.

Los liberaldemócratas volverán como tercer partido, con 61 escaños.

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El Partido Laborista de centroizquierda ganará las elecciones generales británicas de manera aplastante, según una importante encuesta de salida, lo que pondría fin de manera decisiva a un periodo de 14 años de gobierno conservador y ubicando a su líder Keir Starmer en camino de convertirse en primer ministro en las próximas horas.

Se prevé que los laboristas obtengan 410 escaños, mientras que los conservadores obtengan 131 escaños, según la encuesta de salida de la BBC.

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Es posible que hayas notado que el rey Carlos III no ha salido tanto en las últimas seis semanas y no es por la razón que piensas.

De hecho, poco después de que Rishi Sunak convocara elecciones generales, el Palacio de Buckingham anunció que la familia pospondría los compromisos "que pudieran parecer que desvían la atención o distraen de la campaña electoral".

Aunque el palacio no suele especificar esto, es una práctica bastante habitual, ya que la realeza debe mantenerse neutral y por encima de la política. Al tratarse de las primeras elecciones generales del reinado de Carlos III, es posible que desde dentro de la institución se haya querido hacer hincapié en ello. Entonces, ¿cuál es el papel del rey de 75 años en las elecciones y si puede votar?

En primer lugar, el primer ministro informó al rey Carlos de su decisión de convocar elecciones generales. Esa conversación tuvo lugar el 22 de mayo, y fue entonces cuando el rey accedió a la petición de Sunak de disolver el Parlamento. En teoría, Carlos podría haber rechazado la petición, pero eso no tendría precedentes en los tiempos modernos.

El rey ha pasado los últimos días en Escocia con motivo de la "Semana de Holyrood", una celebración anual del calendario real que reconoce la cultura y la comunidad escocesas. Sin embargo, se le necesitará de vuelta en Londres el viernes. Al día siguiente de unas elecciones generales, el monarca invita al Palacio de Buckingham al líder del partido que haya obtenido más escaños en la Cámara de los Comunes.

Como Jefe de Estado, el nombramiento de Primeros Ministros es una de las principales funciones de Carlos de Inglaterra.

El recuento de votos en el Reino Unido comienza en cuanto se cierran las urnas, y deberíamos tener una idea del ganador unas horas más tarde. Aquí, una cronología aproximada de lo que será la noche:

La encuesta de salida: a las 10 p.m. hora local (5 p.m. hora de Miami), en el mismo instante en que cierran los colegios electorales de todo el Reino Unido, una importante encuesta de salida proyectará los resultados de la noche. El sondeo masivo lo realiza durante la jornada electoral la encuestadora Ipsos para las principales cadenas del país: BBC, ITV y Sky. Históricamente, ha sido una guía precisa de cómo se desarrollará la noche.

Los primeros resultados: alrededor de una hora y media después, a las 11:30 p.m. hora local (6:30 p.m. hora de Miami), es cuando podemos esperar los primeros resultados reales de la noche. Siempre hay una carrera entre un puñado de escaños del noreste para declarar primero; los resultados aquí nos darán pistas sobre qué partidos tuvieron una buena noche.

Se declaran los escaños clave: a las 2 de la madrugada (9 p.m. hora de Miami), habremos visto un puñado de resultados y empezaremos a entender las narrativas de la noche.

Avalancha de resultados: entre las 3 y las 5 de la madrugada (10 p.m. y medianoche hora de Miami) es cuando los resultados se suceden y, para cuando termina este periodo, ya sabemos quién ganó y quién perdió las elecciones.

Una visita al rey: Después de las 9 a.m. (4 a.m. hora de Miami) es cuando esperamos que el ganador de las elecciones viaje al Palacio de Buckingham, donde se reunirá con el rey Carlos III y recibirá permiso para formar el próximo gobierno del Reino Unido.

(Ian Forsyth/Getty Images)

La tarde del 22 de mayo, desafiando la intensa lluvia, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, anunció sorpresivamente elecciones generales para el 4 de julio. Sunak había descartado una campaña para el verano boreal, pero cambió de opinión.

“En las próximas semanas pelearé por cada voto. Yo ganaré tu confianza”, dijo el primer ministro a las puertas del número 10 de Downing Street, completamente empapado.

Pero luego de seis semanas de campaña, Sunak parece no haber recuperado la confianza de los electores y muchos están cansados de los conservadores tras 14 años en el poder.

“Hay una sensación de querer cualquier tipo de cambio”, le dijo un hombre a CNN en una calle de Londres.

“Esta será la primera elección en la que no votaré por los conservadores”, afirmó otro.

Las encuestas de opinión pronostican que ganará el Partido Laborista, liderado por Keir Starmer. Para fines de mayo los resultados apuntaban desde una cómoda victoria para los laboristas hasta una devastadora derrota para el Partido Conservador. El partido de Starmer ha estado adelante por 20 puntos en las encuestas de intención de voto durante la gran mayoría del mandato de Sunak.

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En la foto de una urna en el Centro Agape de Belfast, Irlanda del Norte, antes de la apertura de los colegios electorales el jueves. (Liam McBurney/PA/Getty Images)

Reino Unido tiene un sistema de votación por mayoría absoluta: la composición de su próximo parlamento no se decidirá por el porcentaje de votos, sino por el número de escaños que gane cada partido.

La gente ha estado votando en cada uno de los 650 distritos electorales del país, seleccionando al miembro del parlamento (MP) para representar el área.

El líder del partido que gana la mayoría de esos distritos electorales se convierte en primer ministro y puede formar gobierno. Eso significa que 326 es el número mágico para una mayoría absoluta.

Si ningún partido alcanza esa marca, el partido más grande podría intentar liderar un gobierno minoritario, o podría formar una coalición con otros grupos para superar la línea.

La gente hace cola para votar en un colegio electoral en Londres el 4 de julio, mientras Reino Unido celebra elecciones generales. (Paul Ellis/AFP/Getty Images)

En Reino Unido, la gente acude a las urnas para unas elecciones generales, después de una campaña de seis semanas en la que los partidos han recorrido todo el país.

El Partido Conservador de Rishi Sunak ha gobernado Gran Bretaña durante 14 años, pero el Partido Laborista, liderado por Keir Starmer, está desafiando el poder.

Las urnas abrieron a las 7 a.m. (2 a.m. ET) y cerrarán muy pronto, a las 10 p.m. (5 p.m. ET).

En ese mismo momento, se publicará una encuesta a boca de urna que proyectará quién ganó y qué tan bien se desempeñaron los partidos. Luego se contarán los votos durante la noche. Un nuevo gobierno podría estar formado a última hora de la mañana del viernes.