Una posible tormenta tropical se perfila cerca del Caribe en el reinicio de la temporada de huracanes

(CNN) -- La inquietante calma que se instaló sobre la cuenca del Atlántico tras el paso del histórico huracán Beryl está a punto de desaparecer.

Han pasado más de tres semanas desde que el mortífero huracán Beryl terminó su recorrido en Texas. El aire seco y polvoriento ha ayudado a mantener el Atlántico libre de huracanes desde entonces.

Pero se espera que una zona desorganizada de chubascos y tormentas en el Caribe oriental encuentre condiciones atmosféricas favorables este fin de semana y se convierta en depresión tropical o tormenta tropical.

La próxima tormenta tropical que se forme recibirá el nombre de Debby.

El sistema seguirá su trayectoria a lo largo del norte del Caribe hasta el viernes antes de emerger cerca de las Bahamas o Florida a principios de este fin de semana.

Una onda tropical, una zona de chubascos y tormentas eléctricas, se adentrará en el Caribe el miércoles por la mañana. Crédito: CIRA/RAMMB/NOAA

La trayectoria exacta a través del Caribe determinará cuándo podría formarse un sistema tropical. Es probable que le cueste organizarse lo suficiente como para ser considerada depresión tropical o tormenta si interactúa con las disruptivas zonas montañosas de Puerto Rico, La Española y el este de Cuba. La onda tropical podría organizarse antes si roza justo al norte de las islas y esquiva el terreno.

Las temperaturas oceánicas en el Atlántico, el mar Caribe y el Golfo son anormalmente cálidas y podrían reforzar el sistema, independientemente de cuándo y dónde se forme.

• El océano Atlántico presenta anomalías que propician huracanes como Beryl

Aún no está claro qué trayectoria seguirá el sistema. Una fuerte zona de altas presiones sobre el océano Atlántico podría dirigir el ciclón hacia cualquier punto desde el este del golfo de México hasta la costa sureste de EE.UU. durante el fin de semana, pero su fuerza temprana o la falta de ella influirá en la dirección que tome.

Cuanto más rápido se organice, más probable será que el ciclón se curve antes hacia el norte y tome una trayectoria que sitúe a las Bahamas y al sureste de EE.UU. en su camino. Un sistema más desorganizado podría viajar mucho más al oeste y acercarse al Golfo antes de curvarse hacia el norte.

Condiciones propicias para las tormentas

Agosto suele marcar el comienzo de la parte más activa de la temporada de huracanes porque las aguas oceánicas están muy cálidas y los vientos perturbadores de niveles superiores y el aire seco y polvoriento se desvanecen.

Pero las temperaturas oceánicas en el Atlántico han sido todo menos típicas esta temporada, y ya han demostrado su temple.

Beryl pudo convertirse a principios de julio en el huracán de categoría 5 más precoz del que se tiene constancia, en parte porque las aguas del Caribe eran tan cálidas como lo serían normalmente en el punto máximo de la temporada de huracanes. En la actualidad, algunas zonas del Caribe y del Atlántico son tan cálidas o más que a principios de octubre, cuando el calor oceánico alcanza su punto máximo.

El calentamiento de los océanos es una de las principales consecuencias del calentamiento del planeta debido a la contaminación por combustibles fósiles y proporciona el combustible necesario para que los sistemas tropicales aumenten su fuerza a un ritmo vertiginoso.

El calor de los océanos es una de las razones por las que los meteorólogos anuncian una temporada de huracanes hiperactiva. La Niña y la consiguiente ausencia de vientos de cizalladura en las capas superiores del Atlántico son las otras razones.

La temporada empezó cerca de la media con la formación de la tormenta tropical Alberto a mediados de junio, el momento típico para la primera tormenta con nombre de la temporada. Pero cualquier apariencia de normalidad se disipó rápidamente cuando Beryl cobró vida a finales de mes.

Según el NHC, el primer huracán de la temporada suele formarse hacia el 11 de agosto y el primero de categoría 3 o superior, hacia el 1 de septiembre. Beryl echó por tierra ambos plazos.

Además de Alberto y Beryl, la cuenca también produjo la tormenta tropical Chris, de corta duración.