Hezbollah comenzó a disparar cohetes casi a diario contra territorio israelí un día después de que Hamas atacara Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes, lo que desencadenó la devastadora guerra actual en Gaza.
Hassan Nasrallah, entonces líder de Hezbollah, prometió seguir disparando contra Israel hasta que éste cesara sus ataques en Gaza. A partir de entonces se produjeron intercambios de disparos constantes entre Israel y el grupo militante apoyado por Irán, en escaramuzas que despertaron temores de que los combates se extendieran a un conflicto regional más amplio.
El 16 de septiembre, el gabinete de guerra de Israel amplió sus objetivos de guerra declarados para incluir el regreso de los residentes desplazados en el norte del país, donde el lanzamiento de cohetes de Hezbollah ha desplazado a más de 60.000 israelíes.
Horas después, Israel hizo estallar miles de buscapersonas utilizados por miembros de Hezbollah, matando a decenas de personas e hiriendo a cientos. A eso le siguió un ataque contra los walkie-talkies del grupo al día siguiente.
El 23 de septiembre, Israel lanzó una ofensiva total contra zonas de mayoría chiíta en todo el país donde Hezbollah ejerce una influencia significativa, matando a más de 500 personas en el día más mortífero para el Líbano desde su guerra civil que terminó en 1990.
El 27 de septiembre, Israel dio muerte al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en un ataque masivo en los suburbios del sur de Beirut, lo que trastocó las negociaciones de tregua. Una serie de ataques posteriores diezmaron a los altos mandos del grupo, hundiendo a la organización aún más en la clandestinidad.
Los ataques israelíes continuaron golpeando amplias partes del país, principalmente el sur y el este de mayoría chiíta y los suburbios del sur de Beirut, conocidos como Dahiyeh, matando a más de 3.700 personas.
Hezbollah siguió disparando cohetes contra Israel, algunos de los cuales penetraron más de 110 kilómetros de territorio israelí. La gran mayoría de sus misiles y drones fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea israelíes, pero algunos causaron daños. Desde octubre de 2023, los ataques de Hezbollah contra Israel han matado a 47 civiles israelíes y 31 miembros de las fuerzas de seguridad en Israel. Otros 46 soldados israelíes han muerto en el Líbano.
El 26 de noviembre, Israel y el Líbano aceptaron un acuerdo para poner fin al conflicto con Hezbollah, que entró en vigor a primera hora de la mañana siguiente.