La primera ministra británica, Theresa May, rechaza firmemente un segundo referéndum para el brexit en un discurso ante el Parlamento el lunes, ya que la presión para una nueva votación aumenta tanto dentro como fuera de un Westminster amargamente dividido.
Mientras los miembros de su gabinete rompen filas con planes opuestos sobre cómo lidiar con el estancamiento político, May reclamará a los parlamentarios de la Cámara de los Comunes que un segundo referéndum socavaría la fe en la política del Reino Unido.
"No rompamos la fe con el pueblo británico tratando de organizar otro referéndum", dirá May, de acuerdo con los comentarios publicados previamente por Downing Street.
"Otro voto ... haría un daño irreparable a la integridad de nuestra política, porque diría a los millones de personas que confían en la democracia que nuestra democracia no cumple".