ISLAMABAD, Pakistán (CNN) — Quizá fueron los rezos de una nación conmocionada, quizá fue su propio espíritu indomable. Pero Malala Yousufzai, la joven estudiante de 14 años que fue atacada a tiros por el Talibán por publicar en un blog en el que los criticaba, se recupera lentamente del ataque que casi le quita la vida.
Los doctores removieron con éxito una bala alojada en su cuello luego de tres horas de cirugía, y dijeron que su condición ya no era crítica. “Inshallah (si Dios quiere), sobrevivirá”, dijo el doctor Mumtaz Ali, un neurocirujano que atendió a Malala junto con otros tres colegas.
Pakistán es un país donde se registran ataques extremistas con regularidad, pero el ataque de este martes por la mañana, causó una conmoción sin precedente.
Militantes talibanes detuvieron una camioneta escolar donde se encontraba Malala y otras niñas que iban a casa desde la escuela en el valle de Swat. ¿Quién es Malala Yousufzai?, preguntó uno de ellos en Pashtun. Cuando las niñas apuntaron a Malala, los hombres abrieron fuego. Las balas dieron en las tres niñas, pero en dos de ellas las heridas no son de gravedad.
El jefe del Ejército paquistaní, el general Ashfaq Parvez Kayani, la visitó en el hospital desde donde emitió un simple mensaje: “Nos negamos a ceder ante el terror”.
El ministro principal de Punjad dijo que pagará los costos del tratamiento de Malala, a quien llamó “la hija de Pakistán”. El director de PIA, la aerolínea nacional, dijo que puso un avión a disposición para llevar a Malala “a cualquier parte del mundo si es necesario” para tratamiento.
Y dos neurocirujanos, uno de Estados Unidos y otro de Reino Unido, se han ofrecido a viajar a Pakistán si es necesario, según el Ministerio del Interior.
A través del país y alrededor del mundo, los paquistaníes, heridos y enojados, oran. “Malala es lo que el Talibán nunca será”, afirma Murtaza Haider, decano asociado de investigación y programas de posgrado en la Escuela de Administración Ted Rogers de la Universidad Ryerson de Toronto, en un artículo de opinión publicado en el diario Dawn.
“Ella es valiente, inteligente, elocuente, y una joven musulmana que es la cara de Pakistán y la esperanza de una nación vacilante que ya no puede proteger a sus hijas”.
Malala ganó el primer Premio Nacional de la Paz de Pakistán. El primer ministro Yusuf Raza Gilani anunció el premio en noviembre, acompañado de una dotación de 500,000 rupias. Pidió al gabinete pakistaní reconocer con el premio nacional cada año a menores de 18 años que contribuyan a la paz y la educación en el país.
Los talibanes ya han reivindicado el atentado contra la vida de Malala. En respuesta a los informes de que había sobrevivido al ataque, un portavoz de los talibanes paquistaníes dijo: “La próxima vez no sobrevivirá. Con seguridad, la mataremos”.