CNNE 330f60a7 - 130625084256-non-gmo-label-story-top

Por Julie Taylor, upwave.com

Nota del editor: upwave es la nueva marca de estilo de vida de Turner Broadcasting, ¡diseñada para entretenerte y hacerte más saludable! Visita upwave.com para encontrar más información y sigue a upwave en Twitter, Facebook, YouTube, Pinterest e Instagram.

(Upwave.com) – Parece que últimamente todo el mundo habla de los peligros de los organismos genéticamente modificados (OGM). ¿Pero qué son los OGM exactamente?

Son el resultado de un proceso de laboratorio que inserta genes de una especie dentro de los genes de otra para obtener una característica deseada (por ejemplo: salmón de crecimiento más rápido).
Jeffrey M. Smith, autor de “Genetic Roulette: The Gamble of Our Lives” y director ejecutivo fundador del Instituto para la Tecnología Responsable, una de las principales fuentes de información del riesgo para la salud que conllevan los OGM, dice que diversos estudios en animales indican serios riesgos para la salud asociados con alimentos genéticamente modificados, entre ellos infertilidad, problemas inmunológicos, envejecimiento precoz, fallos en la regulación de la insulina y cambios en órganos principales y el sistema gastrointestinal.

En efecto, la Academia Estadounidense de Medicina Ambiental ha solicitado a los médicos recomendar a todos los pacientes evitar por completo los alimentos genéticamente modificados.

¿Estás listo para evitar los OGM? Estas son 10 recomendaciones a la hora de comprar alimentos:

1. Elige alimentos orgánicos. Las normas orgánicas nacionales del Departamento de Agricultura de EE.UU. prohíben los OGM, por lo que comprar alimentos orgánicos es una buena forma de evitarlos. “Además, las comidas orgánicas no tienen (o tienen menos) pesticidas, herbicidas y fungicidas, y tienen mayor contenido de vitaminas y minerales”, comenta la experta en salud y bienestar, Kathy Gruver.

2. Compra muchas frutas y verduras. La mayoría de productos frescos no están modificados genéticamente, dice Smith, pero el calabacín, la calabaza amarilla de verano, el edamame, el maíz dulce y la papaya de Hawai o China son considerados alimentos de alto riesgo y es mejor evitarlos. Solo debes comprar estas frutas y verduras de alto riesgo si están etiquetadas como “orgánicas” o como “no modificadas genéticamente”, aconseja.

3. Busca el sello que verifica que no es un OGM. Puesto que los OGM no requieren etiquetas, este sello es una de las mejores maneras de saber cuándo los alimentos no han sido modificados genéticamente. “La mayoría de compañías no nos dicen qué alimentos tienen OGM, así que éstos sellos te ayudan a buscar los alimentos que no los tienen”, dice Gruver.

4. Únete a la campaña Tipping Point. Esta red de activistas locales educa a las comunidades sobre los peligros de los OGM. “El concepto es que si los consumidores evitan los OGM, estos ingredientes se convertirán en un pasivo de mercadeo, y las compañías los eliminarán”, explica Smith, cuya organización puso en marcha el movimiento de base.

“Si estar en contra de los OGM aumenta la participación de mercado, esto podría causar un momento crítico para las compañías de alimentos”. Él dice que estamos en un momento importante y sin precedentes para eliminar a los OGM de nuestro suministro de alimentos, así que busca el programa por medio del cual puedes informarte e involucrarte.

5. Ten cuidado con los aditivos. Los cinco OGM más comunes -maíz, canola, soya, algodón y remolacha azucarera- a menudo terminan como aditivos (jarabe de maíz, aceite, azúcar, saborizantes o espesantes) en los alimentos empacados, señala Gruver, así que revisa las etiquetas de los ingredientes cuidadosamente.

6. Elige mariscos capturados en la naturaleza. A algunos peces de criaderos los alimentan con OGM, dice Smith.

7. Solo dile “no” a los ingredientes de alto riesgo. Olvídate de la soja, la canola, la semilla de algodón, el maíz y el azúcar de la remolacha azucarada, los cuales están en mayor riesgo de estar modificados genéticamente, dice Smith.

8. Llama antes de comer fuera. La próxima vez que quieras salir a cenar a un restaurante, ten cuidado con los “ingredientes invisibles”, como la salsa de soja, el aceite de cocina y el aderezo de las ensaladas, los cuales pueden contener ingredientes genéticamente modificados. Pero no tengas miedo de hacer solicitudes especiales. “Podrías llamar antes de llegar para preguntar si el chef puede preparar tu pescado con aceite de oliva en lugar de aceite de canola, por ejemplo”, recomienda.

9. Enfócate en la fibra. La mayoría de granos, semillas, nueces y frijoles no están modificados genéticamente, dice Gruver.

10. Evita el aspartame. Un ingrediente en las gaseosas dietéticas y en los “dulces” bajos en calorías, el aspartame, en realidad está modificado genéticamente. Y es de todo menos dulce. “Este endulzante sintético contiene un organismo genéticamente modificado”, advierte Smith

¿Hablar de los OGM te causa estrés? Respira hondo y empieza poco a poco. “No te sientas abrumado; haz lo mejor que puedas”, dice Smith. “Empieza por eliminar los OGM durante solo un par de semanas y ponle mucha atención a tu salud, peso, energía y estado de ánimo. Si tienes hijos, toma nota de sus lapsos de atención. Fíjate en los cambios positivos que habrá si mantienes una dieta libre de OGM, y deja que ese sea tu punto de partida”.

Este artículo se publicó originalmente en upwave.com