El huracán Laura tocó tierra hace aproximadamente una hora cerca de Cameron, Louisiana.
La ciudad es relativamente baja, con solo alrededor de 5 o 10 pies (1,5 a 3 metros) de elevación, lo que significa que "está casi completamente bajo el agua", dijo el meteorólogo de CNN Tom Sater.
"No habrá posibilidad de llegar a esa zona hasta bien entrada la mañana", añadió.
El centro de la tormenta se mueve ahora sobre Lake Charles, más al norte. Las condiciones ya se han deteriorado gravemente; los vientos están aullando y cazadores de tormentas han informado que se han soplado vidrios por todas partes y que duelen los oídos por la baja presión del aire.
"En este momento todavía se puede escuchar el viento. Está aullando a través de las grietas y hendiduras del edificio", dijo el corresponsal de CNN Martin Savidge desde Lake Charles, donde el equipo de CNN se está refugiando bajo techo.
"Cuando estabas afuera, literalmente sentías que todo el edificio se estremecía bajo el viento. Así que está recibiendo una paliza. Y este es uno de los edificios más fuertes de la zona. Por eso lo elegimos".
"Todo lo que oyes es el rugido de un motor a reacción y, literalmente, un mundo que se está desmoronando fuera de tu ventana", agregó.
La marejada ciclónica, las fuertes lluvias y los fuertes vientos significan que será casi imposible evaluar el daño hasta la mañana; los socorristas no podrán viajar en esas condiciones, y los drones o aviones no podrán obtener ninguna imagen aérea. Las carreteras quedarán sumergidas y las líneas eléctricas se habrán caído, lo que dificultará aún más los esfuerzos de transporte o rescate.