El presidente Biden dijo este martes que si bien quiere que prevalezca la diplomacia en la crisis entre Ucrania y Rusia, Estados Unidos está preparado para imponer sanciones graves contra Rusia si decide invadir Ucrania.
Esto incluye no permitir que funcione el gasoducto Nord Stream 2.
"Impondremos consecuencias a largo plazo, que socavarán la capacidad de Rusia para competir económica y estratégicamente. Y cuando se trata de Nordstream 2, el gasoducto que llevará gas natural de Rusia a Alemania, si Rusia invade Ucrania, no sucederá”, dijo Biden durante sus comentarios desde la Casa Blanca este martes.
¿Qué tiene que ver con Ucrania un gasoducto submarino de US$ 11.000 millones entre Rusia y Alemania? ¿Y por qué es tan importante? La respuesta tiene mucho que ver con cómo Europa obtiene su energía.
El gasoducto de 1.207 kilómetros se completó en septiembre, pero aún no ha recibido la certificación final de los reguladores alemanes. Cuando esté en funcionamiento, impulsará las entregas de gas directamente desde Rusia a Alemania.
Estados Unidos, el Reino Unido, Ucrania y varios países de la UE se han opuesto al gasoducto desde que se anunció en 2015, advirtiendo que el proyecto aumentaría la influencia de Moscú en Europa.
Nord Stream 2 podría entregar 55.000 millones de metros cúbicos de gas por año. Eso es más del 50% del consumo anual de Alemania y podría tener un valor de hasta US$ 15.000 millones para Gazprom, la empresa estatal rusa que controla el gasoducto, según su precio de exportación promedio en 2021.
La energía es un tema político importante en Europa central y oriental, donde el suministro de gas procedente de Rusia desempeña un papel fundamental en la generación de energía y la calefacción doméstica. Los precios del gas natural ya están cerca de máximos históricos en Europa, y un conflicto en Ucrania podría traer más dolor a los consumidores.
Como el mayor cliente de gas de Rusia, Alemania ha tratado de mantener a Nord Stream 2 fuera de la política mundial. Pero el problema se ha vuelto inevitable después de que Rusia acumuló más de 100.000 soldados cerca de su frontera con Ucrania.
Hay mucha historia aquí.
Las disputas sobre los precios de la energía han plagado la relación entre Rusia y Ucrania desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, con Rusia cortando el suministro de gas a su vecino en varias ocasiones.
Rusia ha negado en los últimos meses el uso de la energía para presionar a Europa. Pero la Agencia Internacional de Energía ha culpado a Moscú de contribuir a la actual crisis europea del gas al suministrar menos de lo que podría.
Nord Stream 2 podría ayudar a cambiar el equilibrio de poder en Europa en lo que respecta a la energía. En este momento, Rusia necesita a Ucrania, porque una gran cantidad del gas que vende a Europa fluye al resto del continente a través del país.