El exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson, y su equipo estuvieron en Moscú esta semana y sostuvieron reuniones con los líderes rusos, según pudo saber CNN.
Los detalles de esas reuniones no quedaron claros de inmediato. Richardson y su centro trabajan de forma privada en nombre de las familias de los rehenes y los detenidos, y el viaje se produce cuando la administración de Biden trabaja para liberar a dos estadounidenses que el Departamento de Estado ha clasificado como detenidos injustamente: Brittney Griner y Paul Whelan.
Un portavoz del Centro Richardson le dijo a CNN este martes que “en este momento no podemos comentar sobre esto”.
CNN informó a mediados de julio que se esperaba que Richardson viajara a la capital rusa. Richardson ha trabajado durante mucho tiempo para liberar a los estadounidenses detenidos en el extranjero y desempeñó un papel en asegurar la liberación de Trevor Reed de la detención rusa en abril.
Una fuente familiarizada con la situación le dijo a CNN en abril, luego de la liberación de Reed, que miembros del Centro Richardson habían viajado a Moscú en febrero, en los días inmediatamente anteriores a la guerra rusa en Ucrania, para reunirse con los líderes rusos. Después de esa visita, el Centro Richardson salió con una idea clara de lo que los rusos estaban dispuestos a hacer y cómo estaban dispuestos a hacerlo, que se presentó a la Casa Blanca.
Algunos antecedentes: la administración de Biden ha dicho repetidamente que trabajar para asegurar la liberación de Griner y Whelan, así como la de los estadounidenses detenidos injustamente en el extranjero, es una prioridad máxima.
A fines de julio, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció que habían presentado una “propuesta sustancial” para tratar de asegurar la liberación de Griner y Whelan. Las fuentes le dijeron a CNN que la propuesta incluía un canje por el traficante de armas condenado Viktor Bout.