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Celebridades

OPINIÓN | Por qué 'Harry & Meghan' es una decepción real

Por Peggy Drexler

Nota del editor: La Dra. Peggy Drexler es psicóloga investigadora, productora de documentales y autora de dos libros sobre género y familia, y el próximo "Mean", un libro sobre mujeres que se comportan mal, que publicará Simon & Schuster en 2024. Su última película, "King Coal", se estrenará en el Festival de Sundance en 2023. Las opiniones expresadas en este artículo son suyas.

(CNN) -- Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron a principios de 2020 que se retiraban de sus roles como miembros "mayores" de la realeza, renunciando efectivamente a la familia real, describieron una cultura de tensión familiar, escrutinio implacable y cierta misoginia. Ya no querían ser perseguidos por los medios, obsesionados, vigilados. Harry no quería que le recordaran constantemente la trágica muerte de su madre cada vez que él y Meghan eran fotografiados; Meghan no quería ser objeto de los tabloides por lo que llevaba puesto, cómo se peinaba, de dónde era o cuánto disfrutaba o no de los reflectores. Querían alcanzar la independencia económica, vivir como personas normales, criar a sus hijos en privado.

Y, sin embargo, aquí están, participando en -coproduciendo, de hecho- "Harry & Meghan", una nueva docuserie de seis partes cuyos tres primeros episodios se estrenaron esta semana, detallando sus vidas con una mirada nunca antes vista en el "archivo personal" de la pareja, comentarios de amigos cercanos y miembros de la familia que hablan por primera vez y un montón de acceso directo a Harry y Meghan en entrevistas grabadas en los últimos años. La serie comienza con unos diarios grabados por Harry y Meghan en 2020, la primera pista de que, después de todo, quizá nunca tuvieron la intención de mantener su vida privada en secreto.

De hecho, lo que aprendemos de "Harry & Meghan" es que el duque y la duquesa de Sussex están menos interesados en mantenerse fuera de los reflectores que en controlar por completo cómo los reflectores los hacen ver. Pero, bueno, el mundo de las celebridades no funciona así.

Esta es solo una de las razones por las que "Harry & Meghan" es una decepción real. La pareja abandonó la familia porque no quería llamar la atención. Pero, muy claramente, lo que no querían era la atención negativa, o cualquier crítica en absoluto, una actitud muy primitiva (e, irónicamente, muy real). En la vida -en la vida real- no existe lo bueno sin lo malo. La producción, por tanto, es un esfuerzo no por ser reveladora de forma honesta y genuina, por revelar "toda la verdad" que "nadie sabe" -como dice Harry en los primeros minutos de la película-, sino por suscitar simpatía hacia ellos mismos. De hecho, cuando le preguntan por qué quería hacer este documental, Meghan contesta: "Cuando sientes que la gente no se ha enterado de quién eres durante tanto tiempo, es muy agradable poder tener la oportunidad de dejar que la gente eche un vistazo a lo que ha pasado y también a quiénes somos".

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Pero ¿quién puede decir que la gente no ha tenido una idea de quiénes son? ¿Qué hace que su versión -una versión fuertemente producida, editada y controlada- sea más honesta que cualquier otra versión de sus vidas antes? Resulta sorprendente hasta qué punto la versión filtrada de los hechos funciona en la serie como su versión de la vida real. Meghan recuerda que, cuando empezó a relacionarse con Harry, quiso revisar su cuenta de Instagram para conocerle mejor, y las publicaciones en las redes sociales constituyen una parte importante del archivo que guía su relato juntos.

(Crédito: Netflix)

(Crédito: Netflix)

El error fatal de Harry y Meghan -tanto de la pareja como de la película- es pensar que pueden controlar cómo les ven los demás. Ninguno de nosotros puede. Y el hecho de que la pareja siga intentándolo, a pesar de que también pide que la dejen en paz, refleja una visión ingenua y una actitud poco sincera que los espectadores captarán, especialmente por el hecho de que el documental se esfuerza por retratarlos como "más aterrizados" que el resto de la familia real. En realidad, puede que sean los más alejados de la realidad.

Igual de decepcionante es el contenido de la serie, que es mucho de lo mismo que ya hemos visto u oído. Hay algunos aspectos nuevos -amigos que nunca han comentado, fotos que nunca hemos visto-, pero por lo demás hay poca recompensa y poco que haga cambiar a la gente de opinión sobre ellos. Es autopromoción, autobombo y, francamente, un poco aburrido. No resultan más simpáticos y, de hecho, quizá lo sean mucho menos. En particular, es quizá la primera vez que gran parte de la antipatía se dirige a Harry, en lugar de solo a Meghan.

Mientras que antes el público lo veía como una víctima desventurada de una astuta buscadora de atención, o que sufría una forma de "compulsión a la repetición" en la que repetía en su vida adulta un escenario que le resultaba familiar por haber crecido como hijo de la princesa Diana, los espectadores seguramente sentirán ahora menos simpatía. Con "Harry & Meghan", está claro que ha elegido voluntariamente ver lo que quiere ver.

De hecho, si "Harry & Meghan" es una estratagema para conseguir que la gente se desinterese de verdad por sus idas y venidas, bueno, ese es el único aspecto en el que puede que hayan tenido éxito. "Solo quiero llegar al otro lado de todo esto", dice Meghan a la cámara en los primeros minutos del primer episodio. Con "Harry & Meghan", puede que por fin consiga su deseo.