La administración de Biden está atrapada en un enfrentamiento con Alemania sobre si enviar tanques a Ucrania antes de una reunión clave de líderes de defensa occidentales en Alemania este viernes.
En los últimos días, los funcionarios alemanes han indicado que no enviarán sus tanques Leopard a Ucrania, ni permitirán que lo haga ningún otro país que tenga tanques fabricados en Alemania en su inventario, a menos que Estados Unidos también acepte enviar sus tanques M1 Abrams a Kyiv, algo que el Pentágono ha dicho durante meses que no tiene intención de hacer.
El enfrentamiento de los tanques se produce en medio de un debate mucho más amplio entre Estados Unidos y sus aliados europeos sobre si enviar armamento cada vez más sofisticado a Ucrania, incluidos misiles de mayor alcance que permitirían a Ucrania alcanzar objetivos a una distancia de hasta 322 kilómetros.
Reino Unido, Polonia, Finlandia y los estados bálticos han estado presionando para que los miembros de la OTAN proporcionen equipos más pesados a Kyiv en medio de lo que creen que es un punto de inflexión clave en la guerra. Tanto Ucrania como Rusia parecen estar preparándose para nuevas ofensivas y hay señales de que Moscú podría estar preparando una movilización de tropas adicional.
Un funcionario occidental explicó que para el canciller de Alemania, Olaf Scholz, la cuestión de los tanques "es una línea roja, roja, roja. Los tanques alemanes [luchando] contra Rusia nuevamente. Cuestión moral. Comprensible, desde el punto de vista histórico. Aún así, hablando de la carga moral, desearía que los alemanes fueran hoy en día más comprensivos con Polonia. Y mucho menos con Ucrania. ¿No mataron los tanques alemanes a los ucranianos hace 80 años también? Ahora pueden defenderlos de la bárbara agresión rusa".
Crece la presión en Berlín: antes de una reunión este jueves en Berlín entre el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, y su homólogo de Alemania, un alto funcionario de defensa estadounidense dijo que EE.UU. es "muy optimista de que progresaremos" en la cuestión de los tanques.
Pero no todos en el gobierno estadounidense comparten ese optimismo. Varios altos funcionarios de la administración expresaron en privado su frustración con los funcionarios alemanes por hacer lo que Estados Unidos cree que es una equivalencia falsa entre los tanques estadounidenses y alemanes.
Todo esto se produce cuando EE.UU. anunció este jueves un nuevo paquete de seguridad a Ucrania por US$ 2.500 millones, que incluye por primera vez vehículos de combate Stryker y más vehículos de combate Bradley blindados, dijo el Gobierno de Biden.
El paquete no incluye tanques M1 Abrams, y es poco probable que EE.UU. los proporcione en el corto plazo porque son difíciles y costosos de suministrar y mantener, dijeron funcionarios estadounidenses.