Parece que Ucrania recibirá finalmente lo que tanto ha pedido. Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido han prometido enviar tanques para asistir en la defensa contra la invasión rusa, y otros países europeos como Polonia, Noruega y España podrían también sumarse.
Pronto los principales tanques de Occidente, el Leopard 2 alemán, el M1 Abrams estadounidense y el Challenger 2 británico podrían estar operando en los campos de batalla de Ucrania, enfrentándose a los T-72, T-80 y T-90 de Rusia.
Si bien los M1 Abrams y los Challenger 2 ya entraron exitosamente en combate con tanques de fabricación rusa en la Guerra de Iraq, en 2003, se trataba de modelos más viejos (T-55, T-62 y primeras versiones de T-72) y operados por tripulaciones insuficientemente entrenadas. En el caso de los Leopard 2 no se conocen enfrentamientos con otros tanques en su historia operativa.
Esto significa que estos tres tanques occidentales de primera línea se enfrentarán por primera vez (tripulados por ucranianos) a los blindados más modernos de Rusia, operados por tripulaciones rusas.
¿Pero cuáles son las principales diferencias entre los tanques occidentales y los rusos?
Aunque se trata de carros de combate desarrollados por tres países distintos, los Leopard 2, M1 Abrams y Challenger 2 comparten mucho en cuestiones de diseño, blindaje y armamento, en buena medida por las estandarizaciones dentro de la OTAN.