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EE.UU.

Blinken visita China y promete plantear "preocupaciones reales" pero con pocas expectativas de avances

Por Jennifer Hansler, Nectar Gan

(CNN) -- El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se encuentra en Beijing para una visita de alto perfil destinada a encauzar las relaciones entre Estados Unidos y China después de meses de tensiones entre las dos naciones.

Funcionarios de ambos gobiernos han señalado bajas expectativas para la visita, y un alto funcionario del Departamento de Estado dijo a periodistas a principios de esta semana que no espera “una larga lista de resultados”.

En cambio, los funcionarios estadounidenses enmarcan el viaje como un esfuerzo por reanudar los canales normales de comunicación con China para evitar conflictos entre dos de las grandes potencias del mundo.

“En lo que estamos trabajando en este viaje es realmente llevar adelante lo que el presidente (Joe) Biden y el presidente Xi (Jinping) acordaron en Bali a fines del año pasado, que fue establecer líneas de comunicación regulares y sostenidas en altos niveles de nuestros gobiernos precisamente para asegurarnos de comunicarnos con la mayor claridad posible para evitar, en la medida de lo posible, malentendidos y faltas de comunicación”, dijo Blinken el viernes antes de su partida en una conferencia de prensa junto con la ministra de Relaciones Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llega a Beijing, China, el 18 de junio. Leah Crédito: Millis/Reuters

El objetivo principal de Blinken en China es restablecer los canales de comunicación, especialmente la comunicación directa entre militares, entre Washington y Beijing, según un alto funcionario del Departamento de Estado.

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La relación del Gobierno Biden con Beijing es una de las más complicadas y consecuentes, y ha sufrido meses de tensión, incluidos dos incidentes relacionados con el ejército en las últimas semanas.

El viaje de Blinken, anunciado por Biden y Xi después de su reunión el año pasado, estaba originalmente programado para febrero y se había visto como un compromiso de seguimiento clave. Sin embargo, se pospuso después del descubrimiento de un presunto globo espía chino que transitaba por EE.UU., lo que Blinken dijo en ese momento “creó las condiciones que socavan el propósito del viaje”.

Sin embargo, Daniel Kritenbrink, subsecretario de Estado para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, dijo el miércoles que tanto Estados Unidos como China llegaron "a la conclusión compartida de que este es el momento adecuado para participar a este nivel", pero "no vamos ir a Beijing con la intención de tener algún tipo de avance o transformación en la forma en que nos tratamos unos a otros”.

“Creo que el hecho de que China haya accedido a esta reunión refleja que Beijing se siente bastante segura de su propia posición”, dijo Patricia Kim, becaria de la Institución Brookings, en una conferencia de prensa el viernes.

“Ambas partes hacen comentarios sobre el hecho de que este viaje, esta visita no cambiará fundamentalmente la relación entre Estados Unidos y China ni resolverá las muchas disputas entre los dos países, y creo que existe este deseo de no establecer expectativas demasiado altas o parecen demasiado ansiosos por comprometerse con el otro lado. Creo que ninguna de las partes quiere parecer que acepta o está de acuerdo con las acciones de la otra parte”, explicó.

Hablando con los periodistas el sábado, Biden reconoció las "diferencias legítimas" con China, pero sostuvo que estaba dispuesto a discutir las "áreas en las que podemos llevarnos bien".

Blinken promete plantear "preocupaciones muy reales"

Blinken dijo que en sus reuniones con altos funcionarios chinos tiene la intención de plantear “nuestras preocupaciones muy reales sobre una variedad de temas”. Esos problemas incluyen la crisis del fentanilo, los problemas de Taiwán y del Estrecho, la guerra en Ucrania y la detención de ciudadanos estadounidenses por parte de China, incluidos Kai Li, Mark Swidan y David Lin.

Sobre la crisis del fentanilo, el alto funcionario del Departamento de Estado indicó que el enfoque específico de Blinken es detener el flujo de precursores químicos de China a los laboratorios en Sudamérica, donde se produce el fentanilo.

Blinken también dijo el viernes que tiene la intención de “explorar el potencial de cooperación en desafíos transnacionales: estabilidad económica global, drogas sintéticas ilícitas, clima, salud global, donde los intereses de nuestros países se cruzan y el resto del mundo espera que cooperemos”.

Su visita se produce inmediatamente después de una serie de reuniones entre funcionarios estadounidenses y chinos en las últimas semanas.

En mayo, el asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, se reunió con el principal diplomático de China, Wang Yi, en Viena, seguido de conversaciones entre los funcionarios de comercio de los dos países en Washington. El nuevo embajador de China también llegó a EE.UU. y prometió mejorar las relaciones en un momento de “serias dificultades y desafíos”.

“China y EE. UU. ya han tenido contactos diplomáticos de alto nivel relativamente frecuentes, todo lo cual indica que las dos partes vuelven gradualmente al camino correcto”, dijo Shen Dingli, experto en política exterior de China en Shanghái.

Sin embargo, los contactos entre los principales oficiales militares de los países aún están congelados, y queda por ver si la visita de Blinken puede conducir a un gran avance en ese frente. China rechazó una oferta para una reunión formal entre el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa chino, Li Shangfu (quien está bajo sanción estadounidense) en Singapur el mes pasado, aunque los dos hablaron brevemente.

Estados Unidos también será el anfitrión de la cumbre de líderes de la Cooperación Económica Asia-Pacífico en noviembre, a la que Xi, el líder de China, asistirá sin importar el estado de la relación entre Estados Unidos y China, según Shen.

Pero si el viaje de Xi incluirá una visita formal a EE.UU., y a qué nivel, depende de “lo que las dos partes puedan hacer de antemano”, dijo Shen.

Biden dijo a los periodistas el sábado que creía que el viaje de Blinken a China podría aliviar las tensiones y dijo que esperaba reunirse nuevamente con Xi en los “próximos meses”.

Shen aseguró que hay dos cosas que más le importaban a China: "manejar las diferencias en el tema de Taiwán y evitar que las cadenas de suministro se desacoplaran, especialmente en chips avanzados".

“La esperanza es que la visita de Blinken pueda mejorar las relaciones tanto en la forma como en el fondo. Pero la esperanza podría no convertirse en realidad y las relaciones podrían empeorar después de la visita”, agregó. “Nos preparamos para lo peor y esperamos lo mejor”.

Blinken no pronosticó si su visita abriría un camino para compromisos continuos de alto nivel entre EE.UU. y China.

“En cuanto a lo que viene después, veamos cómo va la visita”, afirmó el viernes el principal diplomático estadounidense, en referencia a los comentarios de su homólogo de Singapur. “Este es un paso importante pero, en cierto sentido, insuficiente porque hay mucho trabajo por hacer”.