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Medio Oriente

Biden sufre un desaire de sus aliados de Medio Oriente, mientras el mundo árabe se indigna por la explosión en un hospital de Gaza

Por Nadeen Ebrahim

Abu Dhabi, EAU (CNN) -- Algunos de los aliados árabes más cercanos a Estados Unidos trataron con frialdad al presidente Joe Biden mientras él y sus diplomáticos viajaban por Medio Oriente en un intento por evitar que la guerra entre Israel y Hamas se convierta en una confrontación regional más amplia.

Jordania, Egipto y el Gobierno Autónomo Palestino cancelaron una reunión prevista con Biden menos de 24 horas antes de la cumbre cuatripartita en la capital jordana, Ammán, este miércoles. La cancelación se produjo a raíz de la masiva explosión en el Hospital Baptista Al-Ahli de Gaza, en la que al parecer murieron cientos de palestinos. Las autoridades palestinas culparon a Israel de la explosión, mientras que las israelíes afirmaron que fue causada por un cohete de la Yihad Islámica disparado erróneamente.

"La cumbre no podrá detener la guerra, que es lo que queremos", declaró a Al Jazeera a primera hora del miércoles el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, quien calificó la explosión del hospital de crimen de guerra. "Por tanto, hemos decidido no celebrarla", añadió.

Biden llegó este miércoles a Tel Aviv, donde se reunió con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y con miembros del gabinete de guerra israelí. El presidente prometió seguir respaldando a Israel y dijo a Netanyahu que la explosión del hospital "parece que la hizo el otro bando, no usted". El Consejo de Seguridad Nacional dijo el miércoles que el gobierno cree en estos momentos que Israel "no es responsable" de la explosión.

CNN no pudo verificar de forma independiente qué causó la explosión, ni la cantidad de víctimas.

Los líderes árabes parecen alarmados por el apoyo casi total de Washington a Israel en la guerra e intentan distanciarse del gobierno de Biden mientras crece la ira en un sector de la población árabe contra el Estado judío. Al menos 3.478 personas han muerto en Gaza desde el ataque del 7 de octubre de los dirigentes de Hamas contra Israel, que causó al menos 1.400 muertos.

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Tras conocerse este martes la noticia de la explosión en el hospital, estallaron protestas antiisraelíes en Líbano, Iraq, Jordania, Irán y Turquía, así como en Ramallah, en la Ribera Occidental.

También es probable que los dirigentes árabes teman que las protestas en sus países se intensifiquen a medida que las imágenes de palestinos muertos se sucedan con la cobertura de la guerra de Gaza las 24 horas del día en casi todos los canales de noticias árabes. Jordania es especialmente vulnerable a las protestas, ya que gran parte de su población es de origen palestino.

Egipto declaró el miércoles tres días de luto por las víctimas del hospital de Gaza.

"Lo que hemos visto de Biden, probablemente no lo hemos visto de ningún presidente estadounidense anterior, en términos de estar tan emocionalmente apegado a Israel", dijo Abdul Khaleq Abdulla, un comentarista de los Emiratos Árabes Unidos que está familiarizado con el pensamiento oficial. Según Abdul Khaleq Abdulla, los Estados árabes "están muy sorprendidos" por la falta de voluntad de Biden para criticar a Israel o poner fin al derramamiento de sangre.

"La sensación ahora es que es un socio de pleno derecho en este crimen cometido contra los palestinos", declaró a CNN, y añadió que los Estados árabes están ahora "intentando desvincularse, no reunirse con él, desatenderlo".

Egipto y Jordania, ambos países fronterizos con Israel y los territorios palestinos, se han opuesto en particular a un plan estadounidense para establecer un corredor seguro para los palestinos que huyen de Gaza en la península egipcia del Sinaí, fronteriza con Gaza.

El desplazamiento es una "línea roja"

El rey Abdullah de Jordania advirtió este martes que el desplazamiento de palestinos a Jordania y Egipto es una "línea roja", y afirmó que ni Jordania ni Egipto aceptarían refugiados de Gaza. Afirmó que cualquier sugerencia de que ambos países acojan a los gazatíes que huyen es un plan "de los sospechosos habituales para intentar crear problemas de facto sobre el terreno", sugiriendo que podría no permitirse a los refugiados regresar a sus hogares.

La sugerencia estadounidense ha sido recibida con furia en el mundo árabe, donde los medios de comunicación han afirmado que a Israel le interesa despoblar Gaza de palestinos e incluso volver a ocuparla, dejando de nuevo a los palestinos sin hogar y sin perspectivas de retorno. Israel gobernó Gaza de 1967 a 2005 y durante ese periodo asentó allí a judíos.

Los periódicos egipcios han denunciado la idea de que los palestinos sean expulsados de sus hogares, afirmando que sería una repetición de la Nakba o "catástrofe" de 1948, cuando unos 700.000 palestinos huyeron o fueron expulsados de sus hogares durante la guerra árabe-israelí de 1948 que condujo a la creación del Estado de Israel. La mayoría de los habitantes de Gaza son ya refugiados cuyos antepasados procedían de zonas que ahora forman parte de Israel.

En una rueda de prensa con el canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente de Egipto, Abdel Fattah El-Sisi, se pronunció este miércoles contra la perspectiva de trasladar a los palestinos al Sinaí con palabras cargadas, diciendo que Israel, y no Egipto, debería acoger a los refugiados.

"Si hay una idea de expulsión (de los habitantes de Gaza), entonces está el desierto de Naqab (Néguev) en Israel, donde los palestinos pueden ser trasladados hasta que Israel termine su anunciada operación para liquidar a la resistencia o a los grupos armados como Hamas y la Yihad Islámica en la franja", dijo El-Sisi.

Advirtió que la presencia de gazatíes en el Sinaí podría convertir la península en una base de militancia antiisraelí que incitaría a Israel a atacar Egipto.

Timothy Kaldas, subdirector del Instituto Tahrir para la Política de Medio Oriente en Washington, dijo que ningún líder árabe quiere ser visto como facilitador del vaciado de Gaza.

El-Sisi está "trabajando muy duro para crear cierta distancia entre él y sus socios occidentales en esta cuestión, para aislarse de lo que podría convertirse en una gran cantidad de críticas públicas y en ira", dijo.

Los comentarios de El-Sisi se produjeron un día después de que su ministro de Relaciones Exteriores, Sameh Shoukry, dijera a Christiane Amanpour, de CNN, que al igual que Europa y Estados Unidos son "sensibles" a la idea de la afluencia de refugiados, Egipto también lo es.

"¿Por qué debería suponerse que Egipto va a permitir la afluencia de 1 o 2 millones de personas?", declaró Shoukry a CNN el martes, añadiendo que el país ya acoge a 9 millones de refugiados. Dijo no entender el propósito del traslado de palestinos, añadiendo que podría ser "intencionado".

Kaldas dijo que los gobiernos occidentales que han confraternizado con los autócratas árabes han visto a menudo su capacidad para hacer caso omiso de la opinión pública como un beneficio. Eso puede no ser cierto, añadió, especialmente ahora.

"La realidad es que incluso las autocracias tienen poblaciones con opiniones y pasiones y puntos de quiebre", dijo Kaldas. "Y esto es ciertamente algo que ha enfurecido bastante a todo el mundo en Egipto".

-- Akanksha Sharma de CNN, Hamdi Alkhshali, DJ Judd, Eyad Kourdi, Tim Lister, Chloe Liu, Ben Wedeman, Celine Alkhaldi y Abeer Salman contribuyeron con este reportaje.