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Política

China lamenta la muerte de Kissinger, "un viejo amigo muy preciado"

Por Simone McCarthy, Nectar Gan

Hong Kong (CNN)-- El Ministerio de Relaciones Exteriores de China elogió este jueves al exsecretario de Estado de EE.UU. como "pionero y arquitecto de las relaciones entre China y EE.UU.", por su papel central en el establecimiento de lazos bilaterales.

Al rendir homenaje al fallecido estadista durante una rueda de prensa ordinaria, el portavoz del Ministerio, Wang Wenbin, dijo que "el pueblo chino recordará la sincera devoción del Dr. Kissinger y sus importantes contribuciones a las relaciones entre China y Estados Unidos".

El líder chino, Xi Jinping, había enviado sus condolencias al presidente Joe Biden, añadió Wang.

La muerte de Kissinger también fue lamentada en las redes sociales chinas el jueves, donde su fallecimiento se convirtió en el principal tema de actualidad en el sitio de microblogging Weibo, fuertemente moderado, con más de 400 millones de visitas.

"Adiós, viejo amigo del pueblo chino", decía un comentario con miles de "me gusta".

"La persona que inició un periodo de la historia se ha convertido finalmente en historia", decía otro comentario.

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Considerado una figura muy influyente pero a la vez polémica en Estados Unidos y en todo el mundo, Kissinger es muy apreciado en China por su papel a la hora de sentar las bases para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Beijing y Washington, un paso crucial y de gran trascendencia en la reanudación de las relaciones del país con el mundo.

En julio de 1971, Kissinger se convirtió en el primer alto funcionario estadounidense en visitar la China comunista. Su reunión secreta con los dirigentes chinos allanó el camino para el viaje decisivo del entonces presidente Richard Nixon al año siguiente.

Esa visita, a su vez, abrió la puerta a la normalización de los lazos entre el país más rico del mundo y el más poblado en 1979.

"No hay diplomático más importante en el siglo XX que Henry Kissinger, desde luego en lo que respecta a las relaciones entre Estados Unidos y China, ha dejado una huella indeleble", afirmó Scott Kennedy, asesor principal en Economía y Negocios Chinos del grupo de expertos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) de Washington.

Mucho después de que Kissinger dejara su cargo, Beijing consideraba a este diplomático bien relacionado como una posible ayuda para sortear las posturas cada vez más beligerantes de Washington hacia China. En medio de las tensas relaciones de los últimos años, los medios de comunicación chinos controlados por el Estado han celebrado la figura del exdiplomático en una aparente señal de su descontento con la postura más dura adoptada por las administraciones estadounidenses.

En un comunicado publicado este jueves, el embajador de China en Estados Unidos, Xie Feng, se mostró "profundamente conmocionado y entristecido" por la noticia del fallecimiento de Kissinger.

"La historia recordará lo que el centenario contribuyó a las relaciones entre China y EE.UU., y siempre permanecerá vivo en los corazones del pueblo chino como un viejo amigo muy preciado", dijo Xie en la red social X.

Los medios estatales chinos destacaron la amistad de Kissinger con China, señalando que visitó el país más de 100 veces a lo largo de medio siglo. La cadena estatal CCTV lo calificó de "fósil viviente" que fue testigo del desarrollo de las relaciones entre China y Estados Unidos.

Muchos medios estatales reprodujeron una cita elogiosa de una entrevista de Kissinger con la agencia oficial de noticias Xinhua en 2011. "China es el país con el que mantengo los contactos más largos y profundos. China se ha convertido en una parte muy importante de mi vida. Los amigos chinos tienen un significado extraordinario para mí", dijo el diplomático estadounidense.

E incluso en medio de las crecientes tensiones -ya que las últimas administraciones estadounidenses se han alarmado cada vez más por la agresiva política exterior de China y su autoritarismo interno- Kissinger siguió siendo un firme defensor de un diálogo positivo para evitar conflictos.

Última visita

Kissinger viajó por última vez a China en julio, cuando el gobierno de Biden envió a funcionarios de su gabinete a la capital china en un intento de restablecer las fracturadas comunicaciones antes de una posible visita de Xi a Estados Unidos, que tuvo lugar a principios de este mes.

Las relaciones bilaterales habían caído entonces a un nuevo mínimo tras las consecuencias de un supuesto globo espía chino y una visita de alto nivel de EE.UU. a Taiwán el verano pasado.

En su visita sorpresa a Beijing, Kissinger se entrevistó con Xi, que lo saludó como a un "viejo amigo". Ello lo diferenció del enviado estadounidense para el clima, John Kerry, y de la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, que viajaron allí por separado ese mismo mes y se reunieron únicamente con sus homólogos.

Kissinger también se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, quien le dijo que "las políticas de EE.UU. hacia China requieren sabiduría diplomática al estilo Kissinger y coraje político al estilo Nixon".

En ese viaje, los medios estatales chinos pusieron a Kissinger como ejemplo de "diplomacia de viejos amigos", según Alfred Wu, profesor asociado de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur, refiriéndose a la práctica china de señalar a figuras internacionales que han contribuido a unas relaciones positivas y estables entre su país y China.

"Los medios de comunicación chinos trataron muy claramente de pintar la imagen de que 'esto es buena diplomacia', y Kissinger tiene visión de futuro y buena voluntad para mitigar las tensiones entre dos países, y otros diplomáticos actuales no son como Kissinger", dijo Wu, añadiendo que Beijing, en realidad, no pretendía ser un "amigo íntimo" de EE.UU. en su propia diplomacia.

"Kissinger, los Tigres Voladores, todos forman parte de la historia del 'modelo dorado' o los 'buenos viejos tiempos' de las relaciones entre EE.UU. y China que Xi Jinping quiere promover", dijo Wu, refiriéndose a los pilotos estadounidenses que ayudaron a China a luchar contra Japón durante la Segunda Guerra Mundial, que recientemente fueron destacados en la cobertura de los medios de comunicación estatales antes de la visita de Xi a EE.UU.

Pero entre algunos intelectuales chinos hay "sentimientos encontrados" sobre el legado de Kissinger, ya que algunos dicen que solo intentó promover la paz con China y que no tenía principios cuando se trataba de las realidades políticas de China, añadió Wu.

Diplomacia creativa

La visita encubierta de Kissinger a China en 1971 como asesor de seguridad nacional de Nixon se produjo tras más de dos décadas de hostilidad y casi ningún contacto entre ambos países.

Aquel viaje, en el que se reunió con el primer ministro de China, Zhou Enlai, y una segunda visita ese mismo año, allanaron el camino para el decisivo viaje de Nixon en febrero del año siguiente y la firma del Comunicado de Shanghái, cuidadosamente redactado, en el que ambas partes acordaron trabajar para normalizar las relaciones.

El cambio tectónico en las relaciones entre Estados Unidos y China que se formalizó unos ocho años más tarde abrió la puerta a un amplio compromiso económico a partir de principios de la década de 1980. Según los expertos, también cambió el equilibrio de poder en la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, al profundizar la división entre Moscú y Beijing.

Pero llegar hasta ahí fue un reto importante.

"En los años sesenta, en Estados Unidos se oían voces que abogaban por una normalización con China... pero fue necesaria una diplomacia muy cuidadosa y sabia para poner en marcha el proceso", dijo Kennedy en el CSIS de Washington, aludiendo a la gestión de las diferencias clave por ambas partes.

Cincuenta años después, el pragmatismo de Kissinger y lo que los expertos describen como sus esfuerzos por dejar de lado las diferencias ideológicas con fines estratégicos parecen contradecir la trayectoria reciente de la relación entre Estados Unidos y China.

Aunque Biden y Xi se reunieron a principios de mes para aliviar las tensiones, los gestos amistosos en público ocultaban la desconfianza de ambas partes, cada una de las cuales considera que la otra intenta utilizar o cooptar el actual orden mundial a su favor.

"Es más difícil para Estados Unidos y China encontrar un equilibrio pragmático porque la política interna de ambos países ha cambiado radicalmente", afirmó Kennedy.

"Es realmente difícil pensar hoy en día que EE.UU. y otros países participen en ese tipo de diplomacia creativa con China ... y (otros) países con los que tenemos las mayores diferencias", añadió Kennedy. "Eso es lo que Kissinger fue capaz de hacer".