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Medio Oriente

Sharon Aloni Cunio, rehén israelí liberada, narra su detención en un hospital de Gaza con docenas de personas más

Por Tara John, Jennifer Griffiths

(CNN) -- Han pasado más de 50 días desde que los militantes de Hamas liberaron a Sharon Aloni Cunio y a sus dos hijas gemelas de tres años, pero ella sigue atormentada por el tiempo que pasó como rehén, la mayor parte del cual dice que pasó en un hospital de Gaza, y añora a su marido, que sigue cautivo en el enclave palestino.

"Ahora mismo soy madre y padre a la vez", declaró el miércoles a Anderson Cooper, de CNN. Aunque cuando sus hijas no están cerca, ve videos y escucha mensajes de voz de su marido, David Cunio, "para sentirme conectada a él, pero estoy bastante deprimida".

La familia de Aloni Cunio se encontraba entre las más de 250 personas secuestradas el 7 de octubre y llevadas a Gaza durante los ataques de Hamas contra Israel en los que murieron más de 1.200 personas.

Contó a Cooper que, aunque su familia se había separado en el caos de los ataques, los cuatro se habían reunido en cautiverio cuando los combatientes los escondieron junto a decenas de otros rehenes retenidos en el hospital Nasser, en el sur de Gaza.

En un relato que podría corroborar las afirmaciones de Estados Unidos e Israel de que se utilizaron hospitales para albergar a los rehenes, Aloni Cunio declaró que había tres habitaciones en el hospital Nasser, cada una de las cuales albergaba entre 10 y 12 rehenes, y que un enfermero los atendía cada dos días. "Sabía quiénes éramos, él seguía la corriente", afirmó.

CNN no puede verificar de forma independiente el relato de Aloni Cunio.

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La mujer de 34 años también dijo a Cooper que, aunque finalmente fue liberada junto a sus gemelas, Yuli y Emma, durante una tregua de una semana a finales de noviembre, su libertad fue agridulce, ya que se había visto obligada a dejar atrás a David.

"No podía alegrarme de que nos liberaran porque me preocupaba David, su salud y su estado mental", dijo.

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Emma Cunio, de 3 años, fue separada de su familia durante el ataque del 7 de octubre. Crédito: Foro de Familias de Secuestrados y Desaparecidos

Secuestrados y separados

El 7 de octubre, militantes prendieron fuego a su casa en el kibutz de Nir Oz mientras la familia se escondía en una habitación segura junto a la hermana y la hija de Aloni Cunio, Danielle Aloni y Amelia.

Todos fueron secuestrados mientras huían de la casa en llamas, pero en el tumulto Aloni Cunio y su marido se separaron de una de las gemelas, Emma, y temieron que le hubiera ocurrido lo peor.

A Aloni Cunio la llevaron a Gaza en un tractor con David y Yuli y la retuvieron en una casa custodiada por dos combatientes de Hamas. En su noveno día allí, bombardearon una casa vecina y ella dice que entonces los llevaron en ambulancia al hospital Nasser.

"Trajeron una ambulancia y disfrazaron a David de cadáver. Me pusieron ropa tradicional árabe y me pusieron a Yuli encima y la cubrieron con una sábana", dijo. "Había unas tres habitaciones de rehenes [en el hospital]. En cada una había de 10 a 12 personas, habitaciones pequeñas, de 12 pies cuadrados [1 metro cuadrado]. Así que no había mucho espacio".

Fue allí donde finalmente se reunió con Emma. Los combatientes de Hamas querían filmar a la familia "y, de repente, oí la voz de un bebé que lloraba al otro lado de la puerta" y que parecía Emma, contó. Al principio pensó que estaba alucinando, pero alguien entró con Emma y se la entregó a Aloni Cunio "como un paquete", dijo.

Hicieron falta varias noches para tranquilizar a Emma, ya que "se despertaba gritando y no se calmaba en horas", lo que provocaba que los combatientes "nos gritaran que nos calláramos", dijo.

Aloni Cunio habló de las duras condiciones de vida que soportaron en cautividad. Dormían sobre una almohada ensangrentada, y había un baño fuera de su habitación, pero la puerta podía tardar horas en abrirse, un tormento sobre todo cuando "todos teníamos diarrea y vómitos".

En un momento dado, les dieron una cubeta y un vaso para ducharse, pero ella dijo que solo pudo ducharse cinco o seis veces en los dos meses que estuvieron allí. Apenas les daban de comer y describió la comida que recibían como mohosa.

Durante todo este tiempo, la situación estaba pasando factura a los padres. Aloni Cunio no tenía su medicación para la depresión y dice que "lloraba casi todos los días". La frustración de David le llevaba a "golpearse a veces en la cara hasta sangrar", añade.

"Me pidió que luchara por él"

Incluso cuando se enteró de que iba a ser puesta en libertad, hubo pocos motivos de celebración.

A David lo sacaron de la habitación y Hamas le dijo que el acuerdo alcanzado con Israel consistía en devolver solo a mujeres y niños. También le dijeron que lo llevarían adonde estaban recluidos los demás hombres.

"Nos quedamos allí sentados llorando y yo le rogué que no se fuera y él me dijo que tenía mucho miedo y me pidió que luchara por él", relató.

Incluso intentó convencer a David de que la dejara quedarse con él y que las gemelas volvieran solas a Israel.

"Tenemos una familia increíble por ambas partes, sé que cuidarán bien de ellos", dijo sobre la conversación que mantuvo con él. Pero al final no tuvo más remedio y se llevaron a David el 24 de noviembre.

Días después, la Cruz Roja llevó a Aloni Cunio y a sus hijas de vuelta a Israel.

Ahora tiene que mirar desde lejos, pero cada noticia de la muerte de un rehén en cautividad la hace estar más decidida a conseguir la liberación de David y de los otros 104 rehenes que Israel cree que siguen vivos en Gaza.

"Hay que hacer todo lo posible para llegar a un acuerdo y traerlos a casa", afirma, y añade que quiere que David sepa que lucha por él.

"Porque te lo mereces, te quiero y no puedo esperar a verte".