(CNN) – Permitir que los niños practiquen deportes de impacto, como el rugby o el boxeo, equivale a una forma de abuso infantil, afirmaron investigadores de tres universidades británicas en un nuevo estudio.
En Sports, Ethics & Philosophy: Journal of the British Philosophy of Sport Association, académicos de la Universidad de Winchester, la Universidad de Bournemouth y la Universidad de Nottingham Trent concluyeron que permitir que los niños practiquen deportes de impacto contradice las leyes británicas existentes que prohíben el abuso infantil y que esos deportes “preparan eficazmente a los niños para que sufran y acepten el trauma cerebral”.
La Rugby Football Union (RFU), el organismo rector de este deporte en Inglaterra, dijo a CNN que “el bienestar de los jugadores ha sido y seguirá siendo su principal prioridad”. England Boxing no había respondido a la solicitud de comentarios de CNN al momento de esta publicación.
“El cerebro del niño no sabe ni le importa cómo fue traumatizado”, dijo a CNN el autor principal del estudio, Eric Anderson, profesor de Deporte en la Universidad de Winchester. “La lesión sigue siendo la misma. Por eso debemos impedir que los padres golpeen a sus hijos en la cabeza como castigo. Pero también debemos impedir que los niños reciban golpes en la cabeza como forma de juego”.
En los últimos años, las consecuencias potencialmente devastadoras a largo plazo de los repetidos impactos en la cabeza en el rugby se han vuelto más claras y ampliamente publicitadas, destacadas por un grupo de exjugadores que presentaron un caso legal en curso contra los órganos rectores del deporte por el tema de la enfermedad cerebral degenerativa.
A algunos de los exjugadores involucrados se les había diagnosticado demencia de aparición temprana y probable encefalopatía traumática crónica (CTE, por sus siglas en inglés), una enfermedad cerebral degenerativa y progresiva causada por repetidos golpes en la cabeza, cuando tenían poco más de 40 años.
Dado este creciente conjunto de pruebas, los autores del estudio sostienen que leyes como la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, así como la propia política de salvaguardia de la RFU, proporcionan un “marco justificable para prohibir los deportes de impacto para los niños”.
“En realidad, no somos nosotros los que lo llamamos abuso infantil”, dijo a CNN el coautor del estudio Gary Turner, estudiante de doctorado en la Universidad de Winchester y excampeón mundial de kickboxing.
“Es la posición política del momento la que lo llama abuso infantil. Lo que hemos hecho es tomar la postura médicolegal en turno y aplicarla a las prácticas deportivas”.
En el Reino Unido, donde se realizó el estudio, el 8,3% de los niños de entre 5 y 16 años jugaron rugby durante el año escolar 2022-2023, según datos recopilados por la empresa de análisis de mercado Statista.
El estudio sostiene que los niños no pueden dar su consentimiento para participar en actividades altamente peligrosas, como los deportes de impacto, ni los adultos pueden dar su consentimiento fundamentado en su nombre.
Y aunque las organizaciones deportivas “destacan todos los beneficios para la salud, todos los aspectos positivos, (…) ignorarán los elementos del deporte que están causando daño”, dijo a CNN el coautor Keith Parry, jefe del Departamento de Gestión de Eventos y Deportes de la Universidad de Bournemouth.
Como resultado de sus hallazgos, los investigadores pidieron que se restrinja el contacto en estos deportes hasta la edad adulta, citando medidas tomadas en otros deportes, como la Asociación de Fútbol de Inglaterra que prohíbe cabecear a menores de 12 años y el Atletismo del Reino Unido prohíbe a los menores de 18 tomar parte en maratones.
“Si hoy inventáramos los deportes desde el principio, no estaríamos inventando deportes que hicieran que los niños se golpearan el cerebro”, dijo Anderson. “Pero como se trata de deportes históricos, tenemos cierta tradición cultural sobre ellos. Y destacamos que debemos cuestionar esa tradición cultural y favorecer el cerebro de los niños sobre los deportes en sí”.
La RFU dijo a CNN que reconoce que “el deporte de contacto no atrae a todos” y que existen diferentes formas de rugby, como el “contacto reducido y el sin contacto”.
También destacó los “importantes beneficios para la salud física y mental junto con las habilidades para la vida adquiridas al practicar un deporte de equipo que tiene valores sólidos” y las medidas que dijo que había tomado para mitigar los riesgos de conmoción cerebral a nivel básico.
La organización dijo que “ofrece recursos para apoyar a clubes, colegios, escuelas, universidades, jugadores y padres”, y que su programa de concientización sobre las conmociones cerebrales “se alinea con las Directrices sobre conmociones cerebrales para el deporte de base del Gobierno del Reino Unido, lanzadas la primavera pasada”.