Cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió esta semana con un grupo de líderes de la comunidad musulmana, relató una conversación reciente que había mantenido con la primera dama, Jill Biden, en relación con el conflicto de Gaza, según declararon dos participantes a CNN.
Uno de los asistentes dijo al presidente que la decisión de participar en la reunión había sido motivo de preocupación para su esposa, dada las reacciones negativas a la forma en que Biden ha gestionado la guerra entre Israel y Hamas, según dos personas presentes en la reunión.
Esos asistentes contaron a CNN que Biden sacó a colación a su propia esposa y confidente más cercana.
"Tiene que parar", contó que le había dicho recientemente la primera dama, según el recuerdo de Nahreen Ahmed, que estaba en la sala.
Otro participante, que declinó ser nombrado, dijo a CNN que recordaba al presidente diciendo que la primera dama había utilizado estas palabras: "Basta ya. Deténganlo ahora".
Aunque ese asistente dijo que creía que la sugerencia era que la primera dama estaba pidiendo que se pusiera fin a la guerra, Ahmed dijo que no tenía claro si el comentario iba dirigido a la guerra entre Israel y Hamas en general o al creciente número de víctimas civiles en Gaza.
Consultado por las declaraciones del presidente, un funcionario de la Casa Blanca afirmó que "no hay diferencias" entre la pareja sobre este asunto, y que ambos comparten la indignación por la muerte de civiles. El funcionario añadió que Jill Biden no estaba pidiendo que Israel pusiera fin a sus esfuerzos contra Hamas.
The New York Times fue el primero en informar de los comentarios del presidente refiriéndose a la primera dama.