El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, integrado por 15 miembros, liderado por Suiza y apoyado por más de 90 naciones, aprobó este viernes una resolución que enfatiza la necesidad de aumentar la seguridad de los trabajadores humanitarios en Gaza, particularmente aquellos que fueron reclutados localmente y enfrentan riesgos significativos.
La resolución, adoptada por 14 países con la abstención de Rusia, expresa "profunda preocupación" por la vulnerabilidad de los trabajadores humanitarios e insta a "esfuerzos concertados y estrategias concretas de mitigación de riesgos".
El jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, acogió con satisfacción la decisión y destacó el grave impacto de las operaciones militares de Israel en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza.
"La incursión terrestre en Rafah ha desplazado a más de 800.000 personas, que huyeron una vez más temiendo por sus vidas y llegaron a zonas sin refugio adecuado, letrinas y agua potable", dijo Griffiths en una declaración escrita el viernes.
"Con la adopción hoy de la Resolución 2730 del Consejo de Seguridad que pide la protección de los trabajadores humanitarios y la orden de la Corte Internacional de Justicia de abrir el cruce de Rafah para proporcionar ayuda a gran escala y detener la ofensiva militar allí, este es un momento de claridad", añadió Griffiths, en alusión a un fallo del viernes del tribunal mundial.