El primer ministro saliente del régimen de Assad acordó entregar el poder a los rebeldes sirios el lunes, un día después de que los insurgentes tomaran la capital y derrocaran al dictador Bashar al-Assad.
La noticia del derrocamiento de Assad desató júbilo en las calles de Damasco y en las comunidades sirias de todo el mundo, mientras rebeldes y civiles saqueaban los palacios del derrocado dictador. Miles de presos políticos fueron liberados de las tristemente célebres cárceles de Assad.
Pero el futuro del país devastado por la guerra sigue siendo incierto, con combatientes islamistas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) —designada organización terrorista extranjera por Estados Unidos— liderando los grupos rebeldes que se disponen a tomar el control.
Aquí están los últimos desarrollos
Transferencia de poder: el líder del HTS, Abu Mohammad al-Jolani, se reunió el lunes en Damasco con el primer ministro saliente, Mohammad Ghazi al-Jalali, para “coordinar la transferencia de poder de una manera que garantice la prestación de servicios a nuestro pueblo en Siria”. Aún no se ha elegido un primer ministro de transición, dijo una fuente a CNN, pero Jalali se ha comprometido a cooperar.
Ataques israelíes: Israel afirmó que sus Fuerzas de Defensa atacaron las instalaciones de armas químicas de Siria y ordenó a sus tropas establecer una “zona de seguridad” dentro del territorio sirio, separando los Altos del Golán ocupados por Israel del resto de Siria. Naciones Unidas afirmó que la medida violaba un acuerdo de 1974.
Búsqueda de prisioneros: los sirios acudieron a la prisión de Saydnaya, conocida como “el matadero”, para buscar a sus seres queridos tras los rumores de que una zona subterránea de la tristemente célebre cárcel del régimen estaba llena de miles de prisioneros. Pero la Defensa Civil Siria dijo que no encontró “ninguna evidencia de celdas secretas sin descubrir”.
El régimen se enfrenta a una dura prueba: los rebeldes sirios anunciaron que pronto se anunciará una lista de altos funcionarios del régimen de Assad buscados por torturas. Durante medio siglo, la familia Assad gobernó el país con mano de hierro, con informes documentados desde hace tiempo sobre encarcelamientos masivos, torturas, ejecuciones extrajudiciales y atrocidades contra su propio pueblo.
Amnistía para los reclutas: los rebeldes sirios pidieron a las fuerzas de seguridad del régimen de Assad que se registren en lo que ellos llaman “un centro de asentamiento”. Los rebeldes han prometido amnistía para todos los soldados reclutados, pero esas reglas no se aplican a quienes se ofrecieron como voluntarios para luchar.
Intereses de EE.UU.: Estados Unidos tiene “intereses claros y duraderos en Siria”, como luchar contra ISIS, evitar que las armas de destrucción masiva caigan “en manos equivocadas” y evitar “la exportación de terrorismo y extremismo” desde el país, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken. Mientras tanto, Estados Unidos acusó a dos ex altos funcionarios de inteligencia sirios de crímenes de guerra por presuntamente torturar a estadounidenses y otros civiles.
El principal enviado estadounidense para asuntos de rehenes se encuentra en Beirut como parte de los “esfuerzos intensivos” para encontrar al periodista independiente Austin Tice, según informó el Departamento de Estado. Los funcionarios estadounidenses se han puesto en contacto con las fuerzas de la oposición siria en relación con Tice –quien fue detenido en Damasco en 2012–, con la esperanza de obtener más información sobre su paradero.