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ANÁLISIS | Un día de acción legal en el embrollo de Trump anticipa un caótico año electoral 2024
(CNN) -- Un torbellino de desarrollos en un cuarteto de casos judiciales en cuatro ciudades separadas resume el vasto atolladero legal que inunda a Donald Trump y amenaza con abrumar a toda la campaña presidencial de 2024.
Pero el frenético trabajo de abogados de este lunes fue solo un adelanto insulso del próximo año, cuando el expresidente y actual aspirante republicano que lidera la carrera de su partido puede estar yendo y viniendo constantemente entre los juicios penales en los tribunales y la campaña electoral.
Este lunes, un día de intriga legal, trajo consigo revelaciones, juicios, disputas y presentaciones en casos relacionados con el intento de Trump de anular las elecciones de 2020, el caso de documentos clasificados, los esfuerzos para frustrar la victoria de Joe Biden en Georgia e incluso en un caso de difamación que se remonta al comportamiento personal de Trump hacia las mujeres en la década de 1990.
Ya es casi imposible para los votantes a quienes se les puede pedir que decidan si Trump es apto para regresar a la Oficina Oval, o al menos para llevar la bandera del Partido Republicano a las elecciones, seguir el ritmo de todos los giros legales en competencia y la escala de su situación.
Una niebla confusa en la que se mezclan todos los casos podría beneficiar al expresidente que busca un regreso a la Casa Blanca mientras proclama que es víctima de la persecución política por parte de la administración Biden.
Pero cuanto más se profundiza su ciénaga legal, los rivales de Trump por la aspiración republicana se vuelven más valientes al sugerir que su lucha contra convertirse en un delincuente convicto podría ser una carga en las elecciones generales. El dominio de Trump en las primarias republicanas se ha visto impulsado por sus acusaciones penales hasta la fecha. Pero el gran volumen de casos que se desarrollan junto con su campaña es cada vez más desalentador.
Incluso después de tres acusaciones, avanzan investigaciones contra Trump
En Washington, los abogados de Trump acaban de vencer la fecha límite para presentar un informe en una disputa sobre el manejo de evidencia antes de un juicio en el caso de subversión electoral, y acusaron al gobierno de buscar amordazar su voz mientras se postula para un nuevo mandato en la Casa Blanca.
En otro vistazo a la amplitud de la investigación del fiscal especial Jack Smith que podría resultar preocupante para el expresidente, CNN informó en exclusiva que el aliado de Trump, Bernie Kerik, excomisionado de Policía de la ciudad de Nueva York, se reunió con los investigadores de Smith para una entrevista este lunes. La discusión se centró en lo que hizo el exabogado de Trump y socio de Kerik, Rudy Giuliani, también conocido como el co-conspirador 1, para tratar de convencer al expresidente de que realmente ganó las elecciones de 2020. La pregunta será clave cuando el caso finalmente llegue a juicio.
El duro día de Trump en los tribunales había comenzado con un juez en Manhattan que desestimó su contrademanda por difamación contra E. Jean Carroll, lo que hizo en un lenguaje crudo que recordó la derrota del expresidente en un juicio civil anterior en el que el jurado falló que Trump abusó sexualmente de la escritora.
Luego, en un movimiento sorpresa en West Palm Beach, Florida, el juez designado por Trump que supervisará su juicio por documentos clasificados pidió a los abogados del coacusado Walt Nauta que comentaran sobre la legalidad de que los fiscales utilicen un jurado investigador de Washington para que siga investigando. El hecho de que la investigación aún esté activa a pesar de varias acusaciones no es una buena señal para Trump. Y la medida de la jueza Aileen Cannon reavivó el debate sobre si estaba favoreciendo al equipo del expresidente luego de las críticas por su manejo anterior de una disputa sobre documentos sustraídos de la casa de Trump en una búsqueda del FBI.
También hubo nuevas señales en Atlanta de que las acusaciones podrían ser inminentes en una investigación sobre los esfuerzos para robar la victoria electoral de Biden en el estado clave, ya que se supo que el exteniente gobernador Geoff Duncan, republicano y colaborador político de CNN, ha sido citado para testificar ante un gran jurado.
Toda esta actividad frenética que se desarrolla en un día representa solo una instantánea del complejo pantano legal que ahora rodea a Trump. Es solo una muestra de la enorme tensión que el expresidente está a punto de sentir mientras hace campaña para regresar a la Oficina Oval. La multitud de casos también impondrá crecientes demandas financieras. El PAC (Comité de Acción Política) de liderazgo de Trump ya ha estado desviando el efectivo recaudado de pequeños donantes para pagar los honorarios legales del expresidente y sus asociados, un dinero que, en cambio, podrían haberse destinado a la campaña de 2024.
En varios de los casos de este lunes, hubo señales de las extraordinarias complicaciones inherentes al enjuiciamiento de un expresidente y favorito para la candidatura republicana. Los jueces, por ejemplo, se enfrentan a decisiones que normalmente pasarían desapercibidas para el público en el sistema judicial, pero que ahora atraerán la atención de los medios y la política.
Y aunque este lunes fue notable por una secuencia vertiginosa de maniobras legales, ni siquiera abarcó todos los casos pendientes contra Trump. También debe ir a juicio en marzo, en medio de la temporada de primarias republicanas, en un caso que surge de un pago de dinero por silencio a la estrella de cine para adultos Stormie Daniells. Al igual que con sus otras acusaciones, Trump se declaró inocente.
A pesar de toda su capacidad para operar en el ojo de tormentas convergentes de escándalo y controversia, el estado de ánimo de Trump se vuelve cada vez más agitado. En los últimos días ha atacado a Smith, al Departamento de Justicia, al juez en el caso de subversión electoral, a la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, al líder republicano del Senado, Mitch McConnell, e incluso a la capitana de la selección nacional de fútbol femenino de EE.UU., Megan Rapinoe.
El temor por los testigos por la retórica de Trump
Una de las publicaciones más incendiarias de Trump en su red Truth Social estuvo en el centro de uno de los dramas legales de este lunes: disputas entre los fiscales de Smith y los abogados de Trump sobre el manejo de la evidencia en el centro del próximo juicio.
Los fiscales citaron a Trump, que escribió en su red Truth Social el pasado viernes: “¡Si me persiguen, yo los persigo!”, en una presentación que solicitó reglas estrictas sobre cómo podría usar la evidencia que se entregará a la defensa como parte del proceso de descubrimiento previo al juicio. Los abogados de Trump habían pedido una extensión del plazo de este lunes, pero la jueza Tanya Chutkan se negó, en una nueva señal de su posible voluntad de programar un juicio rápido, que el expresidente quiere retrasar hasta después de las elecciones de 2024.
En su escrito, la defensa propuso reglas más estrictas que las solicitadas por los fiscales. Las disputas sobre el descubrimiento no son inusuales al principio de un proceso de juicio. Pero la presentación de Trump agregó información sobre cómo su equipo abordará un caso en el que se declaró inocente.
“En un juicio sobre los derechos de la Primera Enmienda, el gobierno busca restringir los derechos de la Primera Enmienda”, dijeron los abogados en el expediente judicial.
Cuando se trata de la acusación de Smith, los abogados de Trump argumentan que él estaba en su derecho de reclamar que las elecciones fueron robadas. Sin embargo, la estrategia de Smith aparentemente está diseñada para evitar una trampa de la Primera Enmienda y alega que la actividad delictiva no ocurrió por lo que dijo Trump, sino en acciones como la presión del expresidente sobre los funcionarios locales sobre las elecciones y sobre el exvicepresidente Mike Pence de retrasar la certificación.
La presentación del equipo de Trump continuó afirmando que el caso era en sí mismo un ejemplo de victimización política de su cliente, lo que subraya la fusión entre su defensa en la corte y su campaña presidencial.
“Peor aún, lo hace contra el principal oponente político de su administración, durante una temporada electoral en la que la administración, miembros prominentes del partido y aliados de los medios han hecho campaña sobre la acusación y proliferado sus acusaciones falsas”, dice el documento.
En una orden de este lunes por la noche, Chutkan señaló que celebraría una audiencia esta semana sobre la disputa y les dijo a las partes que propongan, antes de las 3 p.m. de este martes, dos opciones sobre cuándo podría celebrarse dicha audiencia esta semana.
Cualquier debate prolongado sobre los términos del proceso previo al descubrimiento, por no hablar de las muchas otras mociones previas al juicio esperadas, le hará el juego a la defensa. Trump está mostrando todas las señales de que parte de su motivación para postularse para un segundo mandato en la Casa Blanca es recuperar poderes ejecutivos que podrían conducir a que se congelen los casos federales en su contra. El momento del caso del 6 de enero de 2021 y cualquier posible condena es, por lo tanto, muy importante con unas elecciones generales que se avecinan en noviembre de 2024.
Trump ha pedido la recusación de Chutkan, quien fue designado por el expresidente Barack Obama. Su equipo legal ha pedido que se cambie el lugar del juicio lejos de Washington, la diversa capital de EE.UU., potencialmente a Virginia Occidental, uno de los estados más blancos y más pro-Trump del país. Es poco probable que estas tácticas previas al juicio tengan éxito. Pero ayudan a crear una presión extrema sobre el juez y a construir un caso para los partidarios de Trump de que el proceso legal está sesgado en su contra, una narrativa que podría ser especialmente incendiaria si finalmente es condenado.
La retórica de Trump sobre el caso ha suscitado algunas preocupaciones sobre la posibilidad de intimidación de testigos, especialmente porque algunos de sus seguidores –que fueron juzgados por su participación en el asalto al Capitolio de EE.UU. el 6 de enero– han testificado que se vieron impulsados a la acción por su retórica.
CNN observó un aumento de la seguridad alrededor de Chutkan este lunes. También se incrementa la seguridad alrededor del Tribunal Superior en el condado de Fulton, Georgia, donde se espera una decisión en días sobre si golpear a Trump con una cuarta acusación penal.
La difícil situación legal de Trump repercute en la campaña de 2024
Cualquier candidato político normal habría visto sus ambiciones políticas aplastadas incluso por uno de los casos en la abultada cartera de riesgos legales de Trump. Sin embargo, es una señal del control extraordinario e inquebrantable del expresidente sobre el Partido Republicano y sus votantes que sigue siendo el principal candidato en las primarias.
Pero uno de sus principales rivales, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, poco a poco se está volviendo más dispuesto a criticar públicamente a Trump, después de ser cauteloso acerca de alienar a los partidarios de Trump que sienten que el expresidente es víctima de una cacería de brujas política. DeSantis le dijo a NBC que "por supuesto" Trump perdió las elecciones de 2020, ya que bombardea a los estados de votación anticipada de Nueva Hampshire e Iowa y argumenta que la exposición legal del expresidente es una distracción que el Partido Republicano no puede permitirse si se trata de expulsar a Biden de la Casa Blanca después de un solo mandato. Puede parecer absurdo que DeSantis esté arriesgando su carrera política al afirmar la verdad obvia sobre las elecciones de 2020, pero Trump ha hecho que adherirse a su falsa realidad sea una prueba de lealtad entre los votantes de base.
Y Pence, quien rechazó la presión pública de Trump para frustrar la certificación de la elección de Biden, un esquema en el centro del caso de Smith, indicó durante el fin de semana que puede testificar en el juicio de Trump si así lo exige la ley.
El espectáculo de un excompañero de fórmula para la vicepresidencia testificando contra el hombre que lo eligió para su candidatura sería un giro extremo incluso en la era Trump de convenciones políticas destrozadas.
Gracias a la insondable y cada vez mayor pesadilla legal de Trump, nada sobre las elecciones de 2024 va a ser ni cerca de lo normal.
