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Furia en el Parlamento británico: sumido en su peor crisis, Boris Johnson salió al cruce de los que exigen su renuncia
00:54 - Fuente: CNN

Londres (CNN) – La crisis que enfrenta el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, en este momento podría ser la más grave para su liderazgo hasta el momento, pero definitivamente no es la primera.

El gobierno de Johnson ha estado plagado de una serie de escándalos, desde acusaciones de su desprecio por las reglas y revelaciones de fiestas ilegales para romper el confinamiento celebradas en Downing Street, hasta denuncias de irregularidades y abusos por parte de legisladores conservadores.

Aquí hay un vistazo a algunos de los escándalos más notables de su gobierno.

La prórroga ilegal del Parlamento

Los críticos de Johnson han acusado a menudo al primer ministro de faltarle el respeto a los procedimientos del gobierno y de torcer las reglas cuando le conviene, como cuando decidió pedirle a la reina que prorrogara, o cerrara, el Parlamento durante cinco semanas en el punto álgido de una crisis política sobre el brexit.

La monarca aprobó la solicitud de acuerdo con su deber de mantenerse al margen de la política y actuar solo siguiendo el consejo de los ministros.

Pero cuando la Corte Suprema encontró que la prórroga era ilegal, planteó la incómoda pregunta de si la reina había infringido la ley. El fallo generó acusaciones de que el gobierno de Johnson engañó deliberadamente a la monarca como parte de su estrategia para asegurar el brexit.

Johnson se vio obligado a disculparse personalmente por avergonzar a la reina, según el Sunday Times.

Pero la prórroga fallida fue solo un ejemplo del desprecio de Johnson por las reglas y normas parlamentarias.

Respaldó a la ministra del Interior, Priti Patel, después de que una investigación sobre las denuncias de que ella intimidaba al personal descubrió que infringió el Código Ministerial y no “trató a sus funcionarios públicos con consideración y respeto” y cometió “un comportamiento que puede describirse como intimidación”.

El asesor de ética de Johnson, Alex Allen, renunció por el tema.

La remodelación de su departamento

Uno de los primeros escándalos que enfrentó Johnson fue una acusación de corrupción después de que mensajes de WhatsApp revelaran que había pedido fondos a un donante del Partido Conservador para renovar su residencia en Downing Street. Los medios de comunicación británicos informaron que el trabajo costó alrededor de £ 200.000 (US$ 280.000).

Las donaciones y los préstamos políticos están estrictamente controlados en el Reino Unido, con préstamos de más de £7.500 (US$ 10.400) registrados y revelados públicamente por la comisión cuatro veces al año.

Johnson no informó sobre las donaciones y, como resultado, la Comisión Electoral multó al Partido Conservador con £17.800 en diciembre del año pasado.

El escándalo del cabildeo de Owen Paterson

El año pasado, Johnson intentó obligar a los parlamentarios conservadores a votar a favor de anular la suspensión de otro miembro conservador del parlamento.

Owen Paterson, un influyente diputado conservador y exministro del gabinete, enfrentaba una suspensión de 30 días luego de ser acusado de una violación “atroz” de las reglas de cabildeo.

Después de una reacción violenta, Johnson cambió de dirección y Paterson finalmente renunció como diputado.

Los demócratas liberales ganaron el escaño de Paterson, uno que los conservadores habían ocupado durante casi 200 años, en las elecciones parciales posteriores de diciembre.

El ‘Partygate’

Johnson se ha enfrentado a meses de revelaciones dañinas de fiestas celebradas en Downing Street desafiando el confinamiento por el coronavirus, con filtraciones e imágenes que llegan a los medios desde enero.

Un informe publicado en mayo por la funcionaria Sue Gray criticó una cultura de eventos que rompen las reglas y reveló nuevas fotografías de él en dos reuniones separadas.

Entre las fiestas: una noche de mucho consumo de alcohol en la víspera del funeral del Príncipe Felipe, en un momento en que los estrictos límites para socializar obligaron incluso a la reina a sentarse sola para despedirse de su esposo durante casi 74 años.

Gray escribió que “el alto liderazgo en el centro” de la administración de Johnson “debe asumir la responsabilidad” de una cultura que permita que se lleven a cabo las fiestas.

El propio Johnson fue multado por la Policía Metropolitana de Londres por asistir a una fiesta en instalaciones del gobierno, lo que lo convirtió en el primer primer ministro del Reino Unido en la historia que violó la ley en el cargo. Sunak, quien renunció este martes, también fue multado por asistir al mismo evento.

El manejo del escándalo por parte de Johnson fue particularmente erróneo, ya que Downing Street primero negó que hubiera reuniones, luego dijo que no sabía sobre ellas y luego afirmó que asistió porque creía que eran eventos de trabajo.

Acusaciones de mala conducta de Pincher

La ola de renuncias de esta semana fue provocada por las revelaciones de que Johnson nombró a Chris Pincher en su Gobierno a pesar de conocer las denuncias anteriores de conducta sexual inapropiada.

Pincher, el jefe adjunto de los conservadores, renunció la semana pasada luego de acusaciones de que manoseó a dos invitados en una cena privada. Pincher no admitió las acusaciones directamente, pero le dijo a Johnson en una carta que “anoche bebí demasiado” y “me avergoncé a mí mismo y a otras personas”.

Downing Street había tenido problemas para explicar por qué Pincher estaba en el Gobierno en primer lugar, en medio de una ola de revelaciones sobre su supuesta conducta anterior, negando que Johnson supiera algo específico sobre las acusaciones.

El martes, se supo que se había presentado una denuncia contra Pincher en el Foreign Office hace unos tres años y que Johnson fue informado de lo sucedido. Downing Street dijo entonces que lo había olvidado.

Johnson reconoció que “fue un error” nombrar a Pincher para su gobierno el martes, pero el daño ya estaba hecho. La ola de renuncias del gobierno comenzó minutos después de que se disculpara por la decisión, y el canciller Rishi Sunak y el secretario de Salud, Sajid Javid, entregaron sus avisos. Durante las siguientes 24 horas, decenas siguieron.

– Rob Picheta y Luke McGee de CNN contribuyeron con el reportaje.