CNNE 1469491 - captura de pantalla 2023-10-09 a las 21-34-20
Video muestra caos en campo de refugiados de Gaza tras ataque israelí
01:30 - Fuente: CNN

(CNN) – Una crisis humanitaria se intensifica rápidamente en Gaza: los residentes atrapados, muchos de ellos sin alimentos ni electricidad, se enfrentan a un cuarto día de bombardeos israelíes en respuesta al mortífero ataque de Hamas contra Israel, el cual dejó más de 1.000 personas muertas y tomó hasta 150 rehenes.

Nadine Abdul Latif, de 13 años, del barrio de Al Rimal, en la Ciudad de Gaza, relató que vecinos y familiares le dijeron el lunes a ella y su familia que se marcharan, después de que Israel anunciara que atacaría la zona. Pero decidieron quedarse porque “no tenemos ningún lugar seguro al que ir”, dijo.

Su padre, Nihad, está desaparecido desde el sábado. Había estado trabajando en Israel, pero tras el ataque de Hamas del sábado, la familia perdió contacto con él.

El humo se eleva tras los ataques israelíes contra el puerto marítimo de la Ciudad de Gaza, en Gaza, el martes.

El enclave costero de Gaza que controla Hamas ha sido bombardeado con ataques aéreos desde que el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ordenó un “asedio total” de la zona, que incluye la interrupción del suministro de electricidad, alimentos, agua y combustible al enclave. “Estamos luchando contra bárbaros y responderemos en consecuencia”, declaró Gallant.

Aviones de combate israelíes atacaron más de 200 objetivos en Gaza durante la noche, según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado. El número de muertos en Gaza supera las 800 personas, según el Ministerio de Sanidad palestino en Gaza.

El Ministerio del Interior palestino dijo que la mayoría de los objetivos eran “torres, edificios residenciales, instalaciones civiles y de servicios, y muchas mezquitas”. Hamas negó utilizar alguna de las torres atacadas.

Tariq Al Hillu, de 29 años, residente en Al Sudaniya, en el norte de Gaza, describió como caos total cuando los ataques aéreos alcanzaron su barrio el domingo por la mañana.

“Los miembros de mi familia empezaron a gritar y a salir corriendo de casa, cada uno de nosotros huimos en distintas direcciones”, contó a CNN, añadiendo que todo su barrio había sido destruido “sin previo aviso”.

Sus vecinos estaban atrapados bajo los escombros, y él podía oír sus gritos de auxilio, aseguró.

El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA, por sus siglas en inglés) dijo que ha convertido 83 de sus escuelas en Gaza en refugios improvisados, pero el lunes ya estaban al 90% de su capacidad, con más de 137.000 personas resguardándose de los ataques israelíes.

A diferencia de las ciudades del sur de Israel, el territorio no cuenta con refugios antiaéreos específicos o búnkeres que protejan a los civiles de los ataques aéreos.

La situación “se deteriorará exponencialmente”

Gaza es uno de los lugares más densamente poblados del planeta, donde viven unos dos millones de personas en una superficie de 362 kilómetros cuadrados (140 millas cuadradas). Más de la mitad de sus residentes sufren inseguridad alimentaria y viven por debajo del umbral de la pobreza, según la UNRWA.

Israel, que controla la mayor parte de la electricidad, el agua, el combustible y parte de los alimentos de Gaza, ya impone un estricto bloqueo terrestre, marítimo y aéreo a Gaza, pero solía permitir cierto comercio y ayuda humanitaria a través de los dos pasos fronterizos que controla.

El Secretario General de Naciones Unidas Antonio Guterres advirtió el lunes que la situación humanitaria en Gaza ya era “extremadamente grave antes de estas hostilidades” y “ahora solo se deteriorará exponencialmente”.

Human Rights Watch (HRW) calificó el llamamiento de Gallant a un asedio total como “castigo colectivo” y “crimen de guerra”.

Omar Shakir, director regional de HRW, dijo a CNN que los comentarios de Gallant eran ” aberrantes” y acusó a Israel de utilizar el hambre como “arma de guerra”.

Shakir también condenó los ataques de Hamas contra Israel, afirmando que los “ataques deliberados contra civiles, los ataques indiscriminados y la toma de civiles como rehenes” también “equivalen a crímenes de guerra según el derecho internacional humanitario”.

Gaza ha sido blanco de ataques aéreos israelíes en múltiples conflictos desde que las fuerzas israelíes se retiraron del territorio en 2005. Los combates se han producido a menudo entre Israel y facciones palestinas de Gaza, entre ellas Hamas y la Yihad Islámica.

Una posible invasión terrestre israelí, de producirse, podría empeorar considerablemente la situación humanitaria en la zona.

Mujeres lloran durante el funeral de palestinos muertos durante el bombardeo israelí nocturno en el sur de Gaza el martes.
Aves enjauladas que sobrevivieron durante la noche a los bombardeos israelíes en un apartamento dañado en el centro de la ciudad de Khan Yunis, en el sur de Gaza.

Israel controla el paso de residentes de Gaza a Israel a través de dos pasos fronterizos, Erez y Kerem Shalom, ambos cerrados.

Algunas mercancías, alimentos y combustible también entran a Gaza desde Egipto a través del cruce de Rafah, pero Eyad al-Bozom, portavoz del Ministerio del Interior palestino, dijo el martes que Rafah había sido atacado.

En anteriores guerras entre Hamas, Gaza e Israel, Egipto ha permitido la entrada de ayuda a través del paso fronterizo de Rafah y ha ayudado a los heridos a salir para recibir tratamiento.

El Programa Mundial de Alimentos declaró el domingo que, aunque la mayoría de las tiendas del territorio mantienen “reservas de alimentos para un mes”, estas reservas “corren el riesgo de agotarse rápidamente a medida que la gente se abastece por temor a un conflicto prolongado”. Los repetidos cortes de electricidad también suponen un riesgo de deterioro de los alimentos, señaló.

La situación sigue siendo desesperada para Nadine y su familia.

“No tenemos agua; fue cortada ayer (lunes). Apenas tenemos electricidad o internet y no podemos salir de casa para comprar comida porque cada vez es más peligroso”, dijo Nadine. Cada vez que oyen aviones, aseguró, “nos escondemos debajo de la mesa”.

Con información de Ibrahim Dahman en Gaza y Celine Alkhaldi en Jerusalén