Cientos de personas se reunieron el sábado en Gaza para llorar la muerte del periodista de Al Jazeera Samer Abu Daqqa, que sucumbió a las heridas sufridas el día anterior durante un ataque aéreo contra la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza.
El cuerpo de Abu Daqqa, envuelto en una tela blanca, fue trasladado a hombros por la multitud congregada desde el complejo médico Al-Nasser, en Jan Yunis, hasta un cementerio cercano. Sobre el pecho llevaba el chaleco de prensa y el casco que llevaba cuando fue herido.
El jefe de la oficina de Al Jazeera en Gaza, Wael Dahdouh, que perdió a su esposa, su hija, su hijo y su nieto en un ataque aéreo israelí sobre Jan Yunis a finales de octubre, acusó a Israel de atacar a su antiguo colega y prometió continuar su trabajo.
"Hoy hemos perdido a Samer de esta forma tan despiadada, a pesar de que teníamos coordinación y un encargo oficial, lo han matado con un misil dirigido. Todos los amigos y colegas de Samer apoyan a Samer y continúan con este noble mensaje, aunque hayan muerto más de 80 de nuestros colegas y sus familias, seguiremos haciendo nuestro trabajo y continuaremos con nuestra cobertura. Pedimos a Dios todopoderoso que éste sea el último de los asesinatos y le pedimos que se apiade de su alma", declaró.
Al funeral asistieron amigos, familiares y colegas, muchos de ellos ataviados con sus chalecos de prensa. La esposa y los hijos de Abu Daqqa viven en Bélgica.
Se leyeron oraciones en el cementerio y su madre, Umm Maher, sollozó mientras se arrodillaba para rezar sobre la tumba de su hijo antes de que fuera enterrado.
Al Jazeera Media Network emitió el viernes un comunicado en el que condena el ataque aéreo que causó la muerte de Samer Abu Daqqa y heridas a Wael Dahdouh.
"La red responsabiliza a Israel de atacar y matar sistemáticamente a periodistas de Al Jazeera y a sus familias", dice el comunicado.
CNN no puede verificar de forma independiente las acusaciones. CNN se ha puesto en contacto con el ejército israelí para solicitar comentarios, pero no ha recibido respuesta.
Un poco de contexto: hasta el viernes, 64 periodistas habían muerto y 13 habían resultado heridos mientras cubrían la guerra de Israel contra Hamas, lo que la convierte en la época más peligrosa para la profesión en 31 años, según el Comité para la Protección de los Periodistas.