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Argentina

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¿Por qué está en crisis la economía de Argentina y cómo se llegó a esta situación?

Por Germán Padinger

(CNN Español) -- Para los argentinos es casi como una fiel y muy amarga tradición: el país vive en estos momentos una nueva crisis en su economía que, sumada a la dura situación política dentro de la coalición que gobierna desde 2019, está sacudiendo a la sociedad y aumentando las tensiones.

Desde hace semanas, la devaluación del peso argentino frente al dólar en el mercado informal y financiero no ha parado —el "blue" ya superó los 330 pesos por dólar—, y el riesgo país, un indicador calculado por JP Morgan que evalúa las posibilidades de recuperar una inversión, llegó el viernes a los 2.935 puntos, según Reuters, el nivel más alto desde el canje de bonos de 2020. En comparación, el indicador de riesgo país de Uruguay es de 136 puntos y el de Chile, 169.

David Miazzo, economista jefe de Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), dijo en CNN Radio que "todo arranca con un gran desequilibrio fiscal, que se convierte en un desequilibrio monetario por la impresión para financiar al déficit. Y después se traslada a un desequilibrio cambiario, porque el gobierno tiene como objetivo mantener el dólar oficial como un ancla cambiaria y nominal. Y todo esto genera un atraso profundo del tipo de cambio oficial. Al día de hoy, $130 parece un valor artificial, porque la gente y las empresas están dispuestas a huir del peso a $330".

"El desequilibrio cambiario tiene varios frentes. Uno donde el peso ya se ha devaluado y el tema es cuánto va a tardar el gobierno en reconocerlo en el valor del dólar oficial", dijo.

En Argentina, hablar de los valores de los distintos dólares (¿oficial, turista, solidario, blue, MEP?) y del riesgo país es un deporte tan popular como el fútbol, al igual que discutir si el ministro de Economía de turno podrá con la situación o no (más que nunca en este momento, luego de que Silvina Batakis se hiciera cargo de la cartera hace poco tras la renuncia de Martín Guzmán).

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“Silvina Batakis no quiere dejar su nombre como alguien que no hizo nada o fue una ingenua en su gestión”, dijo el analista político político Sergio Berensztein en CNN Radio.

Mientras tanto, la economía del país creció un 10,3% en 2021, pero solo como rebote tras el desplome de 9,9% registrado en 2020 debido a la pandemia de covid-19, y en el primer trimestre de 2022 el Producto Interno Bruto creció un 6% en forma interanual y un 1,5% con respecto al anterior trimestre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec).

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Una persona sin hogar duerme en la calle junto a su carro de recogida de cartón el 10 de junio de 2022 en Buenos Aires, Argentina. (Crédito: Tomas Cuesta/Getty Images)

Para este 2022, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyectó en junio un crecimiento del 3,57% del PBI de Argentina, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipó, en abril, un 4% de subida. En tanto, un relevamiento de expectativas de mercados publicado en junio por del Banco Central de la República Argentina (BCRA) ubicó el crecimiento proyectado en 3,2%.

Cualquiera sea el crecimiento económico de este año, se dará en medio de una escalada de precios que aqueja al país al menos desde hace una década: el Indec reportó en junio una inflación interanual del 64%, y del 36,2% en lo que va del año. De acuerdo con el relevamiento del BCRA, que se publica mensualmente, se espera que este año llegue al 76%.

Sumando la creciente devaluación del peso y la alta inflación, Argentina tiene actualmente unos de los salarios medido en dólares más bajos de la región: un salario mínimo mensual de $45.540 pesos argentinos equivale a US$ 334 al cambio oficial o US$ 135 al "dólar blue".

Además, la pobreza se mantiene en niveles altos —alcanza al 37,9% de la población—, el desempleo afecta al 7%, y el gobierno ha impuesto controles a las importaciones por la falta de divisas y a la compra de dólares para ahorro.

¿Cómo se llegó hasta aquí?

No es la primera crisis económica de Argentina, por supuesto, y en el país aún se recuerdan y discuten vivamente grandes caídas económicas como la de 2001, cuando el PBI se hundió mientras el desempleo y la pobreza se disparaban y la gente marchaba en las calles; la de 1989, cuando se produjo una hiperinflación seguida de saqueos; o la de 1975 conocida como "el Rodrigazo", por las medidas de shock y ajuste del entonces ministro de Economía Celestino Rodrigo, seguidas por las políticas de la última dictadura militar. Un "medio siglo entre tormentas" económicas, como señalan los investigadores Pablo Gerchunoff, Daniel Heyman y Aníbal Jáuregui.

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Cuando el actual presidente Alberto Fernández, del peronismo, ganó las elecciones en 2019 y sucedió al gobierno de Mauricio Macri, la situación económica ya estaba mal: tras caer un 2,6% en 2018, ese año el PBI volvió a contraerse un 2% antes de la toma de posesión de Fernández en diciembre.

De los cuatro años del mandato de Macri, tres fueron recesivos y solo en 2017 hubo un crecimiento del 2,8% (la caída en 2016 fue del 2,1%). El líder de Juntos por el Cambio, una coalición de centroderecha, registró también altos niveles de inflación (53,8% al dejar el gobierno, según el Indec) y pobreza (35,3%), y sobre el final de su mandato, y, en medio de una fuerte devaluación del peso, acudió al FMI para obtener un enorme paquete de ayuda, que el actual gobierno de Fernández ha tenido que refinanciar.

Al respecto, el economista Luis Secco dijo a CNN Radio que las chance de que Argentina cumpla con las condiciones el nuevo acuerdo con el FMI "son reducidas".

“Hoy la inflación muestra que no ha cambiado nada en la economía argentina. Si se cumple todo lo escrito en la carta intención (con el FMI) debería haber otro aumento tarifario adicional, pero creo que el invierno va a ser muy duro y los precios de los combustibles van a subir, por lo tanto, vas a tener presiones inflacionarias renovadas".

La situación no era mucho mejor justo antes de la llegada de Macri, y durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, hoy vicepresidenta, la economía fue dando saltos y caídas: creció en 2013 (2,4%) y 2015 (2,7%), y cayó en 2012 (-1%) y 2014 (-2,5%). Además, dejó una inflación del 26,9%, según datos de la Dirección General de Estadística y Censo de la Ciudad de Buenos Aires (18,5%, según el Indec de aquel momento), y una pobreza del 30%, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina.

(Tras la intervención del Indec en 2007, sus datos estadísticos comenzaron a perder credibilidad y creció el uso de fuentes alternativas para referirse a valores inflación, que algunos consideraban subvalorada, y pobreza, que el organismo dejó de publicar en 2013. El Indec fue reformado luego durante el gobierno de Macri y recuperó su credibilidad)

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Una mujer pasa junto a una pancarta sobre los precios frente a una tienda en Buenos Aires, Argentina, el 6 de julio de 2022. (Crédito: LUIS ROBAYO/AFP vía Getty Images)

Atrás, parecía, habían quedado los años de recuperación económica y fuerte crecimiento, tras la caída de 2001, que caracterizaron al gobierno de Nestor Kirchner (2003-2007, fallecido en 2010) y el primer mandato de Fernández de Kirchner (2008-2011), su esposa.

¿Por qué está en crisis la economía?

La economía de Argentina ha estado dando saltos y caídas desde 2011, tras un período de crecimiento iniciado en 2003 luego del fin de la convertibilidad --la paridad entre el peso y el dólar que regía por ley desde 1991-- mientras la pobreza y la inflación han mantenido una tendencia al alza.

"Argentina desprovechó la oportunidad de construir una moneda a la salida traumática de la convertibilidad", dijo a CNN Marina Dal Poggetto, economista y directora ejecutiva de la consultora EcoGo. "Todos los paises de América Latina tuvieron elevada inflación en los 80', todos tuvieron programas de estabilización en los 90'. Argentina tuvo una salida traumática de la convertibilidad con ruptura de contratos y 'corralito', pero luego tuvo superávits externo y fiscal, con estabilidad de precios".

Para Dal Poggetto, Argentina se conectó a principios de 2000 con un mundo que buscaba materias primas, lo que América Latina producía, pero desaprovechó la oportunidad: en lugar de dar confianza al peso, desarrolló politicas fiscales y monetarias extraordinariamente expansivas. "A partir de 2011 se consumieron los stocks, se perdieron los superávits, y sin moneda se entró en zona de mantener la demanda de pesos con un cepo", consideró, en referencia al término utilizado para referirse a los controles del gobierno sobre el régimen cambiario.

"Macri sacó el cepo y compensó los desequilibrios con créditos, con una agenda gradual que chocó cuando se cortó el crédito en 2018, y desde entonces hay una caída libre".

Argentina arrastra así grandes problemas que no ha podido resolver, entre ellos un alto déficit de las cuentas públicas y un gasto con fuerte componente de ayuda social; una importante emisión de su moneda; una economía y empleo informales en crecimiento; escasez de reservas y liquidez para afrontar pagos de la deuda; tarifas energéticas subsidiadas en el contexto del encarecimiento el petróleo y gas por la guerra en Ucrania; y una eterna desconfianza en el peso y la economía en general, construida de crisis en crisis.

“El problema de Argentina es múltiple: es político, porque tenemos una crisis de legitimidad, pero también económico, porque no crecemos desde hace muchos años", dijo a CNN Radio el analista económico internacional Marcelo Elizondo, agregando que “la Argentina necesita revitalizar el sector privado” y que “hay países en los que un poco más de Estado viene bien, pero cuando uno tiene una sobredimensión del sector público es causa de pobreza”.

"Hay otro problema que es institucional, que son las garantías en base a las que todos tomamos decisiones. Los valores predominantes de la sociedad no son virtuosos y hay que tratar de corregir", agregó.