El pronóstico para Idalia es alarmante: se anticipa una rápida intensificación a medida que avanza por el Golfo de México y se adentra en unas de las aguas más cálidas del planeta antes de tocar tierra, esta misma semana, en Florida.
De ser así, se uniría a una creciente lista de ciclones devastadores como el huracán Ian ––que arrasó la costa de Florida y dejó más de 100 muertos––, los cuales también se han intensificado rápidamente antes de tocar tierra.
Idalia supone un "riesgo destacado", según advirtió el lunes el Centro Nacional de Huracanes, en su recorrido por el Golfo de México.
Las temperaturas del agua en torno al sur de Florida alcanzaron los 37,7 °C en algunas zonas este verano boreal, y las del Golfo en general han superado récords, con calor más que suficiente para impulsar un fortalecimiento rápido del sistema tropical.
Las temperaturas del océano están entre "1 y 2 °C por encima de lo normal para esta época del año, lo que es mucho si tenemos en cuenta que estamos en una época del año muy calurosa", declaró a CNN Brian McNoldy, científico atmosférico de la Universidad de Miami. "Con esas aguas cálidas por delante, la intensificación rápida tiene mayor probabilidad de suceder".
La intensificación rápida ahora es "más probable"
La intensificación rápida es precisamente lo que parece: cuando los vientos de una tormenta se fortalecen rápidamente en un corto período de tiempo. Los científicos la definen como un aumento de la velocidad del viento de al menos 56 km/h en 24 horas o menos.
Lamentablemente, este fenómeno está sucediendo cada vez más a medida que las tormentas se acercan a tierra, lo que hace que sea más difícil que las personas se preparen para ellas. Por lo tanto, resultan más peligrosas para quienes esperaban una tormenta más débil.
Es solo una de las formas en que, según los expertos, la crisis climática está haciendo más peligrosos los huracanes, ya que las aguas más cálidas permiten que las tormentas se fortalezcan más rápidamente. Según la Oficina Nacional de Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), más del 90% del calentamiento del planeta en los últimos 50 años se ha producido en los océanos.
Hasta hace poco, las tormentas que se intensificaban rápido eran menos frecuentes. Históricamente, las tormentas tropicales han tardado varios días en convertirse en huracanes potentes pero, con el cambio climático provocado por el ser humano, la intensificación rápida se está convirtiendo en un fenómeno más común, dijo Allison Wing, profesora adjunta de Ciencias Atmosféricas en la Universidad Estatal de Florida.
El huracán Franklin, en el océano Atlántico, registró dos episodios de intensificación rápida, el más reciente entre este domingo y la mañana de este lunes, cuando pasó de ser un huracán de categoría 1 de 145 km/h a uno de categoría 4 de 233 km/h.
"La frecuencia de los casos de intensificación rápida ha aumentado en los últimos años", declaró Wing a CNN.
"Aunque cada tormenta tiene un conjunto único de circunstancias, el cambio climático hace más probable la aparición de huracanes fuertes que se intensifican rápidamente".
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