El alcalde de la ciudad ucraniana de Jersón, Ihor Kolykhaiev, ha declarado que los militares ucranianos ya no están en la ciudad y que sus habitantes ahora deben cumplir las instrucciones de "gente armada que llegó a la administración de la ciudad", lo que indica que la ciudad ha caído bajo control ruso.
El anuncio en su página de Facebook se produce tras varios días de presión sobre Jersón por parte de las fuerzas rusas, que habían rodeado la ciudad.
Jersón es una ciudad de importancia estratégica situada en una ensenada del mar Negro, con una población de casi 300.000 habitantes. El miércoles, en Kyiv, el alcalde había rebatido las afirmaciones rusas sobre la toma de control, afirmando que las fuerzas ucranianas seguían luchando en partes de la ciudad. La nueva publicación afirma que las fuerzas ucranianas se han marchado.
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El alcalde también declaró a The New York Times en una entrevista que un grupo de unos 10 oficiales rusos armados, entre ellos el comandante de las fuerzas que atacan la ciudad, entraron el miércoles en el edificio del ayuntamiento.
A última hora del miércoles, Hennady Lahuta, jefe de la administración regional de Jersón, emitió un mensaje en el que decía: "Pido a todos los que no están en casa ahora, o que planean salir, que no lo hagan. Los ocupantes están en todas las zonas de la ciudad y son muy peligrosos".
Sin decir explícitamente que los rusos controlaban la ciudad, el alcalde Kolykhaiev dijo el miércoles por la noche que "había visitantes armados en el comité ejecutivo de la ciudad hoy".
Sin decir explícitamente que los rusos controlaban la ciudad, el alcalde Kolykhaiev dijo el miércoles por la noche que "había visitantes armados en el comité ejecutivo de la ciudad hoy".
"El equipo y yo somos personas pacíficas, no teníamos armas, no hubo ninguna agresión por nuestra parte", relató.
"No les hice ninguna promesa. No tengo nada que prometer. Solo me interesa la vida normal de nuestra ciudad. Solo pedí que no dispararan a la gente", añadió.
En su mensaje de Facebook, continuó diciendo: "¡No tenemos Fuerzas Armadas en la ciudad, solo civiles y gente que quiere VIVIR aquí!"
Kolykhaiev dijo que ahora había nuevas reglas en la ciudad, que incluían un toque de queda y restricciones al transporte dentro y fuera de la ciudad.
Dijo que otra norma era que "los peatones caminen de uno en uno, máximo dos. No provoquen a los militares".
Terminó: "Dejarlo estar por ahora. La bandera que tenemos encima es ucraniana. Y para que siga siendo la misma, habrá que cumplir estos requisitos. No puedo ofrecer nada más".